22 de septiembre de 2015

INNOVACIONES DRAMÁTICAS EN LA COMEDIA NUEVA ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII, A TRAVÉS DE LO QUE JOSÉ PELLICER EXPUSO EN "IDEA DE LA COMEDIA DE CASTILLA" (1.635).


Hemos visto en nuestra entrada «¿Qué aceptaron los dramaturgos y preceptistas del siglo de oro de la "Poética" de Aristóteles?» que se admitieron algunos de los preceptos aristotélicos en la "Comedia Nueva" del siglo XVII. A ello hay que añadirle las innovaciones que se aportaron, y de lo que ya vimos también algunas cuestiones en nuestra entrada «"El Arte Nuevo de hacer Comedias en este Tiempo" de Lope de Vega», entre las que destacamos:

PRECEPTO 1º.- FINALIDAD DE LA COMEDIA. Debe procurar el artífice en su contexto que saquen escarmiento y no ejemplo de las acciones malas, ejemplo y no escarmiento de las acciones buenas. Para lo cual conviene que apure los colores a la elocuencia y pinte los vicios tan feos, describa los delitos tan abominables y represente las culpas tan horribles que el mozo inadvertido, la doncella incauta, el hombre maduro, la mujer experimentada y todo linaje de gentes les cobren horror y no deseo, y vayan persuadidos con aquella apariencia escandalosa a oír la traición viéndola castigada, el adulterio reprehendido, acusado el homicidio, reprobada la liviandad, infamada la cobardía, para evitar semejantes insultos al ver desairada la envidia, afrentosa la malicia, culpado el engaño, deshonrada la mentira, mal vista la torpeza, aborrecida la maldad y descubierta la alevosía. Al contrario debe el poeta cuidar muy atento de ensalzar las virtudes morales, engrandecer los hechos generosos, sublimar la clemencia, alabar la piedad y las demás acciones que añaden méritos accidentales a la inclinación, adornando sus períodos con toda la eficacia, toda la energía y todo el aparato de voces y conceptos de que es capaz el idioma español, tanto que despierte con furor divino en los oyentes un fervor activo de imitar aquello que mira, haciéndose el varón liberal, cortés, valiente, sufrido, magnánimo, cortesano, ingenioso, afable, cuerdo, constante y entendido; y la mujer honesta, templada, virtuosa, entera, fuerte, discreta, mesurada y atenta. (…)
Porque la definición de la comedia es una acción que guíe a imitar lo bueno y a excusar lo malo”.

En efecto, la comedia española del siglo XVII no es producto directo del gusto de las masas o del vulgo, sino un drama basado en la poética de Aristóteles con los cambios necesarios para modernizar lo que el gusto estético de los dramaturgos, que no del vulgo, exigía en el momento de la creación, y fue el gusto de Lope de Vega y su escuela el que mandaba en el gusto del vulgo.

Fue este drama el que enseñó al pueblo español del siglo XVII a saber lo que era la vida a través de una exposición bella y moral al mismo tiempo. Para Aubrun [Aubrun, Charles Vincent.- La comedia española (1600–1680). Madrid, Taurus, 1.968] el teatro supone un medio de aculturación del pueblo, el medio a través del cual se le comunica una ideología conservadora y conformista. Además, es inútil buscar originalidad de pensamiento: el dramaturgo barroco aspira a ser la conciencia de la sociedad. De ahí que se suela decir que la finalidad principal de la comedia es LA EVASIÓN, el deleite, mas puesta al servicio de la clase dominante se convirtió también en PROPAGANDA DE VALORES políticos y religiosos, según Maravall
[Maravall, J. A..- La cultura del Barroco. Análisis de una estructura histórica. Barcelona, Ariel, 1.996].

A pesar de ello, también hubo crítica clara a los poderosos de la época (fundamentalmente a los validos).