20 de junio de 2025

RESUMEN DE "EL AMANTE LIBERAL", de MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA.


"El amante liberal" es una de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes (escritas entre 1590 y 1612), publicadas en 1613. Se trata de una novela italianizante de corte bizantino, llena de aventuras y pruebas (siempre causantes de resultados), ambientada exóticamente en el Mediterráneo oriental (Chipre), mediante enumeración de topónimos, que explora temas como el amor, la libertad y la transformación personal a través del sufrimiento y la experiencia, todo en un ambiente turco-árabe de costumbresy vocabulario, que deja entrever las propias vivencias del escritor durante su cautiverio en Argel, y velando una crítica evidente a las normas sociales sobre el amor y el matrimonio.

El relato comienza "in medias res", expresando Ricardo (protagonista) directamente su emotivo desconsuelo (elegía) mediante exclamaciones y preguntas retóricas. Este es un cautivo cristiano (esclavo de Hazán Bajá), que se queja de su destino ante las ruinas (locus vastus) de la destrozada, hacía dos años, ciudad de Nicosia (Chipre) [Nicosia fue ganada por los turcos en septiembre de 1570], evocando a la par lo que ha acontecido con la ciudad con lo que le ha sucedido a él personalmente (las ruinas se vuelven en imagen y confidente de su estado amoroso y personal): "tal es mi desdicha, que en la libertad fui sin ventura, y en el cautiverio ni la tengo ni la espero". Se halla allí esperando a que su amo haga la entrada a la ciudad como nuevo bajá de ella, cosa que no puede hacer hasta que el destituido salga. Llevan en la campiña ya cuatro días.

Al pronto, será abordado por Mahamut (quien se convertirá en su amigo fiel, su colaborador y confidente), que parece ser un joven turco ("mancebo, de muy buena disposición y gallardía"), pero que resulta ser un cristiano renegado ("no ignoras el deseo encendido que tengo de no morir en este estado que parece que profeso, pues, cuando más no pueda, tengo de confesar y publicar a voces la fe de Jesucristo, de quien me apartó mi poca edad y menos entendimiento, puesto que sé que tal confesión me ha de costar la vida"), que también está cautivo, y que se nos comenta que fue amigo suyo de la infancia ("entrambos de una misma patria y habernos criado en nuestra niñez juntos"), a pesar de no existir en ningún momento reconocimiento de que eso sea cierto por parte de Rodrigo. Mahamut (del que nunca sabremos su nombre cristiano), sirve al cadí de la ciudad ("es mi amo el cadí desta ciudad -que es lo mismo que ser su obispo-"). Este intentará consolar a Ricardo, pero para ello le pide que le cuente la causa real de su tristeza, pues presume que no ha de ser por la pérdida de la libertad.

15 de junio de 2025

MINILECTURA: "EL AMANTE LIBERAL", de MIGUEL DE CERVANTES



-¡Oh, lamentables ruinas de la desdichada Nicosia, apenas enjutas de la sangre de vuestros valerosos y desafortunados defensores! Si como carecéis de sentido, le tuviérais ahora, en esta soledad donde estamos, pudiéramos lamentar juntas nuestras desgracias, y quizá el haber hallado compañía en ellas aliviara nuestro tormento. Esta esperanza os puede haber quedado, mal derribados torreones, que otra vez, aunque no para tan justa defensa como la en que os derribaron, os podéis ver levantados. Mas yo, desdichado, ¿qué bien podré esperar en la miserable estrecheza en que me hallo, aunque vuelva al estado en que estaba antes deste en que me veo? Tal es mi desdicha, que en la libertad fui sin ventura, y en el cautiverio ni la tengo ni la espero.

Estas razones decía un cautivo cristiano, mirando desde un recuesto las murallas derribadas de la ya perdida Nicosia; y así hablaba con ellas, y hacía comparación de sus miserias a las suyas, como si ellas fueran capaces de entenderle: propia condición de afligidos, que, llevados de sus imaginaciones, hacen y dicen cosas ajenas de toda razón y buen discurso.

En esto, salió de un pabellón o tienda, de cuatro que estaban en aquella campaña puestas, un turco, mancebo de muy buena disposición y gallardía, y, llegándose al cristiano, le dijo:

-Apostaría yo, Ricardo amigo, que te traen por estos lugares tus continuos pensamientos.

-Sí traen -respondió Ricardo (que éste era el nombre del cautivo)-; mas, ¿qué aprovecha, si en ninguna parte a do voy hallo tregua ni descanso en ellos, antes me los han acrecentado estas ruinas que desde aquí se descubren?

-Por las de Nicosia dirás -dijo el turco.

-Pues ¿por cuáles quieres que diga -repitió Ricardo-, si no hay otras que a los ojos por aquí se ofrezcan?

-Bien tendrás que llorar -replicó el turco-, si en esas contemplaciones entras, porque los que vieron habrá dos años a esta nombrada y rica isla de Chipre en su tranquilidad y sosiego, gozando sus moradores en ella de todo aquello que la felicidad humana puede conceder a los hombres, y ahora los ve o contempla, o desterrados della o en ella cautivos y miserables, ¿cómo podrá dejar de no dolerse de su calamidad y desventura? Pero dejemos estas cosas, pues no llevan remedio, y vengamos a las tuyas, que quiero ver si le tienen; y así, te ruego, por lo que debes a la buena voluntad que te he mostrado, y por lo que te obliga el ser entrambos de una misma patria y habernos criado en nuestra niñez juntos, que me digas qué es la causa que te trae tan demasiadamente triste; que, puesto caso que sola la del cautiverio es bastante para entristecer el corazón más alegre del mundo, todavía imagino que de más atrás traen la corriente tus desgracias. Porque los generosos ánimos, como el tuyo, no suelen rendirse a las comunes desdichas tanto que den muestras de extraordinarios sentimientos; y háceme creer esto el saber yo que no eres tan pobre que te falte para dar cuanto pidieren por tu rescate, ni estás en las torres del mar Negro, como cautivo de consideración, que tarde o nunca alcanza la deseada libertad. Así que, no habiéndote quitado la mala suerte las esperanzas de verte libre, y, con todo esto, verte rendido a dar miserables muestras de tu desventura, no es mucho que imagine que tu pena procede de otra causa que de la libertad que perdiste; la cual causa te suplico me digas, ofreciéndote cuanto puedo y valgo; quizá para que yo te sirva ha traído la fortuna este rodeo de haberme hecho vestir deste hábito que aborrezco. Ya sabes, Ricardo, que es mi amo el cadí desta ciudad (que es lo mismo que ser su obispo). Sabes también lo mucho que vale y lo mucho que con él puedo. Juntamente con esto, no ignoras el deseo encendido que tengo de no morir en este estado que parece que profeso, pues, cuando más no pueda, tengo de confesar y publicar a voces la fe de Jesucristo, de quien me apartó mi poca edad y menos entendimiento, puesto que sé que tal confesión me ha de costar la vida; que, a trueco de no perder la del alma, daré por bien empleado perder la del cuerpo. De todo lo dicho quiero que infieras y que consideres que te puede ser de algún provecho mi amistad, y que, para saber qué remedios o alivios puede tener tu desdicha, es menester que me la cuentes, como ha menester el médico la relación del enfermo, asegurándote que la depositaré en lo más escondido del silencio.

30 de mayo de 2025

RELACIONES SEMÁNTICAS DE HOLONIMIA, MERONIMIA, COMERONIMIA, HIPERONIMIA, HIPONIMIA, COHIPONIMIA.


Vamos a analizar en esta entrada las relaciones semánticas entre unidades léxicas a través de un eje vertical y de jerarquía, en el cual se establecen relaciones de inclusión.

RELACIONES SEMÁNTICAS DE HOLONIMIA, MERONIMIA Y COMERONIMIA

La holonimia (del griego ὅλον -holon-, "todo" y ωνυμία -onymia-, "nombre") se establece entre una parte que designa una unidad o un todo integrado por partes, esto es, la palabra holónima designa un todo que incluye materialmente a otras (los merónimos), que son sus partes constituyentes (y que identificamos diciendo "está formado por, se divide en"...).

Ejemplo: el holónimo "barco" tiene como merónimos (o partes constituyenytes) a "casco, proa, popa, mástil, timón, vela, bodega, cubierta, ancla, quilla...".

La meronimia, entonces, (del griego μέρος -meros-, "parte" y ωνυμία -onymia-, "nombre") se produce cuando el significado de una palabra constituye una parte del significado total de otra palabra, denominada holónima, esto es, una palabra merónima es una parte de un todo de la que forma parte ("es una parte de..."). Las palabraas merónimas suelen ser relaciones jerárquicas de contenido estructural, y establecen relaciones asimétrica de inclusión material.

Ejemplo: "tapa, lomo, hojas, solapa, contratapa, portada, índice, prólogo, epílogo, capítulo..." son merónimos del holónimo "libro".

La relación semántica entre palabras que forman parte de la misma holonimia (del mismo "todo") se denomina comeronimia (del latín co-, "conjuntamente" y del griego μέρος -meros-, "parte" y ωνυμία -onymia-, "nombre").

Ejemplo: "dormitorio, cocina, baño, salón, pasillo, garaje..." son comerónimos entre sí del holónimo "vivienda".


RELACIONES SEMÁNTICAS DE HIPERONIMIA, HIPONIMIA Y COHIPONIMIA.

Estos términos se establecen por jerarquización de significados.

La hiperonimia (del griego ὑπέρ -hyper- “sobre, por encima de” y ωνυμία -onymia-, "nombre") se da en palabras cuyo significado incluye el rasgo genérico o común de otras palabras más concretas; es decir, es la relación en la que una palabra (hiperónimo) tiene un significado más general que abarca el de otras palabras más específicas (hipónimos). Por eso, Ortega Sánchez et al. indican que es "aquel término general que puede ser utilizado para referirse a la realidad nombrada por un término más particular o hipónimo. Así un hiperónimo no posee ningún rasgo semántico, que no comparta su hipónimo, mientras que este sí posee rasgos semánticos que lo diferencian”.
[Ortega Sánchez, R. M. et al. (2011). “Hacia la identificación de relaciones de hiponimia/hiperonimia en Internet”. Revista de signos: estudios de lingüística, 77, pág. 70.]

Un hiperónimo puede contener más de un hipónimo, pero al contrario no puede ser. Por tanto, expresa "el ser un tipo de, una clase de....", sintetizando el campo semántico al que pertenecen una serie de cohipónimos. De ahí que el profesor Gutiérrez Ordóñez diga que el término de hiperónimo en semántica léxica es equivalente al de archilexema.
[Gutiérrez Ordoñez, S. (1981). Lingüística y Semántica (aproximación funcional). Oviedo: Universidad de Oviedo, pág. 222].

Ejemplo: el hiperónimo "animal" tiene como hipónimos a "perro, gato, caballo, león, elefante, mono, tigre, oso, jirafa, cebra...".

La hiponimia (del griego ὑπό -hypo- “debajo de” y ωνυμία -onymia-, "nombre") se da en palabras cuyo significado está incluido en el significado de otra palabra de sentido más genérico, por lo que podemos decir que un hipónimo tiene un significado específico, concreto, que está incluido dentro del significado más general de otra palabra a la que llamamos hiperónimo. Es una de las clases o ejemplos de un "todo", es una relación semántica de inclusión que se establece entre unidades léxicas de la misma categoría gramatical dentro de áreas conceptuales determinadas.

Ejemplo: los hipónimos "manzana, pera, plátano, naranja, sandía, melón, uva, fresa, kiwi, mango..." son elementos de hiperónimo "frutas".

Una palabra que es un hipónimo de sí mismo "en el sentido de que el mismo ítem léxico puede funcionar en el nivel superior (hiperonimia) y en el subordinado (hiponimia) es un autohipónimo", dice Crystal.

Es el contexto el que determinará si la palabra se usa en sentido general o específico, y suelen ser palabras polisémicas, es decir, palabras que tienen varios significados relacionados.

Ejemplo: "perro" puede ser hiperónimo, cuando estoy significando a "un animal doméstico", y puede ser hipónimo cuando significo a un "perro salchicha, pastor alemán...", que ya tiene un sentido específico de "raza de perro".

La cohiponimia (del latín co-, "conjuntamente", y del griego ὑπό -hypo- “debajo de” y ωνυμία -onymia-, "nombre") se da en la relación entre los diferentes hipónimos de un mismo hiperónimo, esto es, todos los cohipónimos forman parte de un mismo campo semántico.

Ejemplo: los hipónimos "profesor, cocinero, médico, camionero, tendero, abogado, ingeniero, arquitecto..." del hiperónimo "profesiones", son entre sí cohipónimos.

En este tipo de relaciones de jerarquía, un hipónimo puede ser a su vez hiperónimo de otros hipónimos, y un hiperónimo puede ser un hipónimo de otro hiperónimo.<p>

BIBLIOGRAFÍA.-

Alcaraz Varó, Enrique et Martínez Linares, Mª. (1997). Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Ariel.

Bosque, I. & V. Demonte (eds.). (1999). Gramática descriptiva de la lengua española. Vol. 1, Cap. 3, sección sobre relaciones semánticas. Madrid: Espasa-Calpe, pp. 112-115.

Crystal, Davil. (2000). Diccionario de lingüística y fonética. Barcelona: Octaedro, voz "hiponimia (hipónimo)", pp. 289-290, y voz "meronimia", pp. 362-363.

Cruse, D. A. (2004). Meaning in Language: An Introduction to Semantics and Pragmatics. Oxford University Press.
___________. (1986). Lexical Semantics. Cambridge University Press.

Dubois, Jean. (1973). Diccionario de lingüística. Madrid: Alianza.

Escandell Vidal, M.ª V. (2011). Apuntes de semántica léxica. Madrid: UNED.

Gómez Torrego, L. (2010). Manual de gramática española. Madrid: SM, pp. 234-236.

Gutiérrez Ordoñez, S. (1981). Lingüística y Semántica (aproximación funcional). Oviedo: Universidad de Oviedo.

Lewandowski, Th. (1986). Diccionario de lingüística. Madrid: Cátedra.

Ortega Sánchez, R. M. et al. (2011). “Hacia la identificación de relaciones de hiponimia/hiperonimia en Internet”. Revista de signos: estudios de lingüística, 77, pp. 68-84.



En virtud de ello, realice los siguientes ejercicios para establecer las relaciones semánticas de inclusión material o física, por un lado, y de relación de inclusión jerárquica, por otro.








1 de abril de 2025

LÍRICA NARRATIVA MEDIEVAL. LOS ROMANCES. EJERCICIOS.


Después de haber estudiado la teoría que se le ha ofrecido, vea el siguiente vídeo, de tan solo 5 minutos, de "El Edén de los cínicos", con pedro Moriche.



Ahora, realice el siguiente ejercicio:







9 de marzo de 2025

SEMÁNTICA: DISTINCIÓN ENTRE METÁFORA Y METONIMIA


Un gran número de cambios semánticos viene motivado por causas psicológicas, es decir, asociaciones de ideas que hacen los hablantes entre dos términos que poseen alguna similitud o rasgos comunes entre sí.

Entre ellas están las metáforas, que consisten en la sustitución de un nombre por otro, en virtud de una relación de semejanza entre ellos:
CABELLO DORADO > cabello del color del oro
ARAÑA > lámpara de techo, con muchos brazos que parecen patas de una araña.

Y las metonimias, que son la sustitución de un nombre por otro, en virtud de una relación de proximidad, contigüidad u origen de uno respecto al otro:
BANCO: institución bancaria: los primeros prestamistas se sentaban en bancos especiales en las plazas públicas, de donde la gente comenzó a comentar voy al banco.
COÑAC, JEREZ, RIOJA, CHAMPÁN (o champaña o champagne): vinos o licores procedentes de esas regiones. CAVA: vino espumoso criado en cavas o bodegas.

Según los diferentes modos de contigüidad, se producen diversos tipos de metonimia:

I. Cuando se designa una causa por medio de su efecto: “Ana fue la alegría de la fiesta” (fue la causa de la alegría de la fiesta).

II. Cuando se alude al efecto por medio de la causa: “Le hizo daño el sol” (le hizo daño el calor producido por el calor del sol).

III. Cuando se denomina un objeto por medio del lugar donde produce o de donde procede, esto es, el lugar de producción por lo producido en ese lugar: “Me tomaria ahora un rioja, un jerez, un ribeiro” (una botella de vino de Rioja, de Jerez, de Ribeiro). 

IV. Cuando se designa a un pintor, escritor, soldado, torero, etc., por medio del instrumento que maneja, esto es, el instrumento por el agente: “Es un gran pincel” (un gran pintor); “tiene una pluma incisiva” (es escritor agudo); “es un buen espada” (un buen torero).

V. Cuando se menciona una obra por el autor de la misma: “En el Museo del Prado hay varios Rubens” (varios cuadros de Rubens).

