1 de marzo de 2022

"PARÁFRASIS SUPER CANTICA CANTICORUM DE SALOMÓN EN MODO PASTORIL", de BENITO ARIAS MONTANO (1527-1598)


Desde bien temprano, el humanismo bíblico propuso, dado el carácter dificultoso del texto literal del "Cantar de los cantares", que se interpretara como un poema (égloga) pastoril, tal y como hizo Cipriano de la Huerga (Comentario al Cantar de los Cantares, in Obras Completas, vols. V y VI), maestro de Benito Arias Montano y de fray Luis de León (quien también tradujo esta obra posteriormente, como puede leer en la entrada de este blog "El cantar de los cantares, traducción de fray Luis de León") en la Universidad de Alcalá, quien además de teólogo y hebraísta, fue un buen conocedor de los clásicos, hasta el punto de que su comentario al libro de Job es, en España, la obra bíblica del siglo XVI en la que más se utiliza la cultura profana grecolatina, como puso de manifiesto el profesor E. Asensio.
[Cfr.: Asensio, Eugenio. “Cipriano de la Huerga, maestro de fray Luis de León”, in Homenaje a Pedro Sáinz Rodríguez, vol. III. Madrid, F.U.E., 1986, pág. 66.
Morocho Gayo, G. et al. “Cipriano de la Huerga, maestro de humanistas”, in Fray Luis de León. Historia, humanismo y letras. Salamanca: Junta de Castilla y León/Universidad de Salamanca/Universidad de Castilla-La Mancha, 1996, p. 173-193].

Esta relación entre el mundo clásico y el bíblico provocó en todos los discípulos de Huerga el empeño y dedicación por aprender no solo las lenguas clásicas sino las orientales. Fruto de ese esfuerzo y saber de Benito Arias Montano será el encargo real, en 1568, de la edición de la Biblia Políglota de Amberes (o Biblia real). Estos estudios, que hubieran tenido un gran desarrollo, pronto se vieron abandonados por las siguientes generaciones, ante el temor de la Inquisición, de quien el propio fray Luis de León fue reo.

Vamos a tener la oportunidad de comprobar que la paráfrasis de Arias Monatano es un poema pastoril, precursor, además, de la poesía religiosa en endecasílabos, junto a Montemayor.
[Cfr.: Núñez Rivera, Valentín. Poesía y Biblia en el Siglo de Oro. Estudios sobre los Salmos y el Cantar de los Cantares. Madrid/Frankfurt: Iberoamericana/Vervuert, Biblioteca Áurea Hispánica, 2010. pp. 19-92.].

La paráfrasis, además, se configura como un texto dramático, en el que intervienen un pastor (el esposo), una pastora (la esposa) y sus compañeros, con el coro, como explicaba en su cátedra de la Huerga, a los que Arias Montano añadió la voz del "Poeta" (meramente narrativa), posiblemente siguiendo el modelo de la "Égloga I" de Garcilaso de la Vega, y que se situá en una canción primera o proemial: "en los floridos valles de Siona...", donde se nos da la genealogía bíblica de los protagonistas y se describe un locus amoenus; y luego en los versos de claro eco garcilasista "al dulce lamentar de aquesta amante...". Además, dará nombre a los pastores, Theolamapo (el brillo de Dios) y Eumena (la propicia, la bondadosa, el alma dispuesta a aceptar a Dios).

V. Núñez especifica que

« en cuanto a la métrica, hay que decir que la paráfrasis combina estancias (53) con octavas reales (14), sin que pueda observarse un motivo específico para la alternancia, aunque es cierto que la octava abunda en contextos relacionados con Theolampo, acaso porque Arias Montano equipara esta estrofa con la elevación de estilo propia de la figura regia. Garcilaso, recordémoslo, había empleado ambos esquemas por separado en la égloga I y en la III. También fray Luis elige separadamente esos metros para las traducciones de las Bucólicas virgilianas. La clave para la oportunidad de la elección quizá venga de la mano de El Pinciano, quien argumenta en su poética de 1596: “Para bucólica es bueno el terceto y ay quien aya usado la octava, y aun entrepuesto canciones a tercetos; digo que el terceto me parece mejor mucho”. Sin embargo, ninguna de las versiones del Cantar se compone en tercetos, cosa curiosa, a juzgar por la abundancia en otros contextos, aunque la versión atribuida a fray Luis, de la que luego se tratará, se escribe en octavas.
En cuanto a la conformación elocutiva, aunque el poema ostenta un registro culto, también incorpora términos o expresiones arcaicas y rústicas, dando lugar a ese hibridismo propio de la égloga y de la lengua hebrea, tal como proponía fray Luis, de modo que también por este lado se consigue una verosimilitud evidente. Algunos de esos elementos son el uso del artículo más posesivo, uso de la interjección helo, términos como “zagal chapado”, la -e paragógica, la geminación de las estructuras léxicas y sintácticas, la abundancia de dativos simpatéticos. Esa convivencia de lo culto y lo tradicional serán primordiales más tarde, como una de las claves poéticas del 'Cántico' de San Juan.».

[ Núñez Rivera, Valentín. "Arias Montano (y fray Luis de León) con el Cantar de los cantares: Paráfrasis, hermenéutica, persuasión", in e-Spania, Revue interdiciplinaire d'études hispaniques médiévales et modernes, [Online], 36 | juin 2020 ].

Finalmente señalamos que sabemos que en 1553, ya concluida la Paráfrasis, Montano viajó a Salamanca y que en 1554 le entregó a Sebastián Toscano una copia del poema, de ahí que pongamos estas dos fechas más abajo.

PARÁFRASIS SUPER CANTICA CANTICORUM DE SALOMÓN EN MODO PASTORIL (1553-1554).

POETA.
En los floridos valles de Siona,
junto con el otero,
do el hijo de Jesé, zagal chapado,
por tirar con la honda muy certero,
la su gentil corona
ganando, fue entre todos señalado:
Allí, en un verde prado,
vi, debajo una sombra, una pastora
graciosa y bella, aunque algo tostadilla.
Paréme por oílla,
y a ver qué cosa fuese causadora
del ansia gastadora
que dentro en sí tenía,
porque con los suspiros que enviaba,
tales que el aire ardía,
encendida en deseo se mostraba.