25 de enero de 2016

DESDE QUÉ PUNTO DE VISTA SE NARRA EL RELATO. FOCALIZACIÓN DE LA NARRACIÓN. TIPOS DE NARRADORES.


Hemos dicho EN NUESTRA ANTERIOR ENTRADA, que quien relata la HISTORIA es el NARRADOR, luego ésta será seleccionada, matizada, siempre, bajo su punto de vista.

En efecto, la primera característica del narrador es que

"representa un punto de vista, una perspectiva desde la cual se nos relata la acción, y, además, una técnica mediante la cual se logran ciertos efectos en la percepción del lector".
[Luraschi, Ilse Adriana. "Narradores en la obra de Juan Rulfo: estudio de sus funciones y sus efectos", in Cuadernos Hispanoamericanos, CCCVIII (1976), pág. 5.]
Cuando decimos "punto de vista" estamos refiriéndonos, según expresaron Bourneauf y Ouller, a
el ángulo de visión, el foco narrativo, el punto óptico en que se sitúa en narrador para contar su historia"
[Bourneauf, R. et Ouller, R.. La novela. Barcelona: Ariel, 1975]

Otros críticos lo denominan "perspectiva", "foco de narración" (Brooks, Warren), "visión" (Pouillon), "aspectos y modos de ficción" (Todorov)...

Cuando hablamos de "punto de vista" también estamos hablando de "postura ante el mundo", pues ésta

"refleja las concepciones del mundo con las opciones de ver las cosas desde más lejos, más cerca, desde el interior, desde el exterior, etc."
[Pozuelo Yvancos, José María. Teoría del lenguaje literario. Madrid: Cátedra, 1988.]

Recordemos que ya Ortega y Gasset ["La doctrina del punto de vista" in El tema de nuestro tiempo. Madrid, Revista de Occidente, 1923, pp. 93-107] , a principios del siglo pasado, consideró que

"La realidad, aunque es una, se muestra inevitablemente múltiple, habida cuenta de que cada hombre se asoma al mundo desde el lugar de observación que le es peculiar. Así pues, la percepción, y el conocimiento, de la realidad varían de acuerdo con la perspectiva adoptada en cada caso. De este modo, prosigue Ortega, en cuanto elemento configurador de la realidad la perspectiva se presenta como un componente inseparable de ella".
Porque para Ortega, “Cada vida es un punto de vista sobre el universo [...] insustituible”. Es decir, la verdad se concibe desde cada vida, adquiere una dimensión vital, porque la realidad no es independiente del sujeto, de su punto de vista, que es parcial pero verdadera:
"Pero es el caso que la realidad, como un paisaje, tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y auténticas. La sola perspectiva falsa es esa que pretende ser la única".
[Cfr. para más detalle: Sánchez Martínez, Antonio.- Texto Ortega. EL tema de nuestro tiempo, in Apuntes del profesor de filosofía ].

O Burroway, quien considera que como

"el autor quiere hacernos compartir su perspectiva, las respuestas nos ayudarán a descubrir su opinión, sus juicios, su actitud o su mensaje".
[Burroway, Janet. "Punto de vista", in www.ciudadseva.com].

Asmiso, Juan Goytisolo consideró que

"Narrar es tomar una posición -un ángulo de enfoque si se quiere- sobre lo que se narra. (...) Toda narración es siempre una narración de alguien, sea persona, cámara o conciencia, varían de un modo caprichoso y arbitrario su posición respecto a los personajes, ofreciéndonos tan pronto sus pensamientos y reflexiones, como describiéndolos desde fuera ... "
[Goytisolo, Juan. Problemas de la novela. Barcelona: Seix Barral, 1959, pág. 22].

Ese ángulo de visión puede ser único o múltiple, como veremos, llegando a generar en diversas novelas el denominado "perspectivismo".

Por tanto, podemos decir que la orientación temática de los distintos planos frente al mundo constituyen un punto de vista, que Fowler [Fowler, Roger. Linguistics and the Novel. London: Methuen, 1977] (revisando el modelo de Uspensky) estableció en: punto de vista ideológico, temporal, espacial y psicológico; y que la profesora Pimentel ha ampliado en:

punto de vista espacio temporal,
[deberemos estar atentos para descubrir la capacidad de las figuras retóricas de representar el punto de vista espacio-temporal, que además nos reflejarán el estilo del autor.]

punto de vista cognitivo, es decir, a través de lo que el personaje piensa o sabe;

punto de vista afectivo, esto es, a través de lo que el personaje siente;

punto de vista perceptual, es decir, a través de lo que el personaje ve y escucha, prevaleciendo la acción externa del personaje. De hecho, se nos hace necesario separar las dimensiones de lo perceptual (percibir)y de lo verbal (narrar) claramente (ángulo focal y voz narrativa), pues en no pocas ocasiones el origen de la perspectiva varía a lo largo de la narración (afectando a la construcción del suceso, del personaje, del espacio...), y con ella la "voz" (que narra, enjuicia, evalúa, etc...). Así pues, habría que dstinguir:

EL SUJETO DE LA PERCEPCIÓN, que puede ocupar tres posiciones en el interior de la estructura del texto:
a) El sujeto de la percepción coincide con el sujeto de la enunciación, digamos que quien ve o percibe coincide. o bien con quien habla, el narrador, o bien con quien escucha, esto es, aquél a quien se destina la historia, el narratario. Esto es, la coincidencia puede darse con el narrador o con el narratario, o dicho de otra manera, con la fuente de la voz o con la fuente de la escucha. Esta coincidencia se puede manifestar cuando el narrador delega en uno o varios personajes la función de contar la historia.
b) El sujeto de la percepción no coincide con el sujeto de la enunciación; es decir, el sujeto de la percepción puede instalarse en uno o varios actores, o bien ocupar un lugar independiente de los otros papeles narrativos.
c) hay una situación híbrida, a veces coincide y a veces no, pudiendo darse coincidencia con narrador/narratario, coincidencia con algún actor o actores, o aparición como figura independiente de las demás.
El OBJETO DE LA PERCEPCIÓN, que puede ser:
a) La percepción del espacio exterior, en la que la forma con que se asume el espacio exterior descrito indica, además, el ángulo del cual proviene la percepción. Aquello que se muestra del espacio exterior es lo percibido por un sujeto de percepción, de ahí que digamos que el objeto se construye en esa relación con el sujeto, siendo fundamental la distancia (aquí-allí, delante-detrás...).
b) La percepción del mundo interior, con las triparticiones clásicas (que más abajo explicaremos) entre el narrador que sabe más (focalización cero, narrador omnisciente), igual (focalización interna) o menos (focalización externa) que el personaje.
c) La percepción de las sensaciones corporales.
EL SABER DE LA PERCEPCIÓN, considerado este como las evaluaciones, los juicios, las apreciaciones, en la medida en que estos últimos, por estar articulados mediante una voz e implican una restricción y un alcance de la observación, un ángulo de donde parte la consideración que se realiza, un objeto al que se recorta y una apelación a la consideración del otro.
[Filinich, María Isabel. "La perspectiva en la narración: una guía para la lectura", in Colección Pedagógica Universitaria, enero-junio 1998, núm. 29, en línea.]

punto de vista ideológico, o por la posición ideológica que el personaje mantiene;

punto de vista ético, esto es, a través de las convicciones y actitudes éticas del personaje;

punto de vista estilístico.
[Pimentel Anduiza, Luz Aurora. El relato en perspectiva: estudio de teoría narrativa. México: Siglo XXI, 1998, pág. 97.]

En todo caso, la crítica suele señalar que en el texto narrativo debemos analizar las siguientes PERSPECTIVAS:


En efecto, "el punto de vista" ha sido analizado fundamentalmente bien como "visiones" (Pouillon), bien como "aspectos" (Todorov), bien como "focalizaciones" (Genette), que se sustentan en los mismos criterios: la diversidad o semejanza en cuanto al alcance de la visión y la cantidad de saber del narrador (en tanto portador de la voz) en relación con los personajes.

Estos criterios se ampliarán después con Friedman y Stanzel. Mas es a través de Iser y Pimentel, al considerar que la perspectiva no sólo puede provenir del narrador sino también del personaje, de la trama y del lector, cuando obtengamos un campo más amplio de referencias para "el punto de vista". Vamos a verlo con más detenimiento.

Veamos primero este esquema, que luego desarrollamos:

C. Brooks y R. P. Warren [Understanding fiction. Appleton Century Crofts, Inc. New York, 1959] diferenciaron cuatro focos de narración:
1. EL DE LA PRIMERA PERSONA, cuando un personaje cuenta su propia historia.

2. EL DE LA PRIMERA PERSONA-OBSERVADORA, cuando un personaje narra en primera persona una historia que ha observado.

3. EL DEL NARRADOR-OBSERVADOR, que no penetra en la conciencia de los personajes ni hace comentarios propios.

4. EL DEL NARRADOR OMNISCIENTE.
[Cfr.: Ayuso de Vicente, Mª V., et García Gallarín, C., et Solano Santos, S. "Punto de vista", in Diccionario de Términos literarios. Madrid: Akal, 1990, pág. 314]

■ J. Pouillon, [Tiempo y novela. Buenos Aires, Paidós, 1970] por su parte, estableció una triple clasificación de focalización, que él denominó "visiones" del relato o diversos modos de comprensión, de conocimiento, de la acción y de los personajes, y que luego retomará Todorov denominándolas "aspectos" del relato:

1. LA VISIÓN "POR DETRÁS" que supone un narrador que lo sabe todo.

2. LA VISIÓN "CON", en la que el narrador sabe lo mismo que los personaje. Vemos a los demás personajes a través de él.

3. LA VISIÓN "DESDE FUERA", en la que el narrador se limita a contar lo que ve, pretendiendo ser objetivo.


Genette y C. Reis, ampliado por Rimmon-Kenan, que partieron de Pouillon y Todorov, nos indicaron que podemos encontrarnos con varios TIPOS DE NARRADOR, SEGÚN SU RELACIÓN CON LA DIÉGESIS , dependiendo del nivel narrativo en que se sitúe, el grado de participación que tenga, el grado de perceptibilidad y el grado de fiabilidad. Genette dice que entre los episodios que están "dentro" o "fuera" del relato principal existe una especie de distancia, que denomina "nivel", y que genera diferentes tipos de relato. Estas diferencias consisten en que "todo acontecimiento referido por un relato se encuentra en un nivel diegético inmediatamente superior a aquel en que se sitúa el acto narrativo productor del relato". Así, a cada nivel diegético (extradiegético, intradiegético -el narrador es un personaje también- y metadiegético) le corresponde un modo diegético de narrador (heterodiegético, homodiegético y metadiegético).

a) RELATO HETERODIEGÉTICO, ("otra historia") que es cuando el narrador cuenta una historia que no ha vivido como personaje, la cual recrea desde fuera y con posterioridad a los hechos relatados.
Esto es, el narrador se encuentra fuera del relato principal, no es un personaje que participe de los hechos narrados.
Narra los hechos en 3ª persona.

b) RELATO HOMODIEGÉTICO, ("igual historia") cuando el narrador es un personaje que se sitúa dentro de la historia relatada. Esto es, participa en la historia contada.
Usa la primera persona singular.
Es un personaje secundario de la historia que se cuenta, que ha vivido la historia desde fuera, pero que es parte del relato.

c) RELATO AUTODIEGÉTICO, ("propia historia") cuando el narrador, como protagonista de la propia historia, cuenta unos hechos valiéndose de sus recuerdos y nos los acerca o aleja basándose en valores afectivos, ideológicos, morales, etc.
Es decir, el protagonista narra su propia historia.
Usa la primera persona de singular.

d) RELATO METADIEGÉTICO, en la que un personaje se convierte ocasionalmente en narrador de una o varias historias encajadas en la principal. P. ej.: en el "Quijote", el cautivo cuenta su propia historia, que a su vez forma parte de la historia del "Quijote".
Se trata de una narración subordinada o de segundo nivel.

e) RELATO HIPODIEGÉTICO, cuando el narrador que narra una historia está dentro de la historia principal.

f) HETERODIEGÉTICO-EXTRADIEGÉTICO, que es un narrador ausente de la historia y con una autoridad narratorial superior a la historia. Se le suele llamar "narrador omnisciente” pues conoce las pensamientos y sentimientos íntimos de los personajes, su pasado, presente y futuro; está presente en situaciones donde se supone que los personajes están solos o sabe lo que pasa simultáneamente en distintos sitios a la misma hora.

g) HOMODIEGÉTICO-EXTRADIEGÉTICO, que es un narrador que participa en la historia como personaje, pero que, a la vez, es superior a la historia que narra.

h) HOMODIEGÉTICO-INTRADIEGÉTICO , que es un narrador que está presente en la historia y que participa en ella.

i) INTRADIEGÉTICO-HETERODIEGÉTICO, que es un narrador que está presente en la historia pero que no participa en la acción. Un ejemplo lo tenemos en las conocidas "Mil y una noches", donde Scheherezade es un personaje que no participa en las historias que narra

Respecto al grado de fiabilidad, tenemos que decir que no toda la información que nos suministra el narrador es necesariamente cierta, ya que un narrador puede tener un conocimiento limitado, puede estar involucrado personalmente en lo que cuenta, puede tener un esquema de valores problemático..., etc. Así, deberemos fijarnos en si los hechos contradicen o no la visión del narrador, si la visión de otros personajes choca o no con la del narrador o si el lenguaje del narrador tiene contradicciones internas. En los casos en que el narrador no es "fiable", el texto tiene una doble lectura que hace que la participación del lector sea más activa.

Por otro lado, son tres los NIVELES NARRATIVOS, tal y como hemos mencionado:

a) NIVEL EXTRADIEGÉTICO, cuando un narrador de primer nivel inicia un relato con el que se narra esa historia o diégesis.

b) NIVEL INTRADIEGÉTICO, narrador surgido como personaje, al que el extradiegético le cede la voz para que introduzca su propio relato, de modo que un nuevo relato surge dentro del relato inicial o de primer nivel.

c) NIVEL METADIEGÉTICO, cuando un narrador de segundo nivel (intradiegético), inserta a su vez un nuevo relato.

Además, éstos mismo estudiosos nos dijeron que son seis las FUNCIONES QUE PUEDE CUMPLIR EL RELATO DE SEGUNDO NIVEL CON EL RELATO PRINCIPAL:

FUNCIÓN EXPLICATIVA , característica de un relato metadiegético, consistente en explicar cualquier causa pendiente en la historia u ofrecer cualquier tipo de información acerca de sus contenidos. Este tipo de relato está claramente al servicio del discurso principal formando parte de su línea causal y respondiendo a cualquier pregunta formulada o suspendida en el anterior. Se produce un flashback narrado por un personaje (analepsis metadiegética).

FUNCIÓN PREMONITORIA , consistente en anticipar futuras consecuencias o sucesos en la historia principal. A esta categoría pertenecen todos los sueños premonitorios de los personajes y los relatos proféticos, por ejemplo. Se trata, pues, de un flashforward narrado por un personaje (prolepsis metadiegética).

FUNCIÓN TEMÁTICA PURA , que trata de proponer una comparación, bien por contraste bien por semejanza entre el relato secundario y el principal. En este caso no existe ningún tipo de continuidad espacio-temporal ni causal entre los dos, únicamente la relación se establece en el terreno de las ideas que el autor quiera abordar en su historia.

FUNCIÓN PERSUASIVA , en el que la historia narrada en el relato secundario tiene consecuencias en la historia principal, a través de las posibles influencias que ejerza sobre el narratario.

FUNCIÓN DISTRACTIVA , en la que no hay ningún tipo de relación entre la historia secundaria y la principal, cuya función es la de "distraer" al narratario.

FUNCIÓN OBSTRUCTIVA , por la que, no habiendo tampoco ningún tipo de relación entre la historia secundaria y la principal, , su función principal es onstruir, retrasar, suspender la resolución principal.


Friedman, por su parte, nos enseñó que una misma historia puede ser contada de maneras muy diversas, sobre todo si tenemos en cuenta que no siempre son los mismos quienes pueden responder a las preguntas ¿QUIÉN VE? o ¿DÓNDE ESTÁ EL FOCO DE PERCEPCIÓN? y ¿QUIÉN HABLA?

Por ello, Mieke Bal nos dirá que

"la focalización es la relación entre la "visión", el agente que ve, y lo que se ve. Esta relación es un componente de la historia, parte del contenido del texto narrativo: A dice que B contempla lo que hace C. A veces la diferencia no existe, por ejemplo cuando al lector se le presenta una visión lo más directamente posible. Los diversos agentes no se pueden aislar entonces; coinciden. Esa es una forma de "monólogo interior". Por consiguiente, la focalización pertenece a la historia, al estrato intermedio entre el texto lingüístico y la fábula. Puesto que la definición de fozalización se refiere a la relación, deberán estudiarse por separado ambos polos de esa relación, el sujeto y el objeto de la focalización. El sujeto de la focalización [QUIÉN VE], el "focalizador", constituye el punto desde el que se contemplan los elementos. Ese punto puede corresponder a un personaje referido a un elemento de la fábula, o fuera de él. Si el focalizador coincide con el personaje, éste tendrá una ventaja técnica frente a los demás. El lector observa con los ojos del presente por medio de dicho personaje (...).
La focalización vinculada a un personaje puede variar, puede pasar de un personaje a otro (...) Cuando la focalización corresponde a un personaje que participa en la fábula como actor, nos podremos referir a una focalización "interna". Podremos indicar, entonces, por medio del término focalización "externa" que un agente anónimo, situado fuera de la fábula, opera como focalizador (...).
Es importante determinar qué personaje focaliza qué objeto. La combinación entre un focalizador y un objeto focalizado puede ser en gran medida constante (...), o puede variar mucho. La investigación de esas combinaciones es importante porque la imagen que recibimos del objeto viene determinada por el focalizador. A la inversa, la imagen que un focalizador presenta de un objeto nos dice algo sobre el focalizador mismo. Cuando está "implicada" la focalización, ¿hacia dónde se dirige?
1. ¿QUÉ focaliza el personaje: a qué se dirige?
2. ¿CÓMO lo hace: con qué actitud contempla las cosas?
3. ¿QUIÉN focaliza: de quién es el objeto focalizado?"
[Bal, Mieke.- Teoría de la narrativa (una introducción a la narratología). Madrid, Cátedra, 1990, pp. 110-112]

Esto originará que no sólo debamos atender al punto de vista de quien observa y de quien narra, sino que deberemos fijarnos también en los focalizadores y los objetos que enfocan y cómo lo hacen.

Por eso, Friedman estableció una nueva clasificación, siguiendo la misma línea de Lubbock, distinguiendo ocho categorías que marcan los grados de extinción autorial en el arte narrativo:

• omnisciencia editorial,
• omnisciencia neutral,
• yo-testigo,
• yo-protagonista,
• omnisciencia múltiple selectiva,
• omnisciencia selectiva,
• modo dramático,
• modo de cámara.

Presentó, pues, una gradación que se extiende desde la presencia activa de un autor que lo conoce todo y que realiza juicios, comentarios o análisis (omnisciencia editorial) hasta la perspectiva que se asemeja a la de una cámara aparentemente neutral, que se limita a observar externamente todo lo sucedido, y en la que el narrador está ausente.

Nosotros la completaremos y reformularemos, asumiendo el conjunto de todas las denominaciones anteriores que hemos ido refiriendo, dando las siguientes posibilidades:

1. NARRADOR EN PRIMERA PERSONA.

También llamado narrador INTERNO, u HOMODIEGÉTICO o INTRADIEGÉTICO (que está dentro del relato), o AUTODIEGÉTICO (que es el protagonista).
Su planteamiento es subjetivo.
Sólo relata lo que él conoce.
Puede adoptar las siguientes formas:

a) Narrador Protagonista. Cuenta su propia historia y es el personaje principal. Es propio de los diarios o las autobiografías. Ej.: “Lazarillo de Tormes”, “Los Viajes de Gulliver”.

b) Narrador testigo o personaje secundario. Cuenta una historia, en la que participa como personaje secundario, pero de la que no es protagonista.

c) Monólogo interior. Trata de reproducir los mecanismos del pensamiento, como es la asociación de ideas, imágenes, etc.