VI. Cuando se designa una característica moral por medio de una realidad física: “No tiene corazón” (es una persona sin sentimientos).

VII. Cuando se emplea el signo o símbolo para designar la cosa significada o simbolizada: “La media luna dominó España durante muchos siglos” (la bandera de la media luna era portada por los musulmanes). 

VIII. Cuando se utilizan los nombres de las marcas por los objetos o productos fabricados: "Dame una coca-cola" (dame un refresco de la marca de Coca-Cola).

IX. Cuando se nombra el continente o contenedor por el contenido: "Me he comido dos platos de tortilla" (la tortilla que había en los dos platos); "El Senado no aprobó el Decreto" (los senadores).

X. Cuando se sustituye la materia por el objeto fabricado con esa materia: "La reina vistió de seda" (vistió un traje de seda).

XI. Cuando se sustituye lo abstracto por lo concreto: "Ha perdido la cabeza" (la cordura).

XII. Cuando se sustituye el todo por la parte o la parte por el todo: "Con su juerte, ha dejado dos bocas que alimentar" (a dos personas que alimentar).

En virtud de lo expuesto, realice el siguiente ejercicio:







27 de febrero de 2025

14 de febrero de 2025

RESUMEN de "RINCONETE Y CORTADILLO", de MIGUEL DE CERVANTES


Dos muchachos de catorce a quince años, aprendices de pícaros, procedentes de las viejas tierras castellanas (Rincón de Fuenfrida -Segovia- y Cortado de Mollorido, una localidad entre Salamanca y Medina del Campo -Valladolid-), salen en busca de aventuras y libertad (como luego hará don Quijote).

Estamos en principio, pues, ante una novela picaresca, de aventuras e itinerante (los protagonistas viajarán desde sus lugares de origen hasta Sevilla). Pero la novela picaresca tiene unas características definidas que aquí no encontramos: están relatadas en primera persona de forma retrospectiva, cuando el protagonista tiene ya desde una edad avanzada, recordándonos sus orígenes familiares, poco honestos, y sus peripecias al servicio de uno o varios amos, en un ambiente de miseria, hambre y necesidad. Y en esta obra no todos estos rasgos se cumplen.

En primer lugar, porque no es uno el protagonista (son dos), y porque la narración no se hace de manera retrospectiva en primera persona, sino en tercera persona y mayoritariamente en sucesión lineal, siendo muy importantes los diálogos.

Es cierto que ambos escaparon de hogares disfuncionales, según se nos cuenta en una breve exposición de analepsis relatada por cada uno de ellos, y que su aspecto es el propio de unos muchachos pícaros “muy descosidos, rotos y maltratados”, pues tienen los calzones, las medias, los zapatos, la capa, el sombrero y demás prendas, raídas y desgastadas, hasta un cuello “tan deshilado de roto, que todo parecía hilachas”. Esta prosopografía inicial realizada por un narrador omnisciente, será reforzada por una etopeya rápida realizada por el diálogo que mantienen los dos chiquillos: Rincón es hábil con los naipes y Cortado robando en las faldriqueras. Pero no subyace en ningún momento que pasen hambre.

El mayor, Pedro del Rincón, ha robado a su padre, que es bulero/buldero (“mi padre es persona de qualidad, porque es ministro de la Santa Cruzada, quiero decir que es bulero, como los llama el vulgo (aunque otros los llaman echacuervos“; luego tiene un oficio con el que ganarse la subsistencia, pues es una especie de funcionario comisionado para distribuir las bulas y recaudar el dinero de ellas. Recordemos que el Lazarillo tuvo por amo a un buldero también). Huirá para evitar el castigo, pues es dinero que pertenece a la Iglesia, hacia Madrid, pero finalmente “vino el tesorero tras mí, prendiéronme, tuve poco favor, y no se me guardó justicia”, por lo que fue azotado y desterrado de Madrid por 4 años. Tras esto, se gana la vida “por los mesones y ventas que hay de Madrid aquí, jugando a la veinte y una“. Su onomástica nos adelantará su condición de marginado, arrinconado por su propia familia y luego por la sociedad.

El más pequeño, Diego Cortado, huye también de su núcleo familiar “pues no tengo en ella más de un padre que no me tiene por hijo y una madrastra que me trata como alnado” (hijastro). Su padre era sastre y calcetero, y parece que ha aprendido bien el oficio, pues también tiene que emprender la huida de Toledo al ser perseguido por el Corregidor de esta localidad por su habilidad para llegar al fondo de las faldriqueras ajenas (“no hay faldriquera tan retraída y guardada a que no visiten mis dedos, que son más agudos que navajas”. Su onomástica está relacionada, tanto con el oficio del padre, cortar, como con la idea de fractura.

29 de septiembre de 2024

LOS 10 ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN


TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR
El emisor.
El mensaje.
El receptor.
El canal.
El código.
El referente.
El contexto o situación.
El ruido.
La redundancia.
La retroalimentación o feed-back

La comunicación puede definirse como transmisión de información de manera intencionada entre un emisor y un receptor que utilizan un código común. En la comunicación humana, es a través de este proceso como el hombre se interrelaciona con sus semejantes y es posible el proceso de socialización.

Hay que tener en cuenta que informar supone comunicar conocimientos nuevos, de tal modo que un mensaje que no aporte conocimientos nuevos tiene un contenido informativo muy bajo: cuanto más previsible sea un mensaje menor será su contenido informativo.

En todo acto de comunicación pueden surgir perturbaciones que pueden dificultar la perfecta transmisión del lenguaje, provocando la pérdida de contenido informativo. Tales perturbaciones se conocen con el nombre de ruido (distracciones, erratas, etc.) Para contrarrestar los efectos del ruido, el emisor repite contenidos, es decir, introduce cierto grado de redundancia que asegure la comunicación.

En todo acto comunicativo intervienen necesariamente una serie de elementos, llamados factores de la comunicación:

7 de agosto de 2024

MESTER DE JUGLARÍA. 10 CARACTERÍSTICAS INEQUÍVOCAS DE LOS CANTARES DE GESTA CASTELLANOS.


TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR
1. Definición y tipo de narración.
2. Carácter distintivo de los cantares de gesta castellanos.
3. Tipo de versificación.
4. Transmisión de los textos.
5. Hetereogeneidad y variedad de un mismo texto.
6. Autoría.
7. Fecha de composición.
8. Lenguaje.
9. Finalidad y propósito de estas obras.
10. Influencia de los cantares de gesta en otros géneros o escuelas literarias.

Manuscrito del "Cantar de mío Cid"

1. Definición y tipo de narración. Los cantares de gesta son poemas épicos medievales (por tanto no son textos históricos, sino literarios) que narran hechos magnificados, proezas, hazañas heroicas y extraordinarias, conquistas o derrotas (preservando de este modo la memoria histórica de algún suceso), de un héroe, generalmente de existencia real, que habiendo sufrido alguna injusticia o traición o cualquier otro conflicto los supera gracias a sus excelentes valores éticos, sus cualidades individuales y su comportamiento ejemplar (que servirá de prototipo y modelo de los valores feudales que se desean arraigar en la sociedad, además de conformar una identidad nacional y cultural) de honor y honra, lealtad y fidelidad al rey, valentía, justicia, generosidad, astucia, nobleza y religiosidad cristiana.

Florinda (La Cava),
de Franz Xaver Winterhalter (1853)
 
2. Carácter distintivo de los cantares de gesta castellanos. Aunque suelen contener elementos fantásticos, legendarios y folklóricos, la característica esencial de los cantares de gesta castellanos es que son verosímiles y realistas (a diferencia de los franceses que suelen ser más fantasiosos, con inclusión de seres sobrenaturales y hechos imposibles), relatando sucesos realizados por algún personaje histórico (que es idealizado, ensalzado y recreado literariamente) cuyas hazañas o desgracias tienen base histórica (incluso con personajes secundarios también documentables, referencias toponímicas precisas y reconocibles y contexto histórico fundamentado que sirve de marco al relato), como ocurre, entre otros, con:

🡲 El rey godo don Rodrigo -"Cantar del rey Rodrigo y la pérdida de España"-,
🡲 Fernán González, el primer conde castellano -"Cantar de Fernán González"-,
🡲 Los siete hijos de Gonzalo Gustioz y Mudarra -"Cantar de los siete infantes de Lara"-,
🡲 Roldán, caballero de Carlomagno -"Cantar de Roldán"-,
🡲 Bernardo del Carpio -"Cantar de Bernardo del Carpio"-,
🡲 El infante García, último conde castellano -"Cantar del infante García"-,
🡲 Sancho II y Urraca -"Cantar de Sancho II y el cerco de Zamora"-,
🡲 Rodrigo Díaz de Vivar -"Cantar de mío Cid"-...
Su temática principal, pues, está centrada a la época de la conquista de España por los árabes (entorno al rey Rodrigo), el freno de su expansión en Roncesvalles (con el cantar de Roncesvalles, de Roldán y el de Bernardo del Carpio) y la posterior reconquista cristiana, destacando la creación del condado de Castilla y su evolución a reino (Fernán González, la familia Lara, el infant García), concluyendo con el ensalzamiento de un personaje castellano frente a la aristocracia leonesa: el Cid (con Sancho II y el cerco de Zamora, y el Cid y su conquista de Valencia). Añádense los motivos relacionados con un período de expansión territorial, de guerras y luchas, donde las intrigas, discordias y venganzas eran comunes (la condesa traidora, la campana de Huesca...).

25 de marzo de 2024

Descripción del ambiente de un corral de comedias en el siglo XVII, por Arturo Pérez Reverte (Cap. X de "El capitán Alatriste").



10
"(...) Desde el monarca hasta el último villano, la España del Cuarto Felipe amó con locura el teatro. Las comedias tenían tres jornadas o actos, y eran todas en verso, con diferentes metros y rimas. Sus autores consagrados, como hemos visto al referirme a Lope, eran queridos y respetados por la gente; y la popularidad de actores y actrices era inmensa. Cada estreno o reposición de una obra famosa congregaba al pueblo y la corte, teniéndolos en suspenso, admirados, las casi tres horas que duraba cada representación; que en aquel tiempo solía desarrollarse a la luz del día, por la tarde después de comer, en locales al aire libre conocidos como corrales. Dos había en Madrid: el del Príncipe, también llamado de La Pacheca, y el de la Cruz. Lope gustaba de estrenar en este último, que era también el favorito del Rey nuestro señor, amante del teatro como su esposa, la reina doña Isabel de Borbón. Por más que el amor teatral de nuestro monarca, aficionado a lances juveniles, se extendiese también, clandestinamente, a las más bellas actrices del momento, como fue el caso de María Calderón, la Calderona, que llegó a darle un hijo, el segundo Don Juan de Austria.

El caso es que aquella jornada se reponía en el Príncipe una celebrada comedia de Lope, El Arenal de Sevilla, y la expectación era enorme. Desde muy temprana hora caminaban hacia allí animados grupos de gente, y al mediodía se habían formado los primeros tumultos en la estrecha calle donde estaba la entrada del corral, frontera entonces al convento de Santa Ana. Cuando llegamos el capitán y yo, se nos habían unido ya por el camino Juan Vicuña y el Licenciado Calzas, también harto aficionados a Lope, y en la misma calle del Príncipe sumóse Don Francisco de Quevedo. De ese modo anduvimos a la puerta del corral de comedias, donde resultaba difícil moverse entre el gentío. Todos los estamentos de la Villa y Corte estaban representados: desde la gente de calidad en los aposentos laterales con ventanas abiertas al recinto, hasta el público llano que atestaba las gradas laterales y el patio con filas de bancos de madera, la cazuela o gradas para las mujeres -ambos sexos estaban separados tanto en los corrales de comedias como en las iglesias-, y el espacio libre tras el degolladero, reservado a quienes seguían en pie la representación: los famosos mosqueteros, que por allí andaban con su jefe espiritual, el zapatero Tabarca, quien al cruzarse con nuestro grupo saludó grave, solemne, muy poseído de la importancia de su papel. A las dos de la tarde, la calle del Príncipe y las entradas al corral eran un hervidero de comerciantes, artesanos, pajes, estudiantes, clérigos, escribanos, soldados, lacayos, escuderos y rufianes que para la ocasión se vestían con capa, espada y puñal, llamándose todos caballeros y dispuestos a reñir por un lugar desde el que asistir a la representación. A ese ambiente bullicioso y fascinante se sumaban las mujeres que con revuelo de faldas, mantos y abanicos entraban a la cazuela, y eran allí asaeteadas por los ojos de cuanto galán se retorcía los bigotes en los aposentos y en el patio del recinto. También ellas reñían por los asientos, y a veces hubo de intervenir la autoridad para poner paz en el espacio que les era reservado. En suma, las pendencias por conseguir sitio o entrar sin previo pago, las discusiones entre quien había alquilado un asiento y quien se lo disputaba eran tan frecuentes, que llegábase a meter mano a los aceros por un quítame allá esas pajas, y las representaciones tenían que contar con la presencia de un alcalde de Casa y Corte asistido por alguaciles. Ni siquiera los nobles eran ajenos a ello: los duques de Feria y Rioseco, enfrentados por los favores de una actriz, habíanse acuchillado una vez en mitad de una comedia, so pretexto de unos asientos. El licenciado Luis Quiñones de Benavente, un toledano tímido y buena gente que fue conocido del capitán Alatriste y mío, describió en una de sus jácaras ese ambiente espeso donde menudeaban las estocadas:

En el corral de comedias
lloviendo a la puerta están
mojadas y más mojadas
por colarse sin pagar
.

Singular carácter, el nuestro. Como alguien escribiría más tarde, afrontar peligros, batirse, desafiar a la autoridad, exponer la vida o la libertad, son cosas que se hicieron siempre en cualquier rincón del mundo por hambre, ambición, odio, lujuria, honor o patriotismo. Pero meter mano a la blanca y darse de cuchilladas por asistir a una representación teatral era algo reservado a aquella España de los Austrias que para lo bueno, que fue algo, y lo malo, que fue más, viví en mi juventud: la de las hazañas quijotescas y estériles, que cifró siempre su razón y su derecho en la orgullosa punta de una espada.

29 de agosto de 2023

MINILECTURA. LOS CUENTOS DE CANTERBURY: "EL CUENTO DE LA COMADRE DE BATH".


En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama todavía pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas. La reina de los Elfos y su alegre cortejo danzaba frecuentemente por los prados verdes. Según he leído, ésta es la vieja creencia; hablo de hace muchos centenares de años; pero ahora ya no se ven hadas, pues actualmente las oraciones y la rebosante caridad cristiana de los buenos frailes llenan todos los rincones y recovecos del país como las motas de polvo centellean en un rayo de sol, bendiciendo salones, aposentos, cocinas y dormitorios; ciudades, burgos, castillos, torres y pueblos; graneros, alquerías y establos; esto ha ocasionado la desaparición de las hadas. En los lugares que frecuentaban los elfos, ahora andan los frailes mañana y tarde, musitando sus maitines y santos oficios mientras rondan por el distrito. Por lo que, actualmente, las mujeres pueden pasear tranquilamente junto a arbustos y árboles; un fraile es al único sátiro que encuentran, y todo lo que éste hace es quitarles la honra.
Pues bien, sucedió que en la corte del rey Arturo había un caballero joven y alegre. Un día que, montado en su caballo, se dirigía a su casa después de haber estado dedicándose a la cetrería junto al río, se topó casualmente con una doncella que iba sin compañía y, a pesar de que ella se defendió como pudo, le arrebató la doncellez a viva fuerza.
Esta violación causó un gran revuelo. Hubo muchas peticiones de justicia al rey Arturo, hasta que, por el curso de la ley, el caballero en cuestión fue condenado a muerte. Y hubiese sido decapitado (tal era, al parecer, la ley en aquellos tiempos) si la reina y muchas otras damas no hubieran estado importunando al rey solicitando su gracia, hasta que al fin él le perdonó la vida y lo puso a merced de la reina para que fuese ella a su libre albedrío la que decidiese si debía ser ejecutado o perdonado.
La reina expresó al rey su profundo agradecimiento y, al cabo de uno o dos días, encontró la oportunidad de hablar con el caballero, al que dijo:
-Os encontráis todavía en una situación muy difícil, pues vuestra vida no está aún a salvo; pero os concederé la vida si me decís qué es lo que las mujeres desean con mayor vehemencia. Pero, ¡ojo! Tened mucho cuidado. Procurad salvar vuestra cerviz del acero del hacha. No obstante, si no podéis dar la respuesta inmediatamente, os concederé el permiso de ausentaros durante un año y un día para encontrar una solución satisfactoria a este problema. Antes de que os pongáis en marcha, debo tener la certeza de que os presentaréis voluntariamente a este tribunal.

1 de junio de 2023