25 de septiembre de 2022

MINILECTURA: "RODRIGO O LA TORRE ENCANTADA" (1800), de Donatien Alphonse Francois de Sade (Marqués de Sade)


Relato integrado dentro de "Los crímenes del amor", recopilación de relatos publicada por el Marqués de Sade en 1800.


Rodrigo, rey de España, el más sabio entre los príncipes en el arte de encontrar nuevos placeres, el menos escrupuloso en la forma de procurárselos, considerando al trono como uno de los medios más seguros para obtener la impunidad, a todo se atrevió para lograrlo, y no necesitando hacer caer, para obtenerlo, más que la cabeza de un niño, dictó sin remordimientos su sentencia; mas Anagilda, madre del desdichado Sancho, que tal era su nombre, y del cual Rodrigo, tío y tutor, quería ser también verdugo, logró descubrir la conjura proyectada contra su hijo y tuvo la suficiente habilidad como para prevenirla; se va al África, ofrece a los Moros el trono legítimo de España, les cuenta el propósito criminal que la ha impulsado a actuar, implora su protección y, cuando estaba a punto de obtenerla, muere con el desgraciado niño.

Rodrigo, totalmente ajeno a lo que pueda turbar su felicidad, Rodrigo rey, sólo se preocupa por sus placeres; para multiplicar las causas que puedan aumentarlos discurre atraer a su corte a las hijas de todos sus vasallos. Pretexta necesitar rehenes para estar seguros de ellos, velando así sus funestos designios. ¿Se resisten? ¿Reclaman a sus hijas? Culpable pronto de crímenes de Estado, hace pagar con la vida tal rebelión, y bajo su cruel reinado no es dado encontrar un justo medio entre la cobardía y la perfidia.

Entre las jóvenes que embellecían, gracias a tal recurso, la corte corrompida del soberano, Florinda, de unos dieciséis años, se distinguía de sus compañeras como la rosa de las flores. Era hija del Conde Juliano, a quien Rodrigo acababa de enviar al África para oponerse a las negociaciones de Anagilda; pero como la suerte de Don Sancho y de su madre hacían ya inútiles las tratativas, el conde podría haber vuelto, y lo hubiera hecho, a no ser por la belleza de Florinda. En cuanto Rodrigo vio por primera vez a esta encantadora criatura, comprendió que el regreso del conde obstaculizaría sus deseos; le escribió ordenándole quedarse en África, y con prisa por gozar de un bien que esta ausencia parecía asegurarle, indiferente a los medios para procurárselo, hizo un día conducir a Florinda a las habitaciones de su palacio y allí, más presuroso en obtener favores que en merecerlos, sólo se preocupó por despojarla aún más.

Si bien ocurre que quien ultraja olvida prontamente sus injurias, aquel que las recibe goza al menos del derecho de recordarlas.

Florinda, desesperada, no sabiendo cómo advertir a su padre de lo que acaba de ocurrirle, se sirve de una ingeniosa alegoría transmitida a nosotros por los historiadores, y escribe a su padre: que el anillo cuyo cuidado tanto le encomendara, acababa de ser roto por el mismo rey; que habiéndose precipitado sobre ella armado de un puñal, el soberano había destrozado esa joya cuya pérdida llora y por venganza clama; pero muere de dolor antes de recibir respuesta.

19 de septiembre de 2022

MINILECTURA. "EL LENGUAJE. CARACTERIZACIÓN DE SUS FORMAS FUNDAMENTALES", de María del Carmen Ugalde.

Ugalde, María del Carmen. "El lenguaje. Caracterización de sus formas fundamentales", in Letras, I, 20-21 (1987), pp. 15-34.

El lenguaje es un sistema de signos que utiliza el ser humano, básicamente, para comunicarse con los demás o para reflexionar consigo mismo. Este sistema de signos puede ser expresado por medio del sonido (signos articulados) o por medios gráficos (escritura). Estas dos posibilidades de los signos lingüísticos corresponden a los dos usos del lenguaje que llamaremos código oral y código escrito.

El código oral antecede, históricamente, al escrito. El código escrito debe su origen a la evolución social y política; el oral, a condiciones naturales y de él se establece posteriormente, el código escrito. Este orden cronológico de aparición de estas formas se repite en la adquisición del lenguaje. El niño primero aprende la forma oral del lenguaje y sólo más tarde (si tiene la posibilidad) aprende el código escrito.

Con la adquisición del lenguaje el niño se sociabiliza, lo adquiere en el contacto con los demás y, a la vez, se pone en contacto con los otros por medio del lenguaje.

A medida que adquiere el lenguaje, adquiere también la visión de mundo, la escala de valores de los otros miembros de su grupo social.

Como mecanismo socializador, el lenguaje contribuye a que el hombre sea en sociedad y no sólo individualmente, Por lo tanto, este proceso de socialización se inicia no sólo con el convivir, sino especialmente con el aprendizaje y uso del lenguaje del grupo, que actúa, muchísimas veces, como vehículo de cohesión e identidad grupal.

Hymes señala que

«el niño normal adquiere un conocimiento de las oraciones no sólo como gramaticales, sino también como adecuadas. El o ella adquiere la competencia de cuándo hablar, cuándo no, y de qué hablar con quién, cuándo, dónde, de qué forma. En pocas palabras, el niño llega a ser capaz de llevar a cabo un repertorio de actos de habla, de tomar parte en eventos de habla, y de evaluar la actuación de los demás. Además, esta competencia es integral con las actitudes, valores y motivaciones referentes al lenguaje, a sus características y usos, e integral con la competencia de, y las actitudes hacia la interrelación del lenguaje con el otro código de la conducta comunicativa».
[Hudson, R. A. La Sociolingüística. Barcelona: Anagrama, 1981, pág. 231].
El código oral se adquiere en el seno familiar. Es una forma muy flexible, espontánea y altamente significativa que se aprende en poco tiempo (al año el niño dice dos o cuatro palabras y normalmente a los 3 años ya no tiene ningún problema para comunicarse, sin que medie, necesariamente, un esfuerzo consciente y organizado de parte del niño, ni del grupo familiar. Sobre este punto se ha discutido en varias oportunidades. Chomsky, por ejemplo, considera que los niños aprenden a hablar a una edad muy temprana a pesar de que los adultos le hablan de manera incompleta, es decir, emitiendo oraciones a medias. Podríamos estar de acuerdo con Chomsky si nos apoyamos en los argumentos expuestos por Vygotsky en cuanto a las características del diálogo. Él considera que, en el diálogo, el lenguaje es siempre abreviado, y no es necesario emitir proposiciones completas por cuanto ambos interlocutores saben de qué están hablando. Ahora bien, siendo el diálogo la forma que más se usa en el hogar, es también la forma que más oye el niño y a través de la cual va adquiriendo el lenguaje. Pero el niño no se afecta por haber aprendido por medio de formas incompletas. Pareciera que en el contacto con el grupo familiar, también él participa de esa conexión mental que le permite adivinar y entender las partes de oraciones que en una conversación no se dicen, de manera que logra siempre formar la totalidad y expresar, posteriormente, proposiciones completas o incompletas según el grado de intimidad con su interlocutor.

18 de septiembre de 2022

MINILECTURA: "EL LENGUAJE DE LOS GESTOS" , de Pere Greenham.


Greenham, Pere. "El lenguaje de los gestos. Los europeos ostentan diferencias bien marcadas que van más allá de la geopolítica, razas y lenguas, sus gestos expresivos",
in Babelia (13), suplemento cultural de El País, 11 de enero de 1992, pp. 4-7.


Estando en un café al aire libre en los parisinos Champs Elysées, este verano fui testigo de una escena que ilustra perfectamente la intención de este artículo. Un caballero inglés, tras probar con delectación la consumición que había ordenado, y ante su nulo conocimiento de francés, hace un gesto aprobatorio al camarero. Junta el índice y el pulgar, levantando los dedos en el signo okay. El local estaba abarrotado por una clientela internacional. Se hace silencio a su alrededor y lo miran con hostilidad. Cogió su diario y, tras pagar, le oía farfullar “What’s wrong, what’s wrong?” [¿Qué pasa, qué pasa?]. Lo que ignoraba es que en Francia ese gesto significa cero y sin valor, en Malta equivale a acusar a un hombre de homosexual, en Grecia y Cerdeña se utiliza para insultar a alguien deseándole ser sodomizado. Y es que la implantación del esperanto y el ecu como moneda igualatoria puede llegar a funcionar en el intercambio comercial, mas no en el proceso comunicativo de expresión cultural. Los gestos primarios, como la timidez, la vergüenza, el cortejo y el miedo son expresados de igual manera por todas las razas y culturas. Sin embargo, ante una mayor complejidad del mensaje, surgen los gestos regionales, que caracterizan a un grupo étnico que usa un medio común de expresión. Dichos gestos enfatizan lo que se está diciendo, aunque pueden prescindir totalmente de la palabra. Es curioso observar que el factor geotérmico (norte-frío, sur-calor) es decisivo en la riqueza del repertorio gestual.

España.

Según los estudiosos del medio ambiente y sus repercusiones en la ecología y el comportamiento humano, Madrid, Barcelona y Tokio son las ciudades más cargadas de decibelios de todo el continente eurasiático. Ruido de coches, de máquinas tragaperras, de estar siempre en obras con toda la maquinaria de construcción. Al español, por regla general, el silencio le resulta asfixiante, de allí que se estudie, cocine, trabaje o espere con la radio o la tele puestas. Esto influye en que se chille en vez de hablar (para ser escuchados) y que se eche mano de gesticulaciones que hagan más claros nuestros enunciados y se enriquezca, por tanto, la expresividad. Es muy característico que casi sincrónicamente los hombres mayores hundan el cuello entre los hombros y volteen las palmas de las manos hacia arriba en una discusión. Esto provoca el típico acarraspamiento de la voz, que enfatiza un sentimiento de que cualquier cosa que se esté diciendo está siempre llevando la razón. 


El mismo significado tiene el gesto de golpear la mesa con los nudillos, que probablemente deriva del tute o de la brisca, juegos de carta muy practicados por la gente de edad avanzada. Católicos por antonomasia, el signo de la cruz se usa constantemente y en gran número de circunstancias. “Te lo juro por ésta”, se dice mientras se besa la cruz hecha con los dedos, como subrayando una verdad sagrada.

12 de septiembre de 2022

MINILECTURA: "EL MUNDO DE LAS SEÑALES", de JESÚS TUSÓN


“Por un momento, vamos a imaginar que salimos de un hotel y empezamos a caminar por una calle cualquiera de una ciudad cualquiera que nos es desconocida. Esta vez, nuestro objetivo no consiste en desplazarnos nerviosamente a un lugar determinado. Hemos salido para deambular, en busca de señales. Cruzamos las calles. En el centro, pisamos una línea larga, continua y blanca, pintada sobre el pavimento: los coches que circulen no pueden cambiar de carril. Subimos a la otra acera y alzamos la vista. En el chaflán, a unos tres metros de altura, pende un recuadro en el que se halla inscrita una cruz, dibujada en verde, con las aspas abiertas: hay una farmacia. En su fachada, la columna de mercurio de un inmenso termómetro marca treinta y cuatro grados centígrados: ya sabíamos que el calor era fuerte y nos sentimos, si no aliviados, al menos confirmados. Más allá, se despliega un toldo. En su lateral, sobre un círculo rojo, destacan unas letras blancas y sinuosas: tenemos un bar a nuestro alcance. Entramos y pedimos: «¡Dos cafés, por favor!». Al cabo de unos instantes, el camarero coloca dos cafés sobre la barra, delante de nosotros. A sus espaldas hay un panel con diversas figuras cónicas, de color marrón claro, que, en la parte superior, sostienen esferas de colores: en este bar sirven helados. Suena una música esquemática y mecánica: la máquina nos invita al juego. La miramos con desdén. Terminado el café, salimos. Hemos de cruzar la calle y, esta vez, decidimos hacerlo por el lugar oportuno. El semáforo está rojo: no debemos pasar y nos mantenemos en la acera con cierta impaciencia, pese a que nada nos apremia. Cuando se enciende la luz verde, nuestras piernas se disparan, casi al margen de la voluntad y, en pocos segundos, estamos en la otra acera. Hacia nosotros se dirige un hombre, amplios surcos en su cara y cabello blanco: es un anciano. Se detiene y nos ofrece la palma de su mano, hacia arriba, sin decir una palabrae dinero. Le damos unas monedas y continuamos nuestro camino (...)".

Tusón, Jesús. Lingüística. Una introducción al estudio del lenguaje, con textos comentados y ejercicios. Barcelona: Barcanova, 1984, pp. 7-8.



CUESTIONARIO.

1. Indique los signos o señales que aparecen en este texto y qué significan.

2. ¿Cuáles de los signos anteriores son verbales y cuáles no lo son?

3- ¿Atendiendo a lo sentidos, ¿cuáles de esos signos los consideraremos señales acústicas, cuáles táctiles y cuáles visuales?

4. De los anteriores signos, ¿cuáles son indicios, símbolos o iconos?

5. ¿Quién o quienes son el emisor y el receptor de estos mensajes?
Puede servirse de nuestra entrada en este mismo blog "Los 10 elementos de la comunicación"

6. ¿Qué canal y código se ha empleado en cada acto de comunicación?
Puede servirse de nuestra entrada en este mismo blog "Los 10 elementos de la comunicación"








9 de julio de 2022

EJERCICIOS. LOS NOMBRES DE LAS CRÍAS DE ANIMALES.


Realice estos dos ejercicios sobre los nombres de las crías de diversos animales.
Para ayudarse, lea primero la entrada "¿Cómo se denominan las crías de los animales?", de este mismo blog.


¿CÓMO SE DENOMINAN LAS CRÍAS DE LOS ANIMALES?


En general, para denominar a las crías de los animales se suelen emplear las fórmulas analíticas "cría de", "polluelo de", aunque es común en ciertas zonas de América decir "guácharo, cuacharro, guacho" a las crías de los animales.

No obstante, se han producido denominaciones genéricas según la especie, de manera que para los mamíferos caninos y felinos empleamos el término "cachorro", para los insectos y en general los invertebrados, "larva", para los anfibios "renacuajo", para los peces "alevines"...

Suelen tener un nombre concreto los animales domésticos y salvajes más presentes en la vida del hombre durante todos los siglos: los empleados en la ganadería ( asno/borrico/burro, buey/toro/vaca, caballo/yegua, cabrón/cabra, carnero/oveja, cerdo/cochino/cocho/marrano...); las aves de corral (ánade/pato, gallo/gallina...); los animales de caza (ciervo, codorniz, conejo, gamo, jabalí, liebre...).

Asimismo, empleánse diversos nombres, según la edad, en aquellos animales domésticos más constantes en la vida de la sociedad hispanohablante (en caballos, vacas...).

Morfológicamente, las sufijos más productivos son:

► El sufijo -ito/illo (pequeño): monito, gatito, cervatillo, zorrillo.
► El sufijo -ato (cría de): cervato, ballenato, jabato.
► El sufijo -ezno (cría de): lobezno, osezno, pavezno.
Veamos ahora algunas de las denominaciones más comunes.

[N.B.: Todos los vocablos que tienen enlace al DRAE, tienen indicado númericamente en qué acepción están reconocidos los términos].


Abeja.
2. empolladura.
4. pollo.

Águila.
1. aguilucho.

Ánade/Pato.
1. anadino.
1. anadón.

Anfibio.
2. renacuajo.

Anguila.
1. angula.

Ánsar .
2. ansarino.
2. ansarón.

Asno/Borrico/Burro.
1. pollino

Ave.
1. pollo.
1. polluelo.
6. pollino.

27 de junio de 2022

COPLA CAZURRA "LA PANADERA CRUZ CRUZADA", DE JUAN RUIZ, ARCIPRESTE DE HITA


COPLAS 112-122 del LIBRO DE BUEN AMOR

     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.

¿Cruz? ¡cruzada! Panadera
tomé por entendedera:
tomé senda por carrera
como faz el andaluz.

A la panadera Cruz Cruzada quise por compañera, para lo cual busqué y "tomé un atajo en vez de camino real, como el andaluz", expresión que hace referencia al carácter exagerado de los andaluces, quienes exponen como grande lo pequeño: carretera por sendero. "Tomar senderos nuevos y dejar caminos viejos no es buen consejo", recoge Correas como refrán, repitiéndolo Juan Ruiz luego en la copla 920: " Non tomes el sendero e dexes la carrera".

Por cierto, la referencia en la primera estrofa a "como faz el andaluz", ha dado pie a algunos críticos a estudiar y considerar la posibilidad de que Juan Ruiz fuera de Alcalá la Real (Jaén).
[Cfr.:Juan Lovera, Carmen et Murcia Cano, M. Teresa. "Cruz cruzada panadera. Y el andalucismo del Arcipreste de Hita", in Toro Ceballos, F (coord.). Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, y el "Libro de buen amor": Dueñas, cortesanas y alcahuetas: Libro de buen amor, La Celestina y La lozana andaluza: V Congreso Internacional, Homenaje a Joseph T. Snow. Alcalá la Real, 2017, pp. 181-186.]

     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.

Cuidando que la avría
díxelo a Ferrand García,
que truxiés la pletesía
e fuesse pleités e dux;

Teniendo por cierto que la conseguiría, se lo dije a Ferrán García, como mediador, y le rindiese pleitesía en mi nombre, y fuese cortés y mi guía (dux).
     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.

díxom' que l' plazié de grado;
fizos' de la Cruz privado:
a mí dio rumiar salvado,
él comió el pan más duz;

Díjome que lo haría gustosamente, pero se convirtió en su amante secreto: y a mí me dejó las cascarillas del salvado para que rumiara como asno (reflexionara sobre mi mala suerte), mientras él se comía el pan más dulce (entiéndase pan como órgano sexual, como ya lo expresó Berceo: "assaz eras varón bien casado conmigo:/ lo mucho te quería como buen amigo; / mas tu andas buscando mejor pan de trigo: / non valdrás más por esso quanto vale un higo"). Según Louise O. Vasari, "rumiar salvado" debe entenderse como 'masticar el propio semen', i.e., 'masturbarse'".
[Vasvari, Louise O. "La semiología de la connotación. Lectura polisémica de 'Cruz cruzada panadera'", in Nueva Revista de Filología Hispánica, 32 (1983), pp. 310-311].

     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.

prometiol' por mi consejo
trigo que tenía añejo,
e presentol' un conejo
el traidor, falso, marfuz.

Le prometió por mi consejo el trigo que tenía añejo (antiguo), mientras por su parte le entregó un conejo, el traidor, falso, engañador ('marfuz', arabismo: literalmente, rechazado).
     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.

¡Dios confonda mensajero
tan presto e tan ligero!
¡Non medre Dios conejero
que la caça assí aduz!

¡Ojalá Dios confunda a mensajero tan entregado y ligero! ¡No ayude Dios a un perro conejero (el que se come la presa en vez de darsela a su amo) como este que de esta manera consigue la caza (eufemismo con el significado de "llevarse a una mujer para copular con ella")!
     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.


ESTRUCTURA EXTERNA

El arcipreste nos dice que hizo múltiples composiciones jugalescas y populares, para que fueran escuchadas en las plazas de los pueblos por cualquier hombre o mujer del credo o condición que fuere:

Despues fiz muchas cantica" de dan~a e trateras.
para judias e moras e para entenderas,
para en instrumentos comunales maneras:
el cantar que non sabes, oilo a cantaderas.

Cantares fiz algunos, de los que dizen çiegos,
c para escalares que andan nocherniegos,
e para muchas atros par puertas andariegos,
cagurras e de burlas: non cabrien en diez pliegos.
(1513-1514) .

De este tipo de trobas, la más popular es la denominada "cazurra" (que reproducimos aquí), junto a los "cantos de escolares" (cc. 1650-1655 y 1656-1660) y los "cantos de ciego" (cc. 1710-1719 y 1720-1728).

La copla cazurra solía tener libertad de versificación, como mostró Menéndez Pidal: la troba cazurra o 'canción de sátira cómica y obscena de juglares de ínfima clase', era la realizada según el molde de los cazurros, quienes eran "aquellos hombres faltos de buen porte, que dicen versos sin argumento, que por calles y plazas ejercitan vilmente su vil repertorio, sin regla ninguna".
[Menéndez Pidal, Ramón. Poesía juglaresca y juglares. (Aspectos de la historia literaria y cultural de Espana). Madrid: Espasa-Calpe, 1983 pp. 161-163].

Pero aquí esta copla se estructura bajo la forma zejelesca: posee su estribillo (8a 8a), su mudanza (8b 8b 8b) y un verso de vuelta (8a). El conjunto está conformado por 5 estrofas, según el siguiente esquema.

De este modo, esta composición, de clara influencia árabe, se constituye en el ejemplo más antiguo en castellano de zéjel.

SIGNIFICADO SEMÁNTICO

Para la lectura polisémica e interpretativa de esta copla, debemos tener en cuenta que

"existen entre los eufemismos y disfemismos ciertos vocablos que forman un inventario de gran antigüedad y estabilidad. Tales son las palabras que todo el mundo reconoce como indecentes y las que suelen ser prohibidas por el uso social o por lo menos restringidas a ciertos contextos (...) Otro grupo forman las palabras que tienen para su auditorio un sentido primario denotativo muy común, no indecente, y un sentido secundario connotativo licencioso (...) El tercer grupo, el más numeroso, efñimero y de mayor interés literario, son las palabras que no conllevan una connotación preesta-blecida fija lexicalizada pero que dentro de un contexto específico pueden cobrar un nuevo sentido equívoco sugerido por el autor a través de juegos metafóricos inusitados. Tal creación metafórica no se limita a la comparación de semejanzas objetivas y conocidas, pues la motivación principal y el mayor logro conceptual de la metáfora es la "creación de nuevas semejanzas atrevidas"12, que evocan nuevas ana-logías. Ejemplos de este tipo de juego metafórico en el LBA se encuen-tran en particular en los refranes, pues Juan Ruiz es singularmente diestro en manipular y pervertir la autoridad popular del refrán y en entretejerlo inextricablemente con el texto, dándole un nuevo sentido cómico y equívoco a través de una reinterpretación metafórica de la palabra clave del sintagma".
[ Vasvari, Louise O. "La semiología de la connotación. Lectura polisémica de 'Cruz cruzada panadera'", in Nueva Revista de Filología Hispánica, 32 (1983), pp. 301-302].

Tras el escarceo amoroso con una persona de desigual condición (Cruz Cruzada panadera) "non santa", que acaba en fracaso por "falta de cortesía y pudor de la panadera", que llega a engañarle con su mensajero (“a mí dio rumiar salvado, /él comió el pan más duz”), Juan Ruiz elaborará esta copla cazurra ("Hice, con el disgusto, esta copla cazurra;/ si una dama la oyere en su enojo no incurra,/ pues debieran llamarme necio cual bestia burra/ si de tan gran escarnio yo no trovase a burla"), bastante alejada de los moldes de la “mala cansó” de trovadores para acercarse, por su tono burlesco (obsceno y blasfemo), a la canción popular, aunque no por el estilo, que está muy cuidado, recordándonos muchas veces a la poesía goliárdica, por el juego entre términos litúrgicos y términos de apetencia sexual.
[Zahareas, Anthony. "'Troba cazurra': an example of Juan Ruiz's art", in Romance notes, V, 1964, pp. 207-211.

La copla hará tacha al personaje de la panadera a través de Cruz Cruzada (en un juego evidente de palabras: "cuando la Cruz veía, yo siempre me humillava", y que vale tanto como la cruz de Cristo como por el nombre de la panadera Cruz; "cruzada" como cruce de caminos, pero en germanía "copulada, jodida" y también "burladora", con referencia igualmente al "mal de la cruzada", esto es, la enfermedad venérea y sarna, asociada a los cruzados), que tiene evidentes relaciones con la figura de la "soldadera", personaje que Menendez Pidal definió como "la mujer que vendía al público su canto, su baile y su cuerpo mismo", y que luego tendrá un ampliado desarrollo en las "Coplas de panadera".
[Cfr.: Menéndez Pidal, Ramón. Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas. Madrid: Espasa-Calpe, 1957, pág.32.
Allègre, Claude et Cotrait, René. "Frisonnement du sens et niveaux de lecture dans la trova cazurra de Juan Ruiz", in RLR, 80 (1973), pág. 68.
Leira, Gonzalo L. "Nótulas sobre el 'Libro de buen amor'", in PSA, 81 (1976), pág. 303].

La panadera tenía fama en la Edad Media de ser mujer ligera y alcahueta (tengamos en cuenta el juego polisémico de horno, como 'organo sexual femenino', que luego volverá a recrear en el exemplum del "garçon que quería casar con tres mujeres", coplas 189-198, con las palabras "molino, moler, molinero"), como lo comprueban numerosos refranes maliciosos, de los que Correas nos dejó algunos: Al verano tavernera, y al invierno panadera; panadera erades antes, aunque agora traes guantes; ir i venir, como la hornera, no tiene pena; en invierno hornera y en verano tabernera; guárdalo Dios de piedra y niebla, más no de mala hornera o puta vieja..."

Juan Ruiz ha construido esta segunda historia amorosa en una parodia goliárdica de la liturgia del Viernes Santo, en la que se rememora la muerte de Jesucristo y culmina con la veneración de la Cruz: al igual que Jesucristo, el amante ha sido traicionado por una persona de "su confianza" que "sópome el clavo echar" (en sentido obsceno significa 'fornicar', siendo el 'clavo' el 'pene'), sufre la pasión amorosa y se culmina con la veneración de Cruz. A su vez, es también una parodia literaria al estilo de los "fabliaux" franceses de los tópicos del amor cortés.

De hecho, Corominas señaló que debemos hacer una interpretación sexual y obscena, puesto que el propio Arcipreste advierte y pide disculpas al público oyente femenino por lo que se va a decir en estas coplas.
[Corominas, Joan. Juan Ruiz. Libro de buen amor. Madrid: Gredos, 1967].

Es clara esta interpretación desde el estribillo,

     Mis ojos non verán luz
     pues perdido he a Cruz.

que parece tener un evidente carácter blasfemo, pues se parte de la idea de que sus ojos "no conocerán la Luz" ( es decir, no conocerán a Dios -Deus est Lux-, en sentido religioso; pero, no conocerán la gloria, el placer, en sentido hedonista), pues a perdido el favor de Cruz, con el doble sentido del término: el religioso ("Cruz", símbolo de Dios) y el pagano (el nombre de la amada, que además es "non santa", como mencionó en la c 112, de tal manera que se trae a colación el adagio "Ad lucem per crucem": a través de la Cruz se llega a la Luz). La asociación con las exclamaciones que se solían hacer al veneral la cruz en el ritual del Viernes Santo es más que necesaria aquí: "Crucem tuam adoramus domine et sanctam resurrectionem tuam laudamus et glorificamus ecce enim propter crucem venit gaudium in universo mundo" (Adoramos tu cruz, Señor, y alabamos tu Santa Resurrección, y te glorificamos porque a causa de la Cruz ha llegado la alegría a todo el mundo).
[ Rodrigo A. Molina, "La copla cazurra del Arcipreste de Hita: Hipótesis interpretativa", ínsula. 288 (1970), pp. 10-11.
Walde Moheno, Lillian von der. "La 'troba caçurra' y algunos elementos de cultura popular en el 'Libro de buen amor'", in Company Company, Concepción (ed.). Amor y cultura en la Edad Media. México: UNAM, 1991, pp. 99-121]

Más evidente se hace si nos fijamos en la tercera estrofa. En ella

"el Arcipreste sigue pensando en Ferrán García en sus dos funciones de mensajero, al atribuirle una cercanía a la Cruz mucho mayor que otros: en la ceremonia de adoración, el sacerdote la iba descubriendo poco a poco, quitándole o despojándola del velo que la cubría, y en ese sentido hacía con ella lo que cualquier criado de máxima confianza (el "privado") haría con su señor; también, por tratarse de "duz" y "pleités" de la ceremonia, era el primero en comer "el pan más duz", y podía excluir a cualquier feligrés del "paschalis gaudio", si tenía noticia de que alguno había quebrantado el ayuno. Según el testimonio de la peregrina Egeria, sólