![]() |
Gisbert, Joan Manuel. (2000). El último enigma. Zaragoza: Edelvives, 2009, 2ª ed., 19ª impr. |
CONTEXTUALIZACIÓN.
"El último enigma" de Joan Manuel Gisbert, escritor catalán contemporáneo de novelas juveniles (ha sido Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1985 y Premio Cervantes Chico en 1997, así como de diversas editoriales -El Barco de Vapor, Gran Angular, Edebé-) es una novela de misterio, intriga y aventuras ambientada en la fascinante Flandes (Países Bajos de los Habsburgo) del año 1564. En este período, este territorio estaba bajo dominio del rey Felipe II de España (heredado de su padre Carlos I de España y V de Alemania), con una situación difícil por la tensión que había tanto religiosa (el rey intentaba imponer las nuevas directrices de la Contrarreforma tridentina) como política (el rey intentaba centralizar el poder, a lo que se oponía la nobleza y el sector comercial, por lo que la salida del cardenal Granvela -representante del rey en Flandes- de este territorio, en marzo de 1564, fue vista como una victoria por la nobleza en este pulso con el rey). Estos elementos conllevarán que luego, entre 1568 hasta 1648 el territorio de Flandes estuviera en permanente lucha (la Guerra de los Ochenta Años).
Aunque el contexto histórico es real, la trama es ficticia y se centra en la intriga y el misterio más que en la recreación histórica precisa. De este modo, la novela reflejará la tensión entre el saber, la superstición y el poder de la Iglesia, así como la persecución de sociedades secretas y la represión del pensamiento libre, pero de un modo literaturizado.
[Quizá puedan interesarle otras novelas-ensayos que hablan sobre el misterio de Salomón, concretamente sobre la "Mesa del rey Salomón", que tantas leyendas ha ocasionado en España. Por ejemplo: "La mesa del rey Salomón. Los buscadores. 1.", de Luis Montero Manglano (puede escuchar una entrevista sobre este libro al autor en: https://www.youtube.com/watch?v=gKk_H-PEhTg); "Leyendas del rey Salomón", de Pilar Romeu (Ed. Tirocino, 1999); "El enigma de la mesa de Salomón", de Juan Eslava Galán (Barcelona: Martínez Roca, 1988).
El canal de Podium Podcast realizó en "La escóbula de brújula" un programa dedicado a "La mesa de Salomón"].
TIPO DE NARRADOR Y PUNTO DE VISTA.
[Para profundizar en los tipos de narrador, vea nuestra entrada de este blog titulada "Desde qué punto de vista se narra el relato. Focalización de la narración. Tipos de narradores"] .
La historia está expuesta por un narrador que no forma parte de la historia (heterodiegético), y que es omnisciente, en tercera persona, pues conoce los pensamientos y sentimientos de todos los personajes (por ejemplo: "cuando regresaba a la posada, Ismael tuvo una sensación de lo más extraña", "al posadero le extrañaron mucho aquellos deseos, pero no quiso hacer preguntas para no implicarse más. Sospechaba algo turbio en todo aquel asunto"...), lo que permite al lector acceder a diferentes perspectivas y, a la vez, mantener el misterio.
Esta se centra en la Hermandad del Enigma de Salomón, una sociedad secreta cuyos miembros comienzan a perder la cordura tras recibir un enigmático manuscrito conocido como el Enigma de Salomón. Este enigma, lejos de ser un simple desafío intelectual, es, en realidad, una trampa mortal diseñada para desmantelar a la Hermandad desde dentro.
De este modo, el relato se despliega en dos hilos argumentales que van trenzándose alternativamente (no siempre de manera regular), recibiendo la información el lector de manera fragmentaria, incrementando el suspense. Esta estructura de dos relatos o tramas paralelas que se desarrollan simultáneamente en el tiempo, pero con protagonistas, entornos y situaciones diferentes, que finalmente se conectan entre sí en el clímax o resolución de la obra, implica interrumpir el desarrollo de la acción de manera constante y bruscamente, trenzando o alternando capítulos o escenas, llamándose de vasos comunicantes (recordemos el capítulo de la feria en “Madame Bovary”, o las novelas “La sombra de los vientos” de Carlos Ruiz Zafón y “Pan negro”, de Emili Texeidor), y que nos es muy conocida también a través del cine, denominándose montaje paralelo o entrecortado (“cross-cutting"). Suele emplearse para generar tensión y suspense, sobre todo por conllevar, a su vez, una ralentización de las acciones hasta el clímax final, además de una aceleración temporal, al elegir fragmentos temporales concretos. De este modo, el narrador controla el ritmo narrativo para hacer coincidir acontecimientos cruciales de distintas tramas, manteniendo la tensión y el interés del lector hasta el desenlace conjunto. Es importante diferenciar esta técnica de la de obras con relatos independientes o de simples analepsis o flashbacks, ya que el núcleo es la simultaneidad y la convergencia final. La ventaja de esta estructura es que la narración se enriquece al ofrecer múltiples perspectivas sobre un mismo periodo temporal y, al converger los relatos, se provoca un mayor impacto dramático y una resolución más compleja e interesante. Además, la narración no lineal de esta novela genera ambigüedad: el lector duda sobre el orden de los sucesos y las verdaderas intenciones de algunos personajes hasta que la trama converge en su desenlace. El relato gana de este modo en profundidad, ya que distintos hilos temporales y espaciales terminarán revelando conexiones inesperadas: