16 de julio de 2025

RESUMEN DE "EL ÚLTIMO ENIGMA", de JOAN MANUEL GISBERT.


Gisbert, Joan Manuel. (2000). El último enigma.
Zaragoza: Edelvives, 2009, 2ª ed., 19ª impr.

"El último enigma" de Joan Manuel Gisbert es una novela de misterio, intriga y aventuras ambientada en la fascinante Flandes (Países Bajos) del año 1564. En este período, este territorio estaba bajo dominio del rey Felipe II de España (heredado de su padre Carlos I de España y V de Alemania), con una situación difícil por la tensión que había tanto religiosa (el rey intentaba imponer las nuevas directrices de la Contrarreforma tridentina) como política (el rey intentaba centralizar el poder, a lo que se oponía la nobleza y el sector comercial, por lo que la salida del cardenal Granvela -representante del rey en Flandes- de este territorio, en marzo de 1564, fue vista como una victoria por la nobleza en este pulso con el rey). Estos elementos conllevarán que luego, entre 1568 hasta 1648 el territodio de Flandes estuviera en permanente lucha (la Guerra de los Ochenta Años). Aunque el contexto histórico es real, la trama es ficticia y se centra en la intriga y el misterio más que en la recreación histórica precisa. De este modo, la novela reflejará la tensión entre el saber, la superstición y el poder de la Iglesia, así como la persecución de sociedades secretas y la represión del pensamiento libre, pero de un modo literaturizado.

La historia está expuesta por un narrador omnisciente, en tercera persona, que conoce los pensamientos y sentimientos de todos los personajes (por ejemplo: "cuando regresaba a la posada, Ismael tuvo una sensación de lo más extraña", "al posadero le extrañaron mucho aquellos deseos, pero no quiso hacer preguntas para no implicarse más. Sospechaba algo turbio en todo aquel asunto"...), lo que permite al lector acceder a diferentes perspectivas y, a la vez, mantener el misterio. Esta se centra en la Hermandad del Enigma de Salomón, una sociedad secreta cuyos miembros comienzan a perder la cordura tras recibir un enigmático manuscrito conocido como el Enigma de Salomón. Este enigma, lejos de ser un simple desafío intelectual, es, en realidad, una trampa mortal diseñada para desmantelar a la Hermandad desde dentro.

De este modo, el relato se despliega en dos hilos argumentales que van trenzándose alternativamente (no siempre de manera regular), recibiendo la información el lector de manera fragmentaria, incrementando el suspense. Además, la narración no lineal de esta novela genera ambigüedad: el lector duda sobre el orden de los sucesos y las verdaderas intenciones de algunos personajes hasta que la trama converge. El relato gana de este modo en profundidad, ya que distintos hilos temporales y espaciales terminarán revelando conexiones inesperadas: