[RESUMEN 1:Arquero, Fernando. “La Gaviota”, in Armiño, Mauro (dir.). Parnaso. Diccionario Sopena de Literatura. Tomo I. Autores españoles e hispanoamericanos. Barcelona: Sopena, 1972, pág. 275.
N.B.: entre corchetes introduzco algunos comentarios propios para un mejor seguimiento de la trama de la novela].
«La primera, y la mejor de cuantas novelas escribió Fernán Caballero es “La gaviota”, publicada en 1849, donde la novelista intenta desarrollar el concepto agustiniano-paulino de la perversión natural del hombre, cuyos malos instintos debe superar la educación, El asunto, de gran sencillez, está expuesto en un diálogo vivo y gracioso que refleja exactamente las costumbres andaluzas. Fritz Stein, cirujano alemán que asistió a la guerra del Norte, es recogido gravemente enfermo en Villamar, por los guardianes de un convento abandonado [siendo curado por fray Gabriel y la anciana Tía María]. Cerca de él, vive en una choza el pescador Pedro Santaló con su hija Marisalada, arisca y huraña, a quien llama ‘la gaviota’ por la facilidad con que imita el canto de los pájaros con su hermosa voz. Stein cura[rá] la enfermedad [de ésta, a petición de la Tía María, que es quien estaba atendiéndola. Viendo el arte y facilidad que ésta tenía para la música, le dará clases, por lo que, tras tres años de magisterio, la relación del maestro con la alumna se convertirá en atracción], se enamora de ella y se casan. El duque de Almansa, que protegiera a Stein en su viaje a España, y que es curado por el alemán de heridas producidas en un accidente de caza, incita al matrimonio a que salga de su retiro, él para ejercer su carrera, ella para hacer admirar con su voz. [Deciden ir con él y] El duque presenta a María en una tertulia sevillana, donde triunfa la lugareña. Pero, en los toros, se prenda del matador Pepe Vera [con quien llega a mantener relaciones adúlteras. Paralelamente, el duque comienza a cortejarla, siendo a ambos lances desconocedor Stein]. [Trasladados a la capital] En Madrid es la cantante de moda; por su causa, el duque trata con frialdad a su esposa. El pescador Pedro Santaló se halla gravemente enfermo y envía a Momo -un zafio lugareño-- a avisar a Marisalada; la ve en el teatro representar Otelo, cree que la matan de verdad y así lo cuenta en el pueblo. La cantante va con Pepe Vera a una orgía y Stein [es avisado por una carta de la ex novia del torero, acudiendo al lugar y certificando el engaño al que le estaba sometiendo su mujer, pues con sus propios ojos] lo ve; refiere al duque su desgracia y decide partir para América, donde muere poco después. El duque [después del suceso de la orgía de la Gaviota, abandona también su sueño de romance con ella y] se reconcilia con su esposa y el desenlace se precipita: María, después de ver morir en la plaza a su amante, pierde la voz por una enfermedad y abandonada [de su esposo y del duque. Seis meses después de esto, Rafael, amigo del duque, que ha regresado de Cuba, trae consigo una carta de Stein, que agonizante, antes de morir de fiebre amarilla, expresaba que todavía amaba a Marisalada y que le perdonaba todo] y sola regresa a su pueblo para allí casarse con el barbero [Ramón Pérez, con quien tendrá un hijo. Allí vivirá lejos del espectáculo, amargada, porque su esposo e hijo cantan mal, y porque en el pueblo ya no era tenida en estima como antaño]. Marisalada representa la fuerza del instinto, la pasión irrazonable, y, para hacer más patente su doctrina de la perversión natural del hombre, Fernán Caballero la encumbra hasta la moda y la deja caer luego en el abismo de la amargura y la soledad. El tono moralizante -que no impide escenas escabrosas que la autora justifica por la moraleja que del relato se desprende-- perjudica el colorido costumbrista de ‘La gaviota’, cuyo mayor mérito, radica en la pintura de costumbres del Madrid de los espectáculos y la moda y del puerto gaditano. La parte débil se halla en la interpretación de un velo idealista y sentimental entre la realidad y los ojos de la novelista, que se empeña en enseñar deberes religiosos mediante el didactismo de sus escenas».
[RESUMEN 2: Alborg, Juan Luis. Historia de la literatura española. Volumen V-1. Realismo y Naturalismo. La novela. Madrid: Gredos, 1999, pp. 461-462].
«Un joven médico alemán, Fritz Stein, se dirige a España para servir altruistamente en el ejército español durante la guerra carlista. Por haber auxiliado a un enemigo herido, es expulsado del ejército, y tras andar descorazonado por el país, llega a una aldea de la costa andaluza, Villamar, donde unas humildes gentes le recogen en trance de extenuación. La sencilla vida de la aldea le reconforta y decide quedarse allí ejerciendo la medicina. Stein asiste a una muchacha de la que se enamora, Marisalada, hija del pescador Pedro Santaló, a la que llaman “la Gaviota” por su carácter rebelde, su vida libre y su portentosa voz de oro. Stein y Marisalada contraen matrimonio, a pesar de que el médico le lleva casi catorce años de edad, y su vida transcurre feliz por algún tiempo. Cierto día, un noble español, el duque de Almansa, a quien Stein había conocido en su viaje a España, gravemente herido en una caída de caballo cerca de Villamar, es curado y hospedado por Stein. Para agradecer sus cuidados, el duque insiste en llevar al médico y a su mujer a la capital, donde él podrá encontrar ventajas profesionales y Marisalada desarrollar sus dotes artísticas. Tras breve estancia en Sevilla, con la que comienza la segunda parte de la novela, el matrimonio, protegido por el duque, se establece en Madrid. Marisalada, que se ha convertido en una famosa cantante, se enreda en un amor adúltero con el torero Pepe Vera. Stein, informado por una rival despechada, abandona a su mujer y embarca para Cuba donde muere a poco de la fiebre amarilla. El torero muere de una cornada, y Marisalada, pobre y enferma, perdida la voz, regresa a Villamar, donde acaba sus días casada con el hijo del barbero, a quien años antes había desdeñado».
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