8 de abril de 2018

LA NOVELA SENTIMENTAL DE LOS SIGLOS DE ORO


TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR
0. Introducción.
1. Características generales.
2. Orígenes.
3. Corpus de las obras y etapas más significativas.
4. Comentario de las obras más representativas.

Juan Rodríguez del Padrón.

Siervo libre de amor.

Diego de San Pedro.

Tratado de Amores de Arnalte y Lucenda.

Cárcel de amor.

Juan de Flores.

Historia de Grisel y Mirabella, con la disputa de Torrellas y Braçaida.

Breve tratado de Grimalte y Gradissa.

O. INTRODUCCIÓN.

La novela sentimental de los siglos XV y XVI o erótico-sentimental, en expresión de Marcelino Menéndez Pelayo es, junto con la novela pastoril, la que muestra una estructura más cerrada de nuestra literatura.
[Aunque hubo críticos que no estaban de acuerdo con la denominación de Menéndez Pelayo, como fue el caso de R. Schevill (1913), por ejemplo, que propuso la nomenclatura de "cuentos o novelas ovidianas", y que J. I. Ferreras puso sobre la mesa que podía esta nomenclatura dar a confusión con la novela sentimental del siglo XIX, o que Deyermond mediara denominándolas "ficción sentimental", seguimos manteniéndola por ser la más generalizada.
Cfr.: Blay Manzarena, Vicenta: «La conciencia genérica en la ficción sentimental (planteamiento de una problemática))),in ed. Beltrán, R., et Canet J. L., et Sirera, J. L. (coords.). Historias y ficciones: Coloquio sobre la literatura del siglo XV. Valencia: Universitat de Valencia, 1992, pp. 205-226.
Deyermond, A. D. "Estudio Preliminar", in Parrilla, C. (ed.). Diego de San Pedro. Cárcel de amor. Barcelona: Crítica, 1996.
Ferreras, J. I. La novela en el siglo XVI. Madrid: Taurus, 1987.
Rohland de Langbehn, Regula. La unidad genérica de la novela sentimental española de los siglos XV y XVI. London: Dept. of Hispanic Studies, Queen Mary and Westfield College, 1999].

Estas novelas pertenecen al género de literatura de evasión, idealista (pero también con una clara finalidad polémica y didáctica), que tuvo un gran éxito entre el público cortesano y, especialmente, entre las mujeres, fruto de una vuelta atrás a los viejos valores caballerescos en una sociedad que ve como se van desintegrando las estructuras medievales, y que está íntimamente relacionada con las novelas de caballerías, además de presentar conexiones con otros géneros, como veremos.
[Así, la "Sátira de felice e infelice vida" de don Pedro de Portugal se dedica a su hermana Isabel de Portugal; el "Tractado de Arnalte y Lucenda" de Diego de San Pedro se dirige a las damas de la reina Isabel la Católica; Juan de Flores dedica su "Historia de Grisel y Mirabella" a una "su amiga" y Jiménez de Urrea dedica la "Penitencia de amor" a la Condesa de Aranda, su madre; el "Tratado llamado Notable de Amor" de Juan de Cardona, se escribe para ser leído en la tertulia de la duquesa Doña Potenciana; Juan de Lucena también dedicará su "Repetición de amores", a "una su amiga".
Del gusto por estas novelas por parte del público femenino, quedan marcados muchos de los rasgos de este novelas, incorporando no sólo actividades propias de la corte (debates amorosos, justas poéticas, cacerías, torneos, fiestas, descripción de indumentaria —curiosamente las únicas descripciones a destacar de estas novelas—), sino también comentarios dirigidos a la buena educación de las mismas.
Cfr.: Martínez Latre, Mª Pilar. "Usos amorosos e indumentaria cortesana en la Ficción Sentimental (siglos XV y XVI)", in Toro Pascual, M. I. Actas del III Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, Salamanca, 3 al 6 de octubre de 1989, pp. 569-579].

Muestran

«como principal argu­mento una historia de amor cuyo desenlace será siempre funesto por ser resultado de un conflicto en el que se en­frentan dos fuerzas: de un lado, la pasión amorosa y, de otro, una sociedad represora condicionada por el código del honor que condena a los enamorados con la muerte. Ésta será la situación dramática que, invariablemente, se re­petirá en todas las novelas. Allí donde nace el amor no hay posible escapatoria, a los enamorados sólo les caben dos op­ciones: entregarse a la pasión (al furor amoris) y rebelarse contra las normas establecidas de su sociedad, que no dudará en castigarlos; o acatar las reglas de la moral y el honor, que, en cualquier caso, también les condenan, porque el alejamiento del amado supondrá, en unos casos, el suicidio, en otros, la frustración».
[Ariza, Manuel et Criado, Ninfa. Antología de la prosa medieval. Madrid: Biblioteca Nueva, 1998 ].