2. NARRADOR EN SEGUNDA PERSONA.

Podemos hallar los siguientes narradores en 2ª persona:

a) NARRADOR AUTOREFLEXIVO, AUTODIEGÉTICO, que se cuenta la historia a sí mismo o a un yo desdoblado, intensificando la subjetividad. Distinguiendo:
1. NARRADOR EN 2ª PERSONA TITIRITERO. Es el Narrador que se encuentra fuera de la historia, y le dicta ésta al protagonista y al lector al mismo tiempo. Es un Dios implacable, con una carga de mandato o augurio.

2. NARRADOR 2ª PERSONA ESPEJO-CONCIENCIA. Desdoblamiento del yo del protagonista que se dirige a sí mismo desde su conciencia, aunque parezca hablarle al lector. Le sirve para aclararse las ideas, conocerse mejor, sincerarse...

b) NARRADOR EN 2ª PERSONA APARENTE. Cuenta algo a un personaje, de lo que él no ha podido conocer. Puede ser:

(1) NARRADOR EN 2ª PERSONA EPISTOLAR. Es el narrador propio de una carta, donde el receptor es un “tú”.

(2) NARRADOR EN 2ª PERSONA CÓMPLICE. Cuando el Narrador en 1ª persona se desliza hacia la 2ª persona para involucrar, buscar complicidad con el lector.

c) NARRATARIO INVOLUCRADO. El narrador le habla directamente al narratario y le involucra en la trama, como si estuviera presente (“estás a punto de leer XX. Relájate…”).

3. EN TERCERA PERSONA.

También llamado EXTERNO o HETERODIEGÉTICO o EXTRADIGÉTICO (que está fuera del relato).
Es Objetivo.

Podemos hallar los siguientes tipos:

a) NARRADOR OMNISCIENTE. Es el NARRADOR que lo sabe todo. Hay varias posibilidades:
(1) NARRADOR OMNISCIENTE TRADICIONAL. Es el narrador que domina absolutamente el tiempo y la conciencia de los personajes, es un autor-Dios que lo sabe todo.

(2) NARRADOR OMNISCIENTE EDITORIAL. Es el narrador que crea otro narrador por encima de él.

(3) NARRADOR OMNISCIENTE CONTROLADOR ABSOLUTO DEL ESPACIO, Este narrador muestra acontecimientos producidos en varios lugares al mismo tiempo.

(4) NARRADOR OMNISCIENTE NEUTRO. Es el narrador que quiere volverse invisible, para que la historia parezca objetiva.

(5) NARRADOR OBSERVADOR-REFLECTOR. Es el narrador muy del estilo de Henry James, consistente en que el narrador-observador se implica en la acción, aunque esté alejado de ella; es decir, desarrolla su papel en la historia y actúa de intemediario con el lector, proporcionándole no la interpretación completa de la escena, sino las claves para que él mismo pueda interpretarlas, llegando a identificarse "ficticiamente" el escritor con el narrador-observador. A través del narrador-reflector, se manifiesta lo que el lector va conociendo de los acontecimientos.

b) NARRADOR OBJETIVO o DEFICIENTE. No incluye ninguna subjetividad ni de él ni de los personajes.

c) NARRADOR ENCICLOPÉDICO. Es un narrador especialmente imparcial, objetivo, ecuánime.

d) NARRADOR OBSERVADOR. Es un narrador de conocimiento relativo o limitado, selectivo, parcial. Puede ser

(1) NARRADOR TESTIGO IMPRESIONAL. Nos da la mirada de una cámara. P. ej. “La Colmena”.

(2) NARRADOR TESTIGO PRESENCIAL, Nos narra lo que ha vivido tiempo atrás.

e) NARRADOR DRAMÁTICO.

f) NARRADOR EQUISCIENTE. Se identifica con un personaje determinado y conoce sólo lo que conoce el personaje.

g) NARRADOR TRANSCRIPTOR Y EDITOR. Simula no ser el creador, sino que edita un texto que ha encontrado o le han confiado.

4. PLURIPERSPECTIVA.

También llamado MULTIPLICIDAD DE VOCES, HETEROFONÍA, DIALOGISMO, CONTRAPUNTO, por el que simultáneamente se cuentan varias historias paralelas (o la misma desde diferentes puntos de vista), protagonizadas por distintos personajes, en la simultaneidad de escenas próximas o alejadas, y en los saltos de pasado y presente, incluso el contrapunto puede ser temático o metafórico. Todos los cambios de contrapunto suelen tener un elemento de enlace.

■ Pero ya hemos dicho más arriba que será la profesora Pimentel quien considere que no se puede reducir la incidencia de esta estrategia de composición a la conciencia del personaje sino que también otros dominios como el espaciotemporal, ético, cognitivo, afectivo, perceptual, ideológico, estilístico, son susceptibles de ser puestos en perspectiva. Su concepción amplía el campo comprendido por la perspectiva en dos sentidos: por el lado del agente de la focalización o sujeto de la percepción narrativa, el cual puede instalarse no sólo en el narrador sino también en otras instancias (personaje, trama, lector) y por el lado de aquello sobre lo cual se ejerce la actividad perceptiva, incorporando distintos dominios o formas de tematización de la perspectiva.
[Filinich, María Isabel. "La puesta en perspectiva", in Moderna språk, 107-2 (2013), pp. 74-89]

La perspectiva del narrador (desarrollada por G. Genette), que puede tener tres tipos básicos:
relato de focalización cero, o de narrador omnisciente, o "relato de visión por detrás": el narrador dice más de lo que pueda saber ninguno de los personajes;

relato de focalización interna,, o "relato con punto de vista" o "relato de campo limitado", o "relato de visión con", en que el narrador no sabe más que lo que el personaje: el narrador no ve más que lo que sabe el personaje. Esta focalización se realiza plenamente en el monólogo interior. Puede ser, a su vez:

fija: enfocada por un personaje;
variable: enfocada por un número limitado de personajes;
múltiple: cada personaje se convierte en un narrador;
tono disonante: se dan dos visiones del mundo;
tono consonante: el personaje es la referencia y el narrador narra;
relato de focalización externa, o "relato objetivo", o "conductista", o "relato de visión desde afuera", en donde se da una polifonía o alternancia en la perspectiva del narrador y de los personajes. El narrador ve menos de lo que sabe cualquiera de sus personajes, asistiendo sólo a sus actos, sin tener acceso a ninguna conciencia.
La perspectiva de los personajes, que puede mostrarse :
a través del narrador:
acontecimiento narrado: discurso narrativo;
acción en proceso: discurso directo;
a través de ellos mismos;
la perspectiva de la trama:
orientación y selección,
cómo se teje,
cómo se distribuye;

la perspectiva del lector:
presencia activa del lector
lector implícito.



Regresa al ÍNDICE DEL TEMA para continuar sabiendo más sobre el texto narrativo y la narración.


BIBLIOGRAFÍA.

Adam, J.M. Lingüística de los textos narrativos. Barcelona: Ariel, 1999.

Ayuso de Vicente, Mª V., et García Gallarín, C., et Solano Santos, S. Diccionario de Términos literarios. Madrid: Akal, 1990.

Baquero Goyanes, Mario. Estructuras de la novela actual. Madrid: Castalia, 1995.

Batjín, M. Teoría y estética de la novela. Madrid: Taurus, 1989.

Bobes Naves, María del Carmen. Teoría general de la novela. Semiología de 'La Regenta'. Madrid: Gredos, 1985.

Booth, W. The rethoric of fiction. Chicado-London: Chicado-Press, 1961. [Retórica de la ficción. Barcelona: Bosch, 1974].
________ . «Distance et point de vue», in Poétique, 4 (1970), pp. 511-524.

Bourneauf, R. et Ouller, R. La novela. Barcelona: ARiel, 1975.

Brooks, C. et Warren, R. P. Understanding fiction. Appleton Century Crofts, Inc. New York, 1959.

Burroway, Janet. "Punto de vista", in www.ciudadseva.com.

Butor, M. Essais sur le roman. Paris: Gallimard, 1969.

Catelli, Nora Elena. «El punto de vista», in Gándara. A. (ed.). La novela del siglo XX y su mundo. Madrid: Escuela de Letras, 1997, pp. 183-196.

Chatman, Seymour. Historia y discurso. La estructura narrativa en la novela y en el cine. Madrid: Taurus, 1990.

Estébanez Calderón, Demetrio. Diccionario de términos literarios. Madrid: Alianza, 1999.

Filinich, María Isabel. "La perspectiva en la narración: una guía para la lectura", in Colección Pedagógica Universitaria, enero-junio 1998, núm. 29, en línea.
______ . "La puesta en perspectiva", in Moderna språk, 107-2 (2013), pp. 74-89

Forster, Edward Morgan. Aspectos de la novela. Madrid: Debate, 1983.

Fowler, Roger. Linguistics and the Novel. London: Methuen, 1977.

Friedman, F. «Point of view in fiction. The development of a critical concept», in P. Sterik (ed.). The theory of the novel, New York: The Free Press, 1955.

Gándara, A. (ed.). La Novela del siglo XX y su mundo. Madrid: Escuela de Letras, 1997.

García Landa, José Ángel. Acción, relato, discurso. Estructura de la ficción narrativa. Salamanca: Univ. Salamanca, 1998.

Garrido Domínguez, Antonio. El texto narrativo. Madrid: Arco-Libros, 1996.

Genette, G. Figures III. Paris: Seuil, 1972 [Figuras. III. Barcelona: Lumen, 1989].

Goytisolo, Juan. Problemas de la novela. Barcelona: Seix Barral, 1959.

Kermonde, F. El sentido de un final. Estudios sobre la teoría de la ficción. Barcelona: Gedisa, 1983.

Linvelt, R. Essai de typologie narrative. Le point de vue. Paris: Corti, 1971.

Luraschi, Ilse Adriana. "Narradores en la obra de Juan Rulfo: estudio de sus funciones y sus efectos", in Cuadernos Hispanoamericanos, CCCVIII (1976), pp. 5-29.

Molina Fernández, Carolina. "Cómo se analiza una novela. Teoría y práctica del relato, I", in Per Abbat: boletín filológico de actualización académica y didáctica, 1 (2006), pp. 35 a 60.
_______________ . "Cómo se analiza una novela. Teoría y práctica del relato, II", in Per Abbat: boletín filológico de actualización académica y didáctica, 2 (2007), pp. 47-52.

Ortega y Gasset, José. "La doctrina del punto de vista", in El tema de nuestro tiempo. Madrid: Revista de Occidente, 1923, pp. 93-107.

Paz, O. La otra voz. Barcelona: Seix Barral, 1990.

Pimentel Anduiza, Luz Aurora. El relato en perspectiva: estudio de teoría narrativa. México: Siglo XXI, 1998.

Pouillon, J. Tiempo y novela. Buenos Aires: Paidós, 1970.

Pozuelo Yvancos, José María: Teoría del lenguaje literario. Madrid: Cátedra, 1988.

Rabaté, D. Poétiques de la voix. Paris: José Corti, 1999.

Reis, Carlos et Lopes, Ana Cristina. Diccionario de narratología. Salamanca: Colegio de España, 1996.

Reiz de Rivarola, S. «Voces y conciencias modelizantes en el relato literario ficcional», in T. Todorov. La crisis de la literariedad. Barcelona: Taurus, 1987, pp. 125-154.

Ricoeur, P. Temps et récit,. Vol. II. Paris: Éditions du seuil, 1984.

Sullá, Enric. Teoría de la novela. Barcelona: Grijalbo Mondadori, 1996.

Todorov, Tzventan (coord.). Teoría de la literatura de los formalistas rusos. Madrid: Siglo XXI, 1970.
_________ . «Les catégories du récit littéraire», in Communications, 8. Paris: Seuil, 1981.

Uspenski, B. A Poetics of composition. Bloomington: Indiana University Press, 1973.

Valles Calatrava, José Rafael (dir.). Diccionario de teoría de la narrativa. Granada: Alhulia, 2002.

Villanueva, Darío (coord.). Curso de Teoría de la Literatura. Madrid: Taurus, 1994.







No hay comentarios:

Publicar un comentario