10 de agosto de 2015

EL TEXTO DESCRIPTIVO. (I).


TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR
SECCIÓN I.
1. Definición de Descripción.
2. Características generales del texto descriptivo.
3. Fases en todo proceso descriptivo.
SECCIÓN II.
4. Operaciones de organización en la descripción.
5. Función comunicativa de la descripción.
6. Tipos de descripción atendiendo al descriptor.
SECCIÓN III.
7. Tipos de descripción atendiendo al objeto de descripción.
8. Tipos de descripción atendiendo a la estructura del texto.
9. Tipos de descripción atendiendo a las relaciones estructurales establecidas en la descripción (Mieke Bal).
10. Bibliografía.

1. DEFINICIÓN DE DESCRIPCIÓN.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, describir es

«representar a personas o cosas por medio del lenguaje, refiriendo o explicando sus distintas partes, cualidades o circunstancias».

Es decir, describir consiste en representar lingüísticamente las cualidades, formas, propiedades y características de personas, lugares, objetos y sus esferas de actividad con mayor o menor detalle y precisión y también con mayor o menor subjetividad.

Hanlet nos dirá que

«describir es conseguir que se vea algo -un objeto material o un proceso espiritual-: ES PINTAR. Una descripción es UN CUADRO».
Que Albalat matiza de la siguiente manera:
«[Es] un cuadro- que hace visibles las cosas materiales. La descripción ha de ser viva. Dar la ilusión de la vida por medio de la imagen sensible y del detalle material, he aquí el fin de la descripción. Una descripción es buena cuando está viva, y está viva si es real, visible, material, ilusionante».
[Cfr.: Martín Vivaldi, Gonzalo.- Curso de redacción: teoría y práctica de la composición y del estilo. Madrid, Thomson-Paraninfo, 2.006, pág. 331-]

Mas estas definiciones, que nos dan una instantánea generalista del concepto de "descripción", deben ser matizada. Y así lo hizo Charaudeau , quien nos dio una definición aún más precisa:

«Describir consiste en proyectar sobre el mundo una “mirada detenida” que hace existir a los seres “nombrándolos, localizándolos y atribuyéndoles unas cualidades” que los singularizan».
[Charaudeau, Patrick.- Grammaire du sens et de l’expression. Paris, Hachette, 1.992, pág. 658].

Pues, como reparan Reis y Lopes, las descripciones suelen ser estáticas, proporcionando momentos de suspensión temporal, pausas en la progresión lineal de los acontecimientos.
[Reis, C. et Lopes, A.C.M..- Diccionario de narratología. Salamanca, Colegio de España, 1.996, pág. 56].

En virtud de la definición anterior, podemos decir que esta tipología textual se organiza

• a través de un sujeto descriptor, que pondrá en marcha una serie de procedimientos discursivos para producir ciertos efectos comunicativos (efectos de “saber”, de “realidad”, de “ficción”, de “confidencia”, etc.),

• que NOMBRA la realidad (esto es, define la realidad), mediante unos procedimientos de identificación,

• que la sitúa en el espacio y en el tiempo , esto es, la LOCALIZA mediante unos procedimientos de construcción objetiva

• y la CALIFICA (esto es, toma partido), por lo que el descriptor será más o menos subjetivo.
[Charaudeau, Patrick.- Grammaire du sens et de l’expression. Paris, Hachette, 1.992, pág. 658].

2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL TEXTO DESCRIPTIVO.

• La descripción es siempre auxiliar del relato, por lo que puede tener un alcance significativo que trasciende el suyo propio, de ahí que tengamos que tener en cuenta el contexto en el que aparece la descripción, pues la interpretación que haya que darle estará íntimamente ligada a la relación que se establece con los interlocutores, al contrato comunicativo suscrito en la interacción y al conocimiento compartido que se presupone.

Recordemos que denominamos “contexto”

“al conjunto de conocimientos y creencias compartidos por los interlocutores, algunos previos al texto, otros surgidos a medida que se produce la interpretación”.
Así, el contexto puede ser entendido de dos maneras:
Como contexto discursivo: entorno lingüístico compuesto por los elementos que constituyen el mensaje, por ejemplo, las palabras que preceden y siguen a un fragmento de un enunciado (alguna parte de la crítica lo denomina “co-texto”).

Como contexto circunstancial o situacional: se refiere a todos los elementos físicos y culturales que acompañan a la emisión y recepción del mensaje, como el marco espacio-temporal y los rituales que corresponden.

Este contexto se establece en la mente de los hablantes como una representación cognitiva, y en parte subjetiva, de la realidad en que viven.

