Realice los siguientes ejercicios:
1. Sopa de letras. Encuentre las dieciséis preposiciones que hay en esta sopa de letras:
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1. Sopa de letras. Encuentre las dieciséis preposiciones que hay en esta sopa de letras:
[2] El pastor y su nieto apacentaban su rebaño de cabras en el monte, en la cima del alto de las Pedrizas, donde se yergue como gigante centinela de granito el pico de la Corneja.
[3] El pastor llevaba anguarina de paño amarillento sobre los hombros, zahones de cuero en las rodillas, una montera de piel de cabra en la cabeza, y en la mano negruzca, como la garra de un águila, sostenía un cayado blanco de espino silvestre. Era hombre tosco y primitivo; sus mejillas, rugosas como la corteza de una vieja encina, estaban en parte cubiertas por la barba naciente no afeitada en varios días, blanquecina y sucia.
[4] El zagal, rubicundo y pecoso, correteaba seguido del mastín; hacía zumbar la honda trazando círculos vertiginosos por encima de su cabeza y contestaba alegre a las voces lejanas de los pastores y de los vaqueros, con un grito estridente, como un relincho, terminando en una nota clara, larga, argentina, carcajada burlona, repetida varias veces por el eco de las montañas.
[5] El pastor y su nieto veían desde la cumbre del monte laderas y colinas sin árboles, prados yermos, con manchas negras, redondas, de los matorrales de retama y macizos violetas y morados de los tomillos y de los cantuesos en flor…
[6] En la hondonada del monte, junto al lecho de una torrentera llena de hojas secas, crecían arbolillos de follaje verde negruzco y matas de brezo, de carrascas y de roble bajo.
[7] Comenzaba a anochecer, corría ligera brisa; el sol iba ocultándose tras de las crestas de la montaña; sierpes y dragones rojizos nadaban por los mares de azul nacarado del cielo, y, al retirarse el sol, las nubes blanqueaban y perdían sus colores, y las sierpes y los dragones se convertían en inmensos cocodrilos y gigantescos cetáceos. Los montes se arrugaban ante la vista, y los valles y las hondonadas parecían ensancharse y agrandarse a la luz del crepúsculo.
[8] Se oía a lo lejos el ruido de los cencerros de las vacas, que pasaban por la cañada, y el ladrido de los perros, el ulular del aire; y todos esos rumores, unidos a los murmullos indefinibles del campo, resonaban en la inmensa desolación del paraje como voces misteriosas nacidas de la soledad y del silencio.
[9] -Volvamos, muchacho -dijo el pastor-. El sol se esconde.
Era uno de los que, durante la guerra civil, luchaban del lado de las autoridades. Acababan de prenderlo y lo iban a ejecutar.
“¡Qué le hemos de hacer! El poder no ha de estar siempre en nuestras manos. Ahora lo tienen ellos. Si ha llegado la hora de morir, moriremos. Por lo visto, tiene que ser así”, pensaba el hombre; y, encogiéndose de hombros, sonreía, fríamente, en respuesta a los gritos de la multitud.
-Es un guardia. Esta misma mañana ha disparado contra nosotros -exclamó alguien.
Pero la muchedumbre no se detenía. Al llegar a una calle en que estaban aún los cadáveres de los que el ejército había matado la víspera, la gente fue invadida por una furia salvaje.
-¿Qué esperamos? Hay que matar a ese infame aquí mismo. ¿Para qué llevarlo más lejos?
II. Estáse la gentil dama
paseando en su vergel,
los pies tenía descalzos,
que era maravilla ver;
desde lejos me llamara,
no le quise responder.
Respondile con gran saña:
-¿Qué mandáis, gentil mujer?
Con una voz amorosa
comenzó de responder:
-Ven acá, el pastorcico,
si quieres tomar placer;
siesta es del mediodía,
que ya es hora de comer,
si querrás tomar posada
todo es a tu placer.
-Que no era tiempo, señora,
que me haya de detener,
que tengo mujer e hijos,
y casa de mantener,
y mi ganado en la sierra,
que se me iba a perder,
y aquellos que me lo guardan
no tenían qué comer.
-Vete con Dios, pastorcillo,
no te sabes entender,
hermosuras de mi cuerpo
yo te las hiciera ver:
delgadica en la cintura,
blanca soy como el papel,
la color tengo mezclada
como rosa en el rosel,
el cuello tengo de garza,
los ojos de un esparver,
las teticas agudicas,
que el brial quieren romper,
pues lo que tengo encubierto
maravilla es de lo ver.
-Ni aunque más tengáis, señora,
no me puedo detener.
Esta es la versión aparecida en un pliego suelto del siglo XVI (de 1530): "Aquí comiençan tres romances glosados y este primero dize. Estasse la gentil dama", que reprodujeron F. Wolf y C. Hofmann posteriormente (Primavera y Flor de romances o colección de los más viejos y más populares romances castellanos. Tomo II. Berlín: A. Asher y comp., 1856, págs 64-65, romance num. 145.
[ Cfr.: Pan-Hispanic Ballad Project].
Ahora haga esta sopa de letras sobre los pronombres personales:
La traducción que realiza Castillejo no es totalmente literal de la obra de Ovidio, que puede hallar en este blog en la entrada: "Fábula de 'Píramo y Tisbe' de las 'Metamorfosis' de Ovidio: los primitivos 'Amantes de Teruel' y los antecedentes de 'Romeo y Julieta". También presente variedades respecto a la traducción llevada a cabo en el Estudio del rey Alfonso X (que puede consultar en nuestra entrada "Fábula de 'Píramo y Tisbe', traducida de Ovidio en la 'General Estoria' de Alfonso X el Sabio").
Como indica Gemma Gonga, éste amplía, reduce, omite, interpreta y manipula el texto, con claras notas irónicas, que serán tenidas en cuenta por sucesivos intérpretes de la obra (Gregorio Silvestre, Montemayor, Villegas, Quevedo, Góngora...). Consta la obra de en 52 quintillas dobles (520 versos octosílabos) más otros 9 finales que forman un "remate" o conclusión moralizante. Posiblemente tuvo en cuenta la traducción del rey Alfonso X.
El poema narrativo podemos estructurarlo como sigue:
►Alabanza al Amor y presentación de los personajes, indicando la situación en la que se hallan: no pueden estar juntos, aunque se aman (vv. 1- 79).
► Búsqueda del método para comunicarse (vv. 80-229).
► Encuentro en el sepulcro de Nino y trágico desenlace (vv. 230- 520).
A la señora Ana de Xomburg (Ana von Schomburg).
Simples fueron, a mi parecer, en matarse así con el calor del amor y de la edad; porque pudieron esperar a resfriarse y envejecerse, especialmente si vinieran a palacio y a Alemaña, como yo; pero quisieron perder la vida a trueco de la fama.
Y pues es hecho, y no podemos ayudarles con consejo, obra piadosa y justa será acordarnos dellos.
Vuesamerced haga en el caso por su parte lo que le pareciere según su limpia conciencia; que no quiero ponerla en obligación, ni pedir otra merced de mi trabajo, sino que, no pudiendo bien leer o entender estas locuras de amor, tome un acompañado para ello que le ayude de mala, el cual quede a voluntad y elección de vuesamerced, cuyas manos beso».
[01] Grandes, muy grandes, Amor,
[02] Píramo, gentil galán,
Y Tisbe, muy linda dama,
Los cuales al que bien ama
Puestos por exemplo están
En los libros de la fama;
Siendo entrambos igualmente,
Entre la florida gente
De mancebos y doncellas,
Las dos personas más bellas
Que nunca tuvo el Oriente.
[03] Acertaron a tener
Las casas de sus moradas
Pared en medio pegadas;
Pero, como suele ser,
Con fuerte muro cerradas,
En aquella muy nombrada
Ciudad y muy señalada
Que Semíramis cercó,
Donde amor siempre reinó,
Gran Babilonia llamada.
Aunque contemporáneo, pero mayor que Ovidio, el ¿valenciano? Higinio mencionó la fábula que vamos a exponer antes que este ("Qui se ipsi interfecerunt/…..Pyramus in Babylonia ob amorem Thisbes ipse se occidit", Fabulas, 242-243: "los que se mataron a sí mismos, la babilonia Tisbe se mató a sí misma porque Píramos se había matado a sí mismo"). Pero debemos a Ovidio la primera versión completa de esta historia de origen oriental, tal y como acentúa su localización, Babilonia.
[Higihio. Fábulas. Biblioteca Clásica Gredos, 380. Madrid: Gredos: 2009, pp. 299-302]
La historia de "Píramo y Tisbe" nos es relatada dentro de la obra las "Metamorfosis" de Publio Ovidio Nasón alrededor del año 7 d.n.e., constando de 15 libros en hexámetros latinos, donde da cabida a más de 250 narraciones mitológicas. Éstas abarcan desde la creación del mundo hasta llegar a la apoteosis de Julio César, teniendo como hilo común todas ellas, que provocan una metamorfosis de algún tipo en algo o alguien.
La fábula de "Píramo y Tisbe", como si de una caja china se tratara, se encuadra dentro del conjunto de tres relatos que exponen las Mineidas o Miníades (aquellas a las que el dios Baco convirtió en murciélagos), mientras estaba siendo honrado en Tebas la poderosa deidad. En este caso, la narración está puesto en boca de Alcítoe.
La primera traducción que se hizo en castellano la tenemos recogida en la "General Estoria" del rey Alfonso X el Sabio (y que puede leer en este mismo blog, en la entrada: "XXXX").
Los sucesos que se narran son muy semajantes a los ocurridos a los turolenses Isabel de Segura y Juan Diego Martínez de Marcilla a principios del s. XIII, cuyos enamorados son conocidos como los "amates de Teruel".
La traducción que nosotros realizamos es la siguiente.
CAPÍTULO XXVII. De cómo Semíramis ennobleció la cibdad de Babiloña.
(...) Onde dize assí Ovidio en el cuarto libro del su Libro mayor en estos viessos de latín:
Piramus et Tisbe iuvenum pulcherrimus alter,E quiere esto dezir assí en el nuestro lenguage: Píramo e Tisbe, el uno de los más fermosos mancebos que seer podrién, e Tisbe, adelantada de las donzellas de orient, fascas más fermosa que todas ellas, ovieron las casas de cerca ell una del otra, allí ó es dicho que la reina Semíramis cercó la alta cibdad con los muros cochos. E llama aquí Ovidio cochos a los muros por los ladriellos de tierra, que fueran cochos, de que fue cercada aquella cibdad, e que la cercó esta reina. (...)
Altera quas oriens habuit prelata puellis,
Contiguas habuere domos, ubi dicitur altera,
Cotilibus muris ánxisse Semiramis urbem.
GENERAL ESTORIA (IIª PARTE, cap. LXX a LXXIV).
[fol. 145r] Cap. LXX De Piramo & de Thisbe de Orient los dos entendores de como se fablaron & la postura que fizieron en so amor.
Cuenta la estoria que auie en este tienpo en orient un mancebiello & dizien le Piramo, & una mancebiella & llamauan la Thisbe. Et Piramo aquel de quien esto es dicho, cuentaSobresto assi como cuenta ell Autor, assi acaescio: que quando la pared de entre las sus casas de amos fue en fecha en comienço que fincó un rescrieço en ella; luego de comienço. Et fues' abriendo toda uia, & fizos' en essa pared una auertura non grant, que se podrien fablar los omnes por y. Et esta maldat de la paret non lo sabie ningunno de las compannas de amas las casas ca nunqua pararan y mientes, nin les acaesciera pora que. Mas diz Ouidio en este logar que qual es la cosa nin la sotileza que los amadores non sienten & non fallan pora lo que dessean, onde estos dos donzelles Piramo & Thisbe, uieron primero que otre aquella abertura de la pared. Et asmaron tanbien ell uno cuemo ell otro, como se podrien fablar por alli assaz, & fizieron se sus sennales que uiniessen alli, ca por non seer apercebudos sospechados de los de sus casas, non se osauan legar uno a otro.
Et uinieron alli amos & fablaron se por y, & pero muy quediello, por que non sonasse nin se descrubiessen ellos por y, uinen alli