12 de octubre de 2022

MINILECTURA: "LA RESUCITADA", de EMILIA PARDO BAZÁN


Ardían los cuatro blandones1 soltando gotazas de cera. Un murciélago, descolgándose de la bóveda, empezaba a describir torpes curvas en el aire. Una forma negruzca, breve, se deslizó al ras de las losas y trepó con sombría cautela por un pliegue del paño mortuorio. En el mismo instante abrió los ojos Dorotea de Guevara, yacente en el túmulo2.
1. Blandón: vela de cera cilíndrica, grande y gruesa de un solo pabilo.
2. Túmulo: armazón de madera, vestido de paños fúnebres, que se erige para la celebración de las honras de un difunto, y sobre el que se coloca el féretro o caja mortuoria o ataúd.

Bien sabía que no estaba muerta; pero un velo de plomo, un candado de bronce la impedían ver y hablar. Oía, eso sí, y percibía -como se percibe entre sueños- lo que con ella hicieron al lavarla y amortajarla3. Escuchó los gemidos de su esposo, y sintió lágrimas de sus hijos en sus mejillas blancas y yertas4. Y ahora, en la soledad de la iglesia cerrada, recobraba el sentido, y le sobrecogía mayor espanto. No era pesadilla, sino realidad. Allí el féretro, allí los cirios5..., y ella misma envuelta en el blanco sudario6, al pecho el escapulario7 de la Merced.
3. Amortajar: poner la mortaja a un difunto (vestidura, sábana u otra cosa con que se envuelve el cadáver para el sepulcro).
4. Yerta: cuando se dice de un ser vivo es que está tiesa o rígida, especialmente a causa del frío o de la muerte.
5. Cirio: vela de cera, larga y gruesa.
6. Sudario: lienzo o tela que se pone sobre el rostro de los difuntos o en que se envuelve el cadáver.
7. Escapulario: tira o pedazo de tela con una abertura por donde se mete la cabeza, que cuelga sobre el pecho y la espalda y sirve de distintivo a varias órdenes religiosas. Objeto devoto formado por dos pedazos pequeños de tela unidos con dos cintas largas para echarlo al cuello.

Incorporada8 ya, la alegría de existir se sobrepuso a todo. Vivía. ¡Qué bueno es vivir, revivir, no caer en el pozo oscuro! En vez de ser bajada al amanecer, en hombros de criados a la cripta9, volvería a su dulce hogar, y oiría el clamoreo10 regocijado11 de los que la amaban y ahora la lloraban sin consuelo. La idea deliciosa de la dicha12 que iba a llevar a la casa hizo latir su corazón, todavía debilitado por el síncope13. Sacó las piernas del ataúd, brincó al suelo, y con la rapidez suprema de los momentos críticos combinó su plan. Llamar, pedir auxilio a tales horas sería inútil. Y de esperar el amanecer en la iglesia solitaria, no era capaz; en la penumbra de la nave creía que asomaban caras fisgonas de espectros y sonaban dolientes quejumbres de ánimas en pena14... Tenía otro recurso: salir por la capilla del Cristo.
8. Incorporar: sentar o reclinar el cuerpo que estaba echado o tendido.
9. Cripta: lugar subterráneo en que se acostumbraba enterrar a los muertos.
10. Clamoreo: clamor (grito vehemente de una multitud) repetido o continuado.
11. Regocijado: que causa o incluye regocijo o alegría.
12. Dicha: felicidad.
13. Síncope: pérdida repentina del conocimiento y de la sensibilidad, debida a la suspensión súbita y momentánea de la acción del corazón.
14. Ánima en pena: alma que vaga errante, que no ha tenido su reposo definitivo y se ha quedado en este mundo, espíritu atormentado. Suele emplearse la expresión "deambular como ánima/alma en pena" para describir el comportamiento de una persona que está triste y sin consuelo.

Era suya: pertenecía a su familia en patronato15. Dorotea alumbraba perpetuamente, con rica lámpara de plata, a la santa imagen de Nuestro Señor de la Penitencia. Bajo la capilla se cobijaba la cripta, enterramiento de los Guevara Benavides. La alta reja se columbraba16 a la izquierda, afiligranada17, tocada a trechos de oro rojizo, rancio18. Dorotea elevó desde su alma una deprecación19 fervorosa al Cristo. ¡Señor! ¡Que encontrase puestas las llaves! Y las palpó: allí colgaban las tres, el manojo; la de la propia verja, la de la cripta, a la cual se descendía por un caracol20 dentro del muro, y la tercera llave, que abría la portezuela oculta entre las tallas del retablo21 y daba a estrecha calleja, donde erguía su fachada infanzona22 el caserón de Guevara, flanqueado23 de torreones. Por la puerta excusada24 entraban los Guevara a oír misa en su capilla, sin cruzar la nave. Dorotea abrió, empujó... Estaba fuera de la iglesia, estaba libre.
15. Patronato: consejo formado por varias personas que ejercen funciones rectoras, asesoras o de vigilancia en una institución.
16. Columbrar: divisar o ver desde lejos algo, sin distinguirlo bien.
17. Afiligranada: parecido a una filigrana, que es muy pequeño, fino o delicado.
18. Rancio: dicho de una cosa es cosa antigua o de larga tradición, de épocas pasadas.
19. Deprecación: ruego, súplica, petición.
20. Caracol: quiere decir escalera caracol.
21. Retablo: estructura de piedra, madera u otros materiales que cubre el muro situado detrás del altar, compuesta de obras escultóricas o pictóricas con motivos religiosos.
22. Infanzona: de hidalgo que en sus heredamientos tenía potestad y señorío limitados.
23. Flanquear: estar colocado al flanco o lado de algo.
24. Excusada o Escusada: puerta falsa, reservada.

Diez pasos hasta su morada25... El palacio se alzaba silencioso, grave26, como un enigma. Dorotea cogió el aldabón27 trémula28, cual si fuese una mendiga que pide hospitalidad en una hora de desamparo. «¿Esta casa es mi casa, en efecto?», pensó, al secundar al aldabonazo29 firme... Al tercero, se oyó ruido dentro de la vivienda muda y solemne, envuelta en su recogimiento como en larga faldamenta30 de luto. Y resonó la voz de Pedralvar, el escudero, que refunfuñaba:
-¿Quién? ¿Quién llama a estas horas, que comido le vea yo de perros?
-Abre, Pedralvar, por tu vida... ¡Soy tu señora, soy doña Dorotea de Guevara!... ¡Abre presto!...
-Váyase enhoramala el borracho... ¡Si salgo, a fe que lo ensarto!31...
-Soy doña Dorotea... Abre... ¿No me conoces en el habla?
25. Morada: lugar donde se habita.
26. Grave: grande, de mucha entidad o importancia.
27. Aldabón o Aldaba: pieza de hierro o bronce que se pone a las puertas para llamar golpeando con ella.
28.Trémula: que tiembla.
29. Aldabonazo: golpe dado en la puerta con la aldaba o con el aldabón.
30. Faldamenta: falda de una ropa talar (que llega hasta los talones) que va desde la cintura abajo.
31. Ensartar: espetar, atravesar.

Un reniego32, enronquecido por el miedo, contestó nuevamente. En vez de abrir, Pedralvar subía la escalera otra vez. La resucitada pegó dos aldabonazos más. La austera casa pareció reanimarse; el terror del escudero corrió al través de ella como un escalofrío por un espinazo. Insistía el aldabón, y en el portal se escucharon taconazos, corridas y cuchicheos. Rechinó, al fin, el claveteado portón entreabriendo sus dos hojas, y un chillido agudo salió de la boca sonrosada de la doncella Lucigüela, que elevaba un candelabro de plata con vela encendida, y lo dejó caer de golpe; se había encarado con su señora, la difunta, arrastrando la mortaja y mirándola de hito en hito33...
32. Reniego: maldición o dicho injurioso contra alguien.
33. Mirar de hito en hito: fijar la vista en un objeto sin distraerla a otra parte.

