1 de abril de 2015

INTRODUCCIÓN A LA LÍRICA CATALANO-PROVENZAL . EL AMOR CORTÉS.



TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR
● Influencia e introducción a la lírica provenzal en España.
● Distinción entre creadores y divulgadores de la lírica provenzal.
● Variedad social de los trovadores.
● Concreción del término "amor cortés".
● Tipos de 'amor cortés'.
● Estadios en el proceso amoroso del 'amor cortés'.
● Actores que dificultan el desarrollo del amor cortés.
● Actores que colaboran en el desarrollo del 'amor cortés'.
● Codificación del 'amor cortés'.
● Características generales del 'amor cortés'.
― Locus amoenus: el solaz del vergel primaveral.
― Sublimación de la enamorada.
― Virtudes del caballero enamorado.
― Elementos sociales del amor cortés.
― Características específicas del amor cortés en España.
● ¿En qué se fundamenta el 'amor cortés'.


INFLUENCIA E INTRODUCCIÓN DE LA LÍRICA PROVENZAL EN ESPAÑA.

El influjo de la lírica provenzal, escrita en "lemosín" —como el trovador Raymond Vidal la denominó, o "lengua d'oc", como por su parte haría Bernardo de Auriac—, que surgió en el siglo XI en Provenza, región situada en el sureste de Francia, sobre la lírica de la península española se hizo presente a partir de la segunda mitad del siglo XII, cuando el rey aragonés Alfonso II (1162-1196), conde de Barcelona y marqués de Provenza, para fortalecer su señorío sobre Occitania escribió poemas en lemosín, al modo de la lírica cortés de trovadores como Giraut de Bornelh (1138-1215), Folquet de Marselha (1150-1231), Arnaut Daniel de Ribérac (1180-1210), Arnaut de Maruelh o Peire Vidal de Toulouse o Tolosa (1175-1205), todos ellos favorables a su política de expansión en estos territorios.


ADDENDA: Respecto a como debemos denominar a la "lírica provenzal", traemos al hilo la reflexión del profesor Riquer, que considera que es impropio llamarla así:

«La lengua de los trovadores no dispuso de una denominación única y general en el tiempo de su máximo explendor literario. El término "romans", usado frecuentemente en aquellos siglos, a veces en clara oposición a "francés", y que a principios del siglo XIX intentó imponer Raynouard, es inservible porque todas las lenguas neolatinas son otros tantos romances. Se usó también con cierta asiduidad el término "lemosí", que de hecho determina una zona dialectal; más adelante —ya en el siglo XVI y aun en pleno XIX— se aplicó al catalán, lo que origina tales confusiones que aconsejan no emplearlo al tratar de la lengua de los trovadores. "Lengua d'oc", a pesar de su abolengo dantesco, parece ser que en un principio designó una comunidad geográfica, no lingüística; sobre él se creó la forma "Occitania", y su derivado "occitano", términos empleados con asiduidad por el resurgimiento literario de los felibres y que recientemente ha adquirido cierta difusión. El término "provenzal" es impugnado por una serie de críticos, por lo general franceses, a causa de que la poesía trovadoresca ni surgió en la Provenza propiamente dicha —Raimbaut d'Aurenga es el primer trovador nacido allí—, ni son precisamente provenzales la mayoría de los trovadores. En parte desaparece este contrasentido si en vez de fijarnos en las fronteras de la Provenza medieval reparamos en los límites de la "Provintia" de los romanos. Y también queda en parte justificado históricamente si recordamos que los primeros que se interesaron por la poesía trovadoresca fueron los italianos (Dante, Petrarca, etc.), y la zona que linda con Italia es la Provenza (del mismo modo, como el pueblo germánico de los "alemanes" se hallaba en el Rhin, a la nación llamada en su lengua "Deustchland" se la denomina "Allemagne (en francés [Alemania en castellano]). El término "meridional", adoptado por algunos franceses, como Anglade en su conocido manual tiene el inconveniente de ser sólo aceptable situándose en el paralelo de París».

Vésase: Meyer, Paul. "Sur la langue romane du Midi de la France et ses différents noms", in Annales du Midi, I (1889), pp. 1-15.
Lot, Ferdinand. "La dénomination de langue et littérature provençale", in Mélanges de linguistique et de littérature offerts à Alfred Jeanroy par ses élèves et ses amis. Paris: Droz, 1928, pp. 89-93.
Jeanroy. La poésie lyrique des troubadours. Vol. I. Toulouse-Paris: Privat-Didier.1934, pp. 53-57.
Salvat, J. "Provençal ou occitan?", in Annales du Midi, LXVI (1954), pp. 229-241 et in Annales du Midi : revue archéologique, historique et philologique de la France méridionale, I, 1 (1989), Langue et littérature d'oc et histoire médiévale, pp. 18-30.

Riquer, Martín de. Los trovadores. Historia literaria y textos. Barcelona: Ariel, 2012, pp. 9-10, nota 4.

[Añádase, además:
Blanchet, Philippe. "Provençal as a distinct language? Sociolinguistic patterns revealed by a recent public and political debate", in International Journal of the Sociology of Language, 169 (2004), p. 125-150.
Müller, Bodo. "Langue d’oc, Languedoc, Occitan", in Stimm, Helmut et Wilhelm, Julius (ed.): Verba et Vocabula. Ernst Gamillscheg zum 80. Geburstag. München: Fink, 1968, p. 323-342.
Regis, Riccardo. "Provenzale e occitano: vicende glottonimiche", in Estudis Romànics, 37 (2015), pp. 115-148.
Ubaud, Josiane. "Usage des mots oc, occitan, Occitanie à travers les âges. Usatge dei mots òc, occitan, Occitània a travèrs lei temps", [in linea], —http://josiane.ubaud.pagespersoorange.fr/Usage%20des%20mots%20oc-occitan-Occitanie.pdf— ].


Luego se afirmará y exteriorizará como más notable, a partir de la mitad del siglo XIII, cuando una gran corriente de trovadores occitanos (Peire Rogier, 1145- c. 1197; Peire Raimon de Tolosa, 1160?-1220?; Gausbert de Poicibot; Paulet de Marselha; Giraut del Luc; Bertran de Born, 1140-1215...), que originariamente estaban localizados en las tierras del sureste francés (Gascuña, Languedoc, Provenza, Auvernia, Lemosín, Rosellón, Tolosa, etc.) fue favorablemente acogida en los diferentes reinos hispánicos (como ocurrió también con los señoríos próximos del norte de Francia, fundamentalmente en la zona del Puy de Arras, a través de los "trouvères", troveros, y creando luego el "amor cortesano"; del norte de Italia y el suroeste y sureste de Alemania, lugares donde se dará pie a los "fidelli d'amore" o stilnuovistas, en el caso de la primera, y en la última región surgirán los Minnesänger). Así, reyes de Aragón como Jaime I el Conquistador (1208-1276) y Pedro III el Grande (1239-1285), y reyes castellanos como Alfonso VIII (1155-1214) -que fue visitado por una veintena de trovadores-, Fernando el Santo (1199-1252) y Alfonso X el Sabio (1221-1284) -que fue visitado al menos por más de diez trovadores del momento-, los aceptaron en sus cortes, interesándose por su poesía, y llegando a escribir también personalmente algunas canciones; y no sólo ellos, sino grandes señores, como don Diego López de Haro -Señor de Vizcaya-, o Pedro Ruiz de Azagra -señor de Albarracín-, el infante don Enrique, García Ortiz, el infante don Manuel, Nuño González de Lara, Lope Díaz de Haro, etc... Esos trovadores huyeron masivamente de sus tierras ante la crueldad de Carlos de Anjou en la guerra contra los cátaros instalándose en los reinos aledaños, como cantaron las crónicas: "li un van á Tolosa,/ li autre en Aragon/ e li autre en Espanha/ qui aval qui amon".

Señaló D. Marcelino Menéndez Pelayo al respecto:

« Grande fue el crédito de los trovadores del Mediodía de Francia en todas las cortes y estados de nuestra Península. Algunos de ellos la visitaron en persona: muchos más hablaron de ella y de sus príncipes, ya con amor, ya con enojo; ora impetrando y celebrando sus dádivas, ora describiendo y ponderando el esplendor de sus fiestas, ora vindicando amargamente rencores propios o ajenos con el hierro de la sátira, en aquellos tiempos tan temible. A más nobles hazañas dieron algunos de ellos voz y aliento. La prezicansa y el canto de cruzada no siempre tuvieron por tema las lejanas empresas de Ultramar. Por boca de trovadores tan antiguos como Marcabrú, Gavaudán y el futuro Obispo de Tolosa, Folqueto de Marsella, la musa provenzal se asoció noblemente a los grandes triunfos de Almería y de las Navas, lo mismo que al desastre de Alarcos. En los breves respiros que la paz otorgaba, esa misma poesía fue luz, deleite y regocijo de nuestras cortes, especialmente de la de Alfonso VIII ».
[Menéndez Pelayo, Marcelino. Historia de la poesía castellana en la Edad Media. Tomo I. Madrid: Victoriano Suárez, 1911-1913, pp. 109-110].

En efecto, debemos decir que en Castilla, ya se habían establecido contactos previos. Así, debemos dejar constancia de que, por ejemplo, Alfonso VII de Castilla y León (1105-1157), llamado Alfonso Raimúndez, fue hijo de un príncipe borgoñón, Raimundo de Borgoña (cuyo hermano Guido fue elegido papa como Calixto II), que fue nombrado junto a su esposa Urraca, por Alfonso VI, conde de Galicia; que casó con Berenguela, hermana de Ramón Berenguer IV de Barcelona, aquella famosa reina que levantó un sitio almorávide a Toledo apelando a la caballerosidad; y se hizo coronar Emperador (1135), "Imperator super omnes Hispanias nationes", por lo que le rindieron homenaje en León las gentes de Gascuña, Montpellier, Tolosa, Provenza, etc. Todos ellos, incluida la reina Berenguela, vinieron a Castilla con sus gentes, juglares y trovadores. Al menos tenemos testimonio de tres trovadores que hablaron del emperador: Cercamon, Alegret y Marcabrú (1110?-1160?). Este último estaría presente en las campañas de Coria, antes de tomarse Córdoba a los almorávides, y llegó a componer una "chançon de croada" alabando al Emperador y criticando a los francos, y que Roncaglia dató entre 1140-1145, que dice así:

I. «Emperaire, per mi mezeis,
sai, qan vostra proez’acreis,
no·m sui jes tarzatz del venir,
que jois vos pais e pretz vos creis
e jovens vos ten baut e freis,
qe·us fai vostra valor techir.

Pois lo fills de Dieu vos somo
Que·l vengetz del ling Farao,
Ben vos en devetz esbaudir!
Contra·ls Portz faillon li baro,
Li plus de conduich e de do,
E ja Dieus no·ls en lais gauzir.

Mas en cels de lai es romas,
ad ops d’Espaigna e del Vas
en devetz ben l’afan sofrir,
e·ls Sarrazis tornar atras,
del aut orguoill far venir [bas],
e Dieus er ab vos al fenir.

Als Amoravis saill conortz
per las poestatz d’outra·ls Portz
q’an pres una tela ad ordir
de drap d’enveia e de tort,
e ditz cadaüs q’a sa mort
·s fara de sa part devestir.

Mas de lai n’ant blasme li ric,
c’amon lo sojorn e l’abric,
mol jazer e soau dormir,
e nos sai, segon lo prezic,
conquerrem, de Dieu, per afic
l’onor e l’aver e·l merir.

Trop s’en van entr’els cobeitan
aicill que vergoigna non an,
e·is cuion ab lauzar cobrir;
et ieu dic lor, segon semblan,
qe·l cap derrier e·ls pes denan
los coven dels palaitz issir.

Per pauc Marcabrus non trasaill
de joven, qan per aver faill,
e cel qe plus l’ama acuillir,
qan venra al derrier badaill,
en mil marcs non daria un aill,
si·l li fara la mortz pudir.

Ab la valor de Portegal
e del rei Navar atretal,
ab sol que Barsalona·is vir
ves Toleta l’emperial,
segur poirem cridar «Reial!»
e paiana gen desconfir.

i non fosson tant gran li riu,
als Amoravis fora esqiu,
e pogram lor o ben plevir;
e s’atendon lo recaliu
de Chastella lo seignoriu,
Cordoa·ill farem magrezir!

Mas Franssa Peitau e Beiriu
aclin’a un sol seignoriu,
veign’a Dieu sai son fieu servir!

Q’ieu non sai per que princes viu,
s’a Dieu no vai son fieu servir! ».

Emperador, por mí mismo,
sé cuánto vuestro poder crece,
por lo que no he tardado en venir aquí,
porque la alegría os nutre y el mérito os hace crecer,
y la juventud, te mantiene fuerte y fresco,
que hace crecer (también) vuestro valor.

Pues el hijo de Dios os ha convocado
para que le venguéis de los descendientes del Faraón,
¡bien que debéis estar encantado!
Ya que en el Puerto Montañoso fallan los barones,
los que tienen más que dar.

y espero que Dios no les permita beneficiarse por ello.

Dado que por ellos se abandona
la obra de España España o del sepulcro,
bien vos debéis sufrirlo,
y hacer a los sarracenos tornar atrás,
y su alto orgullo hacer venir abajo:
Dios estará con vos al final.

A los almorávides conforta,
que la potestad más allá del Puerto,
se hayan puesto un paño a tejer,
de trapo de envidia y de torcedura,
y dice cada uno que a su muerte
se hará de su parte desvestir.