Dentro del contexto circunstancial o situacional se deben considerar los siguientes aspectos:

o La situación: la toma de posición comunicativa que adoptan los participantes del discurso en una circunstancia determinada.
Está motivada por sus objetivos, estados de ánimo, etc.
De la situación se deriva el impulso interno o externo que pone en marcha el proceso de comunicación.
o Participantes: puede discriminarse entre los individuos social o biológicamente independientes del discurso y los roles que tienen en el discurso (escritor, vendedor, etc.).
o Marco espacio-temporal: se discrimina entre marco empírico, de la realidad concreta y objetiva, y marco institucional, el que se asume. Por ejemplo, en un estacionamiento (marco empírico) puede celebrarse una misa (marco institucional que hace las veces de iglesia).
o Objetivo de los participantes, que determina la elección del tipo de discurso.
El contexto se hace presente en el texto a partir de marcas deícticas (personas, espacios, tiempos) y de referencias y rasgos verbales (léxicos, fonéticos, pragmáticos, morfológicos y semánticos), que nos indican de qué región de origen se es, grupo social, profesión, sexo, etc…

Por ello, todo texto es la versión semiótica, discursiva, de un aspecto del contexto internalizado por su emisor o creador.

• Por tanto, la descripción tiene un significado exterior que remite a un conocimiento del mundo y al saber enciclopédico que se anticipa en la producción textual y son convocados por el lector en el proceso de comprensión e interpretación.

• Asimismo, toda descripción implica un proceso de esquematización o visualización aspectual que se caracteriza por:

• hacer una descripción somera en la que no se retiene más que lo esencial:
«por muy larga y nutrida que sea una descripción, nunca podrá estar completa ni dar todos los caracteres para individualizar el objeto descrito. De aquí se deduce que toda descripción es siempre una elección, y, por consecuencia, también una decisión de orden estético
[Souriau, Étienne.- Diccionario Akal de Estética. Madrid, Akal, 2010, pág. 428].

Es decir, podría ser completada potencialmente hasta el infinito.

• A ello hay que añadir que la observación no solo se hace desde un punto concreto, sino también desde unas coordenadas ideológicas y axiológicas determinadas.

• La descripción se asienta sobre un bloque de enunciados yuxtapuestos (o coordinados) de naturaleza representativa y mimética de los que no es posible extraer una relación de causalidad.
Estos enunciados yuxtapuestos (o coordinados) se suceden unos a otros de forma inorgánica y acumulativa sin que desde un punto de vista informativo pueda decirse que unos enunciados estén más privilegiados que otros o sean más relevantes.
El cometido de estos enunciados es representar una realidad en sus diferentes aspectos, dando idea de conjunto: basta con que estén todos aquellos rasgos de los que se quiere hablar, sin importar el lugar que ocupan.
Por ello hemos dicho que la descripción es potencialmente ilimitada, pues siempre se pueden seguir yuxtaponiendo más elementos a esa secuencia inorgánica.
Mas, en alabras de Albalat,

«no se trata de acumular detalles, sino de expresar los que sean llamativos, enérgicos y definitivos».

Ausencia de temporalidad y de trabazón lógica entre sus componentes.
La mimesis de la representación descriptiva y el efecto de atemporalidad se consiguen gracias al juego de elementos plenos de referencia: sustantivos y adjetivos principalmente que delimitan y aíslan partes, características, propiedades y cualidades.
A diferencia de la narración que se desarrolla en el tiempo, se detiene el tiempo en la descripción.
La descripción suele ser estática, en contraste con la narración que es esencialmente dinámica.
En la descripción estática, la realidad y el punto de observación permanecen inmóviles, jugando un papel importante los tiempos verbales empleados (presente de indicativo e imperfecto). Pero también podemos obtener una descripción dinámica. Para ello hay que describir la realidad como un conjunto de acciones. Por eso el descriptor adopta a veces un punto de vista cinematográfico.

• Los elementos gramaticales en los que fundamentalmente debemos fijarnos son:

o Los verbos, siendo los predominantes los que señalan cualidades y partes: verbos copulativos y semicopulativos, verbos que indican posesión -tener, poseer, ...- y también predicativos de costumbres, acciones,... Todos ellos están generalmente conjugados en tiempos aspectualmente imperfectivos por su carácter de evocación: el presente y el pretérito imperfecto de indicativo.
Normalmente aparecen en oraciones enunciativas afirmativas, aunque pueden valerse de la negación, definiendo al objeto por lo que no es; este tipo de negación implica una comparación no expresa: señala lo que no es y de qué carece, normalmente en relación con otros objetos.
o Las descripciones son proclives a los elementos que funcionan con valor adjetival: adjetivos calificativos -normalmente expresan valoración y cualidad inherente si van antepuestos, y objetividad y cualidad no inherente a su clase si van pospuestos: por ejemplo, negro carbón y resultado magnífico, respectivamente; aunque no siempre es así: rugido ensordecedor y excelente noticia, invierten el criterio de inherencia antes citado-; complementos preposicionales -Quiero el traje de la mancha roja-; aposiciones directas -El Rey Felipe VI- o indirectas -Andrés, mi profesor, es pelirrojo-; u oraciones subordinadas adjetivas de relativo especificativas y explicativas.

o En cuanto a los adverbios, en las descripciones abundan los que funcionan como complementos circunstanciales de modo, que determinan la gradación de la cualidad: bastante alto, parcialmente interesante..., y, asociadas a ellos, todas aquellas construcciones que sitúen espacial y temporalmente al objeto de descripción: En aquel tiempo, Juan andaba todos los días alegre y curioso en clase.
o Las conjunciones más abundantes son “como” y “que”, introductoras de comparaciones y cualidades en subordinadas de comparación y adjetivales. Y tiene el valor de sumar significados, generalmente referidos a cualidades y/o partes del objeto. La adversativa “pero” tiene un cierto valor argumentativo en cuanto anula la conclusión que el receptor espera del objeto de descripción: p. ej., si decimos “Tom Hanks no es guapo, no tiene los hombros especialmente anchos, no es un galán ni un aventurero”, esperaríamos una conclusión desfavorable al actor, pero la adición de la adversativa introduce una valoración inesperada: “pero su presencia domina la pantalla”.

En resumen, podemos observar en este cuadro las estrategias discursivas empleadas en la descripción:

La coherencia del texto descriptivo (esto es, la propiedad por la cual el texto se muestra como una unidad semántica e informativa que permite percibir su significado global) se conseguirá por la interrelación de todos los elementos que constituyen el significado completo del texto, y la garantizan especialmente, según Halliday, la referencia y la cohesión léxica.

La referencia endofórica (aquella que establece la relación de un elemento del texto con otro mencionado en el propio texto: la anáfora y la catáfora), es decir, la "foricidad" o señalamiento a elementos dentro del texto dan cohesión a las cualidades, partes, objetos de descripción..., especialmente mediante pronombres personales, posesivos, demostrativos y relativos.
o En la anáfora, el objeto base es un elemento mencionado anteriormente en el cotexto. Aunque el objeto base no aparece inmediatamente después del elemento relacional, el interlocutor es capaz de establecer fácilmente la referencia porque ha sido nombrado previamente en el discurso.
o En la catáfora, el objeto base aparecerá después, sintagmáticamente en forma de término en el caso de las preposiciones y locuciones preposicionales, o en forma de complemento introducido por de en el caso de adverbios y locuciones adverbiales.
[Cfr.: Amores Sierra, Teresa.- “Relacionantes locativos espaciales en el texto”, in Santiago, Javier de et al. (eds.).- XXI Congreso Internacional de la ASELE. Salamanca, 2.010. Tomo I. Salamanca, 2.011 pp. 135-147].
La cohesión léxica es asegurada mediante la repetición de palabras o la utilización de series de ellas relacionadas por sinonimia, hiponimia o hiperonimia, contraste,... en las operaciones de aspectualización y de puesta en relación. Este tipo de relaciones semánticas no son privativas de los textos descriptivos, pero son una de las estrategias más utilizadas en estos textos, no sólo para cohesionarlos, sino también para hacerlos avanzar. De hecho, la operación de tematización, es decir, la aparición progresiva de nuevos temas es característica de la descripción, según hemos señalada más arriba.
Así, pues, las secuencias descriptivas siguen, en general una progresión temática de tipo lineal, en la que cada rema -es decir, la información nueva de partes, propiedades, puestas en relación,...- que se atribuye a un tema se convierte en tema de una nueva proposición, origen de un nuevo rema.
Por ello se suele indicar que la cohesión semántica de la descripción se la da cuando tenemos la posibilidad de poder resumirse en una única palabra toda la descripción.

La Cohesión textual (esto es, las relaciones sintáctico-semánticas que se establecen entre las unidades que forman el texto, y que se explicitan a través de diversos mecanismos lingüísticos como los conectores o los procedimientos de sustitución), vendrá dada por la unidad temática, las relaciones semánticas entre palabras, la repetición de términos o sustitución por sinónimos o supresión, conectores supraoracionales y ordenadores del discurso..., , y de los que hablaremos más abajo.
Recordemos, que la descripción, como texto, deberá cumplir todos los requisitos de textualidad, que venimos repitiendo y esquematizando así:

3. FASES EN TODO PROCESO DESCRIPTIVO.

A. Schöckel distinguió las siguientes fases en todo proceso descriptivo: observación de la realidad, reflexión (selección y ordenación de los detalles observados) y expresión o presentación de los mismos.