Pasado algún tiempo, recordaba Dorotea -ya vestida de acuchillado34 terciopelo genovés, trenzada la crencha35 con perlas y sentada en un sillón de almohadones, al pie del ventanal-, que también Enrique de Guevara, su esposo, chilló al reconocerla; chilló y retrocedió. No era de gozo el chillido, sino de espanto... De espanto, sí; la resucitada no lo podía dudar. Pues acaso sus hijos, doña Clara, de once años; don Félix de nueve, ¿no habían llorado de puro susto cuando vieron a su madre que retornaba de la sepultura? Y con llanto más afligido, más congojoso que el derramado al punto en que se la llevaban... ¡Ella que creía ser recibida entre exclamaciones de intensa felicidad! Cierto que días después se celebró una función solemnísima en acción de gracias; cierto que se dio un fastuoso convite a los parientes y allegados; cierto, en suma, que los Guevaras hicieron cuanto cabe hacer para demostrar satisfacción por el singular e impensado suceso que les devolvía a la esposa y a la madre... Pero doña Dorotea, apoyado el codo en la repisa del ventanal y la mejilla en la mano, pensaba en otras cosas.
34. Acuchillado: dicho de un vestido o de un calzado antiguos es con aberturas semejantes a cuchilladas, bajo las cuales se veía otra tela distinta.
35. Crencha: raya que divide el cabello en dos partes.

Desde su vuelta al palacio, disimuladamente, todos la huían. Dijérase que el soplo frío de la huesa36, el hálito37 glacial de la cripta, flotaba alrededor de su cuerpo. Mientras comía, notaba que la mirada de los servidores, la de sus hijos, se desviaba oblicuamente de sus manos pálidas, y que cuando acercaba a sus labios secos la copa del vino, los muchachos se estremecían. ¿Acaso no les parecía natural que comiese y bebiese la gente del otro mundo? Y doña Dorotea venía de ese país misterioso que los niños sospechan aunque no lo conozcan... Si las pálidas manos maternales intentaban jugar con los bucles rubios de don Félix, el chiquillo se desviaba, descolorido él a su vez, con el gesto del que evita un contacto que le cuaja la sangre. Y a la hora medrosa38 del anochecer, cuando parecen oscilar las largas figuras de las tapicerías, si Dorotea se cruzaba con doña Clara en el comedor del patio, la criatura, despavorida39, huía al modo con que se huye de una maldita aparición...
36 Huesa: hoyo para enterrar un cadáver.
37. Hálito: aliento.
38. Medrosa: temeroso, pusilánime, que de cualquier cosa tiene miedo.
39. Despavorida: Llena de pavor (temor, con espanto).

Por su parte, el esposo -guardando a Dorotea tanto respeto y reverencia que ponía maravilla-, no había vuelto a rodearle el fuerte brazo a la cintura... En vano la resucitada tocaba de arrebol40 sus mejillas, mezclaba a sus trenzas cintas y aljófares41 y vertía sobre su corpiño42 pomitos de esencias de Oriente. Al trasluz del colorete se transparentaba la amarillez cérea43; alrededor del rostro persistía la forma de la toca44 funeral, y entre los perfumes sobresalía el vaho húmedo de los panteones45. Hubo un momento en que la resucitada hizo a su esposo lícita caricia; quería saber si sería rechazada. Don Enrique se dejó abrazar pasivamente; pero en sus ojos, negros y dilatados por el horror que a pesar suyo se asomaba a las ventanas del espíritu; en aquellos ojos un tiempo galanes atrevidos y lujuriosos, leyó Dorotea una frase que zumbaba dentro de su cerebro, ya invadido por rachas de demencia.
40. Arrebol: color rojo, especialmente el de las nubes iluminadas por los rayos del sol o el del rostro. Colorete cosmético.
41. Aljófar: perla de forma irregular y, comúnmente, pequeña.
42. Corpiño: antigua prenda de vestir femenina sin mangas, escotada, ajustada y generalmente abrochada con cintas o cordones, que cubre el cuerpo hasta la cintura y se usaba generalmente como ropa interior.
43. Cérea: De cera.
44. Toca: prenda de lienzo que, ceñida al rostro, usan las monjas para cubrir la cabeza, y que llevaban antes las viudas y algunas veces las mujeres casadas.
45. Panteón: monumento funerario destinado a enterramiento de varias personas.

-De donde tú has vuelto no se vuelve...


Y tomó bien sus precauciones. El propósito debía realizarse por tal manera, que nunca se supiese nada; secreto eterno. Se procuró el manojo de llaves de la capilla y mandó fabricar otras iguales a un mozo herrero que partía con el tercio a Flandes46 al día siguiente. Ya en poder de Dorotea las llaves de su sepulcro, salió una tarde sin ser vista, cubierta con un manto47; se entró en la iglesia por la portezuela, se escondió en la capilla de Cristo, y al retirarse el sacristán48 cerrando el templo, Dorotea bajó lentamente a la cripta, alumbrándose con un cirio prendido en la lámpara; abrió la mohosa puerta, cerró por dentro, y se tendió, apagando antes el cirio con el pie...


46. Tercios de Flandes: Regimiento de infantería española de los siglos XVI y XVII que operaba fundamentalmente en los territorios comprendidos en los Países Bajos (Flandes).
47. Manto: especie de mantilla (prenda de seda, blonda, lana u otro tejido, adornado a veces con tul o encaje, que usan las mujeres para cubrirse la cabeza y los hombros en fiestas o actos solemnes) grande sin guarnición, que usan las señoras.
48. Sacristán: persona que en las iglesias tiene a su cargo ayudar al sacerdote en el servicio del altar y cuidar de los ornamentos y de la limpieza y aseo de la iglesia y sacristía.


RECURSOS AUDIOVISUALES.

Puede escuchar el relato narrado por la voz de Joan Mora:

O por David Martínez:

Igualmente le indico que existe una película del año 1975 que interpreta este cuento titulada "El regreso", dirigida por Francisco Rovira Beleta, e interpretada por Elisa Ramírez, Máximo Valverde, José Manuel Martín y Ana del Arco, entre otros, dentro de la serie "Cuentos y leyendas", y que puede ver en este enlace de RTVE:

CUESTIONARIO.

1. Este relato apareció publicado en "El imparcial" (Año XLII, núm. 14.831) el 29 de junio de 1908 y luego fue recogido en el libro titulado "Cuentos trágicos", de 1912, con escasa variaciones fundamentalmente de tipo ortográfico. En el cuento aparecen unos personajes pertenecientes a un núcleo familiar que los lectores del periódico seguramente tenían en su mente, como era la hermana de la protagonista de “La resucitada”, Estrella de Guevara, que había protagonizado a su vez otro relato del período del Siglo de Oro titulado "La madrina”, y que había aparecido también en "El imparcial" el 1 de diciembre de 1902. Se trata de un cuento donde hay elementos extraños, misteriosos. ¿Cómo cree que podemos relacionar ambos cuentos? [Para poder contestar a la pregunta deberá leer "La madrina" previamente, por lo que le ofrecemos el siguiente enlace: https://ciudadseva.com/texto/la-madrina/].

2. La angustia del cuento no viene provocada por una situación de terror al verse la protagonista enterrada, sino por el estado de sobresalto, sorpresa y temor, no solo de los criados, sino de todos los miembros de su familia. Esta llega a tomar una decisión sorprendente. ¿Cuál es?

3. Los ataques de catalepsia, nada frecuentes, pero con casos documentados, provocaron más de una vez la situación del cuento. Lea el siguiente artículo de Efesalud.com para conocer qué es la catalepsia: https://efesalud.com/catalepsia-muerte-aparente/.
a) ¿Cómo reaccionaría Vd. si un familiar suyo "resucitara" y regresara de nuevo al hogar?
b) ¿Sería capaz de volver a mirarlo de manera normal, como antes, le tocaría, abrazaría...?
c) Recuerde a Lázaro, personaje que fue devuelto a la vida por Jesús, según nos cuenta el Nuevo Testamento de la Biblia, en Juan 11, vv. 1-45. ¿Qué diferencia establecería entre el cuento y este relato? ¿Pudo ser un caso de catalepsia en vez de un milagro? [Puede leer este episodio en catholic.net: https://es.catholic.net/op/articulos/48999/cat/337/la-resurreccion-de-lazaro.html#modal].
d) ¿Tiene Vd. fobia a ser enterrado vivo?
Vea este vídeo y trate de ponerse en la situación del personaje. ¿Qué es lo que cree que sentiría? Trate de describir la situiación en unas 20 líneas.

e) ¿Cómo se denomina exactamente esta fobia?
[Puede encontrarlo en esta entrada de este mismo blog: 600 fobias, miedos o rechazos humanos. Diccionario de fobias.].

f) ¿Sabe de dónde viene la expresión "salvado por la campana"?
[Puede ayudarle la lectura de este artículo de Alfred López publicado en 20 Minutos, el 3/10/2019, titulado: Destripando bulos: la expresión ‘salvado por la campana’ proviene del boxeo y no de ataúdes que llevaban una campana"].

Imagen tomada del artículo de Javier Elio "Salvados por la campana:
el ingenioso ataúd con el que podías avisar de que te habían enterrado
vivo" (elespanol.com)
  
g) Desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX hubo un miedo generalizado a ser enterrado vivo (fíjese en la magnitud del temor que hasta se crearon sociedades como la "Sociedad para la prevención del enterramiento prematuro"), por lo que se fabricaron los llamados “ataúdes de seguridad” con banderas o campanas que se podían hacer mover o tañer para llamar la atención al exterior, respiraderos para dejar entrar el aire, etc. Recuerde el cuento de Edgar Allan Poe del año 1844 titulado "El entierro prematuro". Con la tecnología actual, ¿cómo podría avisar a sus seres allegados de que aún está vivo, si le ocurriera tal circunstancia?

h) Imagínese que ha permanecido en coma, no ya unos días, sino durante un largo período de tiempo: quinces o veinte años. ¿Cómo reaccionaría Vd. cuando viera que tanto Vd. como el entorno que conocía: familiares, amigos, paisaje... ha cambiado?

4. Señala la crítica que posiblemente esta obra tiene influencia del relato de Edgar Allan Poe titulado "Ligeia", que fue publicado el 18 de septiembre de 1838 en la revista American Museum, aunque en años posteriores sería revisado, incorporando, por ejemplo, el poema "El gusano conquistado". Sin embargo esta obra tiene elementos muy diferentes a los de Emilia Pardo Bazan. Indique, al menos, cinco diferencias sustanciales.
[Puede acceder a la lectura de "Ligeia" en este enlace de Ciudadseva.com: https://ciudadseva.com/texto/ligeia/.]




BIBLIOGRAFÍA.-

Muñoz Puelles, Vicente (ed.). Cuentos españoles de terror. 4º cuento: "La resucitada". Madrid: Oxford, 2010.

Pardo Bazán, Emilia. La resucitada. Antología de cuentos oscuros. Bilbao: El gallo de Oro Ediciones, 2021.

Pardo Bazán, Emilia. Cuentos trágicos. "La resucitada", in Obras Completas. Tomo I. Madrid: Aguilar, 1963, pp. 1553-1624. [in línea, cervantesvirtual.com: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cuentos-tragicos--0/html/fee3178c-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html].







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