7 de marzo de 2015

LAS JARCHAS. (III). LA LÍRICA ÁRABE VULGAR Y TRADICIONAL EN AL-ANDALUS.


TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR EN LAS III SECCIONES DE ESTE ARTÍCULO
IR A SECCIÓN I.
Descubrimiento de las jarchas.
Datación de las jarchas.
Origen de las jarchas.
IR A SECCIÓN II.
Definición y estructura de las jarchas.
Elementos a favor de la autonomía de las jarchas respecto de las moaxajas.
Relaciones de autoría entre las jarchas y las moaxajas.
Relaciones de contenido entre las jarchas y las moaxajas.
SECCIÓN III.
Temática de las jarchas.
Tópicos árabes clásicos en las jarchas.
Lenguaje de las jarchas
Relaciones entre las jarchas y la lírica europea.

TEMÁTICA DE LAS JARCHAS.

Son las jarchas, casi sin excepción, poesía de tema amoroso, siendo muy semejantes en temática a las cantigas de amigo. No sólo aparece en ellas específicamente la palabra "amigo" (= habib), sino que, muy frecuentemente, el tema es justamente el dolor de la ausencia del amado.

En cuanto a la naturaleza de ese amor, la crítica no es uniforme, ya que para unos se trata de un amor “virginal, casto y puro” [Alonso, Dámaso.- Obras Completas, Vol. II. Madrid, Gredos, 1.973], mientras que para otros la jarcha es una poetización del amor en su dimensión más real y física, con un cierto aire de impudor [Solá-Solè, J. M..- Las jarchas romances y sus moaxajas. Madrid, Taurus, 1.990] , no faltando críticos que descubren en estas cancioncillas un símil con el amor homosexual [Deyermond, A. D..- Historia de la Literatura Española. Vol. I., Edad Media, Barcelona, Ariel, 1.983.] . Finalmente, hay quien lo relaciona con el amor cortés [Dronke, P., Medieval Latin and the Rise of European Love-Liryc. Vol. I. Problems and Interpretations, Oxford, 1.968]., o el de supuestas violaciones o intentonas de ellas (S. L. Parker Aronson) e incluso con el amor de prostíbulo (según F. Corriente):

«Hoy resulta indudable que una buena parte de éstas responde a lo que podríamos llamar «poesía de burdel», incluso de «reclamo de burdel», producida o más bien puesta en boca de esclavas prostituidas por sus dueños, y a menudo hijas ya de otras igualmente explotadas, a las que llaman MÁMMA, y que se refieren a sus compañeras en algún caso como YERMANÉLLAS. Con todas las cuales dialogan con notable desenfado, incluso procacidad, que contrasta fuertemente con la ingenuidad que se les había atribuido, acerca de su absoluta necesidad de algún amante («sin amado no viviré, ¿adónde lo iré a buscar?»; «La Pascua resulta como ayuno sin él»; «Este amado, has de saber, por él moriré»; «¿Quién podrá soportar la ausencia, amado mío?»), o excusan sus volubilidades escudándose en la mismísima Biblia, cuando no describen escenas de alcoba (vgr., [jarcha] donde la muchacha se queja del trato desconsiderado que recibe en el lecho; donde pide a su madre que, de momento, le guarde las joyas en depósito «a la vista», porque su amante de turno quiere verla sin ningún adorno, in puribus), o transmiten quejas por abandonos de amantes y rivalidades con compañeras («Pobre es; vosotros ya veis: la atormenta su tía. ¡Tu amor a otros vende, ramera de fiado!», léxico procaz que recuerda el terno de (ya MÁMMA, KÓNNO); «Buenos días: dime de dónde vienes. Ya sé que a otra/o has amado y a mí no me quieres»; «Vete, desvergonzado, vete, fuera; que no me tienes buena voluntad»), cuando no alguna más bien menos que más discreta declaración de adulterio como la famosa y nunca antes totalmente entendida, «Muchachito ajeno, pronto duermas en mi seno»
[F. Corriente.- "A vueltas con las xarajat con texto romance de la serie hebrea" in Vox Romanica, 67 (2.008), pág. 175]