Mas allá se envilecen los ricos
que aman la seguridad y el abrigo,
mucho yacer y suave dormir,
y nosotros aquí, según lo predicado,
conquistaremos por designio de Dios
el honor, las riquezas y el mérito.

Demasiado codiciosos se están haciendo,
aquellos que vergüenza no tienen,
y piensan que su riqueza les ha de cubrir,
mas yo digo, según me parece,
que con la cabeza detrás y los pies delante,
deben salir de los palacios.

Marcabrú por poco no se sobresalta
de juventud, cuando por riquezas falla,
y aquel que más ama reunirlo,
cuando llegue el último jadeo,
mil marcos no dará por un ajo
si la muerte le hace pudrir.

Con el valor de Portugal,
y del rey de Navarra también,
con solo que Barcelona se quiera
volver hacia Toledo la imperial,
seguro que podremos gritar: ¡Real!,
y a la pagana gente derrotar.

Si no fuesen tan caudalosos los ríos
a los almorávides les iría esquivo,
y podríamos bien asegurar;
y si esperamos al ardor (al calor)
y de Castilla al señor,
a Córdoba les daríamos un golpe.

Ahora que Francia, Poiteau y Berrí
se inclinan a un solo señor,
¡venga aquí, a Dios hijo fiel servir!

Que yo no sé para qué un príncipe vive
si a Dios no va con su feudo a servir.


[ Alvar, Carlos. La poesía trovadoresca en España y Portugal. Madrid: Cupsa, 1977, pág. 36.

http://www.rialto.unina.it/Mbru/293.22(Gaunt-Harvey-Paterson).htm ♪♫♪ Puedes escuchar la canción♪♫♪ pinchando aquí ].

[Cfr.: Historia de España Menéndez Pidal. Vol. IX. “La reconquista y el proceso de diferenciación política (1035-1217)”. Madrid: Espasa-Calpe, 1989.
Recuero y Astray. M.J. Alfonso VII, emperador. El imperio hispánico en el siglo XII. León: Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1979.
Viñayo, A. La coronación imperial de Alfonso VII de León, 1135. León: Everest: 1979].

Seguidamente, con el paso de los años, hallaremos versos dirigidos a Fernando II y Alfonso IX de León, como los de Giraut de Bornelh: "Pero be volh que.l reis Ferans/ auia mo vers e.l reis N'Amfos!" [Bien quiero que el rey Fernando / oiga mi verso y el rey don Alfonso.], los de Guilhem Magret, Elías Cairel, Ramón Vidal de Besalú, Uc de Sant Circ...

De tal manera cantaba Pedro Vidal por qué le gustaba estar en tierras castellanas:

II. « Mout es bona terro Espanha
El rei que senhor en so Dous
e car e franc e bo
E de corteza companha;
Es' ia d' autres barós
Mout avinens e mout pros
De sen e de conoissensa
E de faitz e de parvensa;
Per que-m platz
qu entro els remanha
En l'emperial rejó
Quar ses tota contensó
Me reté gent e-m gazanha
Reis Emperaires Amfós
Per cuí jovens es joiós
Que-z el mon non a valensa
Que sa valors no la vensa».
Muy buena tierra es España.
El rey su señor es agradable,
afectuoso, franco y bueno,
y de cortés compañía;
hay, además, otros barones
muy amables y muy valerosos,
con buen juicio y conocimientos,
de buen hechos y de buen parecer;
por esto me agrada
entre ellos permanecer,
en la imperial región,
ya que sin contienda alguna
me detiene gentilmente
el rey emperador Alfonso
por quien la juventud se alegra,
que en el mundo no hay val
al que su valor no lo venza.

[ Milá y Fontanals. Manuel. De los trovadores en España. Estudio de la lengua y poesía provenzal. Barcelona: J. Verdaguer, 1861, pág. 131].

Precisamente conservamos de Ramón Vidal de Bezaudú estos versos, en los que nos relató cómo fueron recibidos los trovadores en la corte del rey castellano Alfonso VIII:

III. « Unas novas vos vuelh comtar
Que auzí dir a un joglar
En la cort del pus savi rei
Que anc fos de neguna lei
Del rei de Castela N-Anfós
E qui era condutz e dos
Sens e valors e cortezia
Et engenhs e cavalairia,
Qu' el non era ohns ni sagratz
Mas de pretz era coronatz
E de sen e de lialeza
E de valor e de proeza.
Et ac lo rey fag ajustar
Man cavayer e man joglar
En la corte man ric baró.
E can la cort complida fo
Venc la reyn Elionors
Etanc negús no vi son cors.
Estrecha venc en un mantel
D' un drap de seda bon e bel
Que hom apela sisclató
Vermelhs ab lista d'argen fo
E y hac un levon d'aur devís.
Al rey soplega, pueis s” assís
Ad una part, lonhet de lui.
Ab tan ve-us un joglar ab brui
Denan lo rei, franc, de bon aire
El dis: Rei de pretz emperaire
Ieu soi vengutz aissí a vos
E prec si-us platz que ma razós
Si' auzida et entenduda.
El reis dis: m'amor a perduda
Qui parlará d' assí avan
Tro aja dit tot son talan.
(...)».
Quiero contaros unas nuevas
que oí recitar a un juglar
en la corte del rey mas sabio
que hubo jamás de ley alguna,
del rey Alfonso de Castilla
en quien se hallaban regalos y dones,
juicio, valor y cortesía,
e ingenio y caballería,
y a pesar de no ser ungido ni sagrado,
estaba coronado de prendas,
de sentido, de lealtad,
de valor y de proeza.
Y así, el rey mandó reunir
muchos caballeros, muchos juglares
y muy ricos barones, en su corte.
Y cuando la corte estuvo cumplida
llegó la reina Eleonor (vestida)
de suerte que ninguno vio su cuerpo.
Vino ceñida estrechamente en un manto
de una tela de seda bueno y bello
al que se da el nombre de cisclatón:
era rojo con una lista de plata
y llevaba un león de oro bordado.
Al rey saluda y luego se sienta
en otra parte, lejos de él.
En esto ved llegar un juglar estrepitosamente
delante del rey, franco, de buen talante,
que le dice: -rey de prendas, emperador,
yo he venido de esta manera hasta vos
y os ruego si os place que mi asunto
sea oído y atendido.
Y el rey dijo: -mi amor ha pedido
que hable de aquí adelante,
hasta que haya dicho todo lo que le acomode.
(...)

[ Milá y Fontanals. Manuel. De los trovadores en España. Estudio de la lengua y poesía provenzal. Barcelona: J. Verdaguer, 1861, pág. 133].

Y la voz se corrió tanto entre los trovadores, de que eran bien acogidos en los reinos hispanos, que Giraut de Bornelh se ofreció en consecuencia a ser acogido por el rey Alfonso VIII:

IV. « E port prezen
al rei N'Anfos
de mos sos;
c'altra manentia
non ai mas de dir
que I'aus perofrir.
Car a valen
e mante
Pretz, me conve
qu'eu l'estei aclis
sers oltramaris».
Y le ofrezco
al rey don Alfonso
mis melodías;
pues otra riqueza
no tengo, sino decir
que me atrevo a ofrecérselo.
Y ya que tiene valía
y mantiene
a Mérito, me conviene
que yo le sea sumiso
siervo más allá del mar.

[ Alvar, Carlos. La poesía trovadoresca en España y Portugal. Madrid: Cupsa, 1977, pág. 79referencia ].

Además, es preciso mencionar, y sólo por citar un ejemplo, que Pedro III, siendo ya infante se rodeó de éstos cantores (el catalán Cerverí de Girona, Pere Salvatge, etc.), y que compuso una respuesta a una poesía de Bernal d´Aurac en forma de diálogo con su fiel Pere Salvatge. Y a continuación sus sucesores también siguieron apoyando a los trovadores: Jaime II tuvo a su lado a Jofre de Foixà, ttrovador catalán autor de las Regles de trobar (que escribió en Sicilia entre 1289 y 1291), y el mismo rey compuso una dança dedicada a la Virgen.

[Cfr.: Beltran, V., Simó, M. et Roig, Elena (eds.). Trobadors a la Peninsula Ibèrica. Homenatge al Dr. Martí de Riquer. Barcelona: Publicacions de l'Abadía de Montserrat, 2006.
Cabré, Miriam. Cerverí de Girona: un trobador al servei de Pere el Gran. Barcelona: Universitat de Barcelona, 2011.
Cerdà, Jordi et Riquer, Isabel de. Paulet de Marselha: un provençal a la cort dels reis d'Aragó. Barcelona: Columna, 1996.
Dronke, P..- La lírica en la Edad Media. Barcelona, Seix Barral, 1.978.
Frago, J. A.: «Literatura navarro-aragonesa», in Historia de las literaturas hispánicas no castellanas. Madrid: Taurus, 1980, pp. 221-276.
Riquer, M. «Thomás Périz de Fozes, trovador aragonés en lengua provenzal», in A.F.A., III, Zaragoza, 1950, pp. 5-23.
Web http://monoccitania.50webs.com/, que contiene diversos poemas de varios trovadores. ]