Vamos a estudiarlos con detalle.

① OBSERVACIÓN DEL OBJETO DE DESCRIPCIÓN, QUE NOS PROPORCIONA LA PERSPECTIVA DEL DESCRIPTOR.

La observación del objeto de descripción permite recopilar sus rasgos identificadores y ofrecer a los destinatarios ("descriptarios") una imagen conformada de la referencia.

En el proceso de observación hay que entender que "observar" no es "mirar" y ya, sino que deberán estar presentes tanto los procesos sensoriales como los reflexivos, esto es, se debe "percibir" No en vano, Banyard y Castells definen la percepción como

«la captación de información a través de nuestros sentidos y su posterior procesamiento para dar significado a todos ellos»
[1.995, pág. 132]

Ahora bien, como ha demostrado la psicología cognitiva, no percibimos todos igual, ni siquiera nosotros siempre igual, influyendo en ello el estado perceptivo que se tenga en ese momento y en ese lugar.
[así nos lo explica, brevemente, el profesor Ignacio Morgado, en "Diferencias perceptivas", que puedes ver si pinchas AQUÍ].

Por eso, en este proceso tendrá una gran importancia la perspectiva que se emplee y el modo de ver (punto de vista) del descriptor (observador), y que veremos más abajo.

La acción de observar conllevará, pues, que nos preguntemos:

¿QUIÉN OBSERVA?

Es esta cuestión interesante porque:

o El observador puede ser el autor-descriptor, o un personaje que describe.

o Junto a ello, debemos distinguir quién habla y quién observa, porque no siempre coinciden, puesto que el autor-descriptor puede puede emplear como punto de vista la posición de un personaje determinado, es decir, deberemos fijarnos en el tipo de narrador que se emplea, si se da un monólogo interior, flujo de conciencia…

o También deberemos estudiar si el observador está dentro de la escena o fuera de ella.

o Igualmente, si el observador participa en la escena o no.

¿DESDE DÓNDE OBSERVA?

Cercanía o lejanía, que conllevará después una descripción vaga, selectiva o exhaustiva.

¿DE QUÉ MODO OBSERVA?

Nos indicará el grado de interés y afectividad con el que se observa el objeto de descripción por parte del descriptor: no es lo mismo una descripción enciclopédica que otra más literaria que conlleve una mirada apreciativa, con embellecimiento retórico, por ejemplo.

¿CÓMO PERCIBE LA REALIDAD?

Hemos dicho que en toda descripción el observador suele emplear los cinco sentido, ya que con ellos es como percibimos el mundo exterior. Pero, ¿es cierto lo que percibimos?

[El color, por ejemplo, no existe, simplemente es el reflejo de la longitud de onda de la luz, como nos dice el profesor Ignacio Morgado en "¿Cómo percibimos los colores?", y que puedes ver PINCHANDO AQUÍ]
Más cuestiones... ¿Qué ocurre cuando se la percepción se lleva a cabo desde una discapacidad? ¿O por un daltónico? ¿Por qué un esquimal distingue tantas variedades de color blanco y nosotros no? ¿Cómo “ve los colores” un ciego?
[recordemos que según nos indicó Rudolf Arnheim, la percepción háptica se logra por la cooperación de dos modalidades sensoriales, la cinestesia y el tacto. La primera brinda información sobre el comportamiento corporal, su organización en el espacio, las relaciones entre las fuerzas psicológicas y físicas, mientras que la segunda comunica la forma y el aspecto de las cosas.
Puedes ver este vídeo de la UNED, sobre este tema, "Psicología del tacto II. La percepción háptica en ciegos congénitos y tardíos, pinchando AQUÍ.
Asimismo te comendamos ver el documental de Beatrice Pizzi, "Los colores de los ciegos" (pincha AQUÍ),o la película “El color del Paraíso”, de Mayid Mayidí (pincha AQUÍ), cuya sipnosis y características puedes ver pinchando AQUÍ .]
.
Cómo “oye la música” un sordo.
Cómo “toca los objetos y siente tersuras, rugosidad” un parapléjico…?
¿Qué ocurre con las personas sinestésicas?
[Te recomiendo este breve vídeo del profesor Ignacio Morgado, "¿Se puede ver la música y degustar las formas?", que puedes ver pinchando AQUÍ.
También es interesante el del programa REDES, "Los sentidos sin sentido. Sinestesia" (Capítulo REDES 232), que puedes ver pinchando AQUÍ].

¿CÓMO VINCULA EL OBJETO CON SU CONTEXTO?

o Estaremos atentos a la ponderación que se hace del objeto observado dentro del contexto en que se ha observado (¿qué otros objetos están presentes, qué otros actores hay, qué hacen?).

o Función que desempeña y su relación de espacio y situación con los demás objetos circundantes (cómo es el espacio en el que está?).

o ¿Qué significado tiene en la época, sociedad, en que se encuentra?

o Impresión general que produce en su contexto (emociones).

o ¿Centra la atención en el momento, las condiciones ambientales de luz, sonido, etc.?

② SELECCIÓN DE LOS RASGOS, QUE NOS PROPORCIONARÁ LA INTENCIÓN COMUNICATIVA DEL DESCRIPTOR.

• La selección de los rasgos no sólo depende de la perspectiva que adopta el descriptor, sino de la intención comunicativa que tiene.

o El descriptor considera los datos recibidos y los valora, entresaca lo esencial y rechaza los detalles superfluos.

Esta selección suele ir acompañada de una ordenación de los datos, pues si no se determina la estructura del texto descriptivo, éste resulta confuso e incoherente.

③ ORDENACIÓN DE LOS DATOS.

Criterio seguido de ordenación de los rasgos observados y seleccionados, bien siguiendo una convención genérica prefijada, bien acomodando libremente su disposición.
La descripción de un prospecto médico, por ejemplo, aparece claramente establecida, pero también en diversos períodos históricos las descripciones han sido articuladas mediante convención o cánones (p. ej., la descripción de la belleza de una mujer, tanto en la Edad Media como en el Renacimiento).

• Pero es que el orden que se adopte para describir un objeto será muy importante. Así, se puede seguir:

un orden espacial: de arriba abajo o viceversa; de dentro afuera o viceversa; de lo más próximo a lo más alejado o viceversa…

Un orden temporal: de lo más antiguo a lo más reciente o viceversa.

Un orden lógico: de lo general a lo particular o viceversa; de lo físico a lo psíquico, de lo esencial a lo secundario, de lo real a lo imaginario o viceversa…

④ MODO DE EXPRESIÓN.

El tipo de lenguaje empleado nos dará una visión más o menos subjetiva de la descripción:
menos subjetiva si emplea un léxico denotativo y adjetivos especificativos, tecnicismos, ausencia de significados adicionales, exhaustividad y estructura lógica (descripción técnica);

más subjetiva si emplea un lenguaje literario, es más selectivo en los rasgos, y prima más el efecto que la imagen descrita causa en el descriptario que la información recibida (descripción literaria).

Empleo de formas verbales de aspecto imperfectivo o de coexistencia, que inmovilizan la acción: presente de indicativo e imperfecto.

Empleo de formas lingüísticas que aportan contenido referencial:

los sustantivos, que son los que dan nombre a la realidad (si son concretos proporcionan más realidad, si son abstractos más lejanía e intelectualidad),

─ y los adjetivos, que son los que expresan sus cualidades y rasgos (generalmente especificativos –pospuestos al nombre, restringen al nombre, lo individualizan o diferencian, por eso si se eliminan cambian el significado del sintagma- puesto que los explicativos –que pueden ante/posponerse al nombre, admitiendo intensificación- no so descriptivos ni tienen valor restrictivo, sino que resaltan la impresión que un objeto produce en el observador y pone de relieve los componentes sensoriales que existen en toda descripción, pudiendo omitirse -).

Ambos, sustantivos y adjetivos, aportan la visión denotativa y connotativa que el autor quiera transmitir.

• El período oracional propio de un texto descriptivo es la organización paratáctica del discurso, bien por yuxtaposición de enunciados, bien por coordinación (si se quiere dar dinamismo).

• El tipo de ordenadores del discurso suele ser: enumerativos, reformuladores, ordenadores temporal y/o espacialmente.

• Los recursos estilísticos más empleados son las imágenes, comparaciones, metáforas….

De tal modo que la descripción llevada a cabo cree la ilusión de cosa vivida, ya que se describe a través de las propias emociones.



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4. Operaciones de organización en la descripción.
5. Función comunicativa de la descripción.
6. Tipos de descripción atendiendo al descriptor.

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7. Tipos de descripción atendiendo al objeto de descripción.
8. Tipos de descripción atendiendo a la estructura del texto.
9. Tipos de descripción atendiendo a las relaciones estructurales establecidas en la descripción (Mieke Bal).
10. Bibliografía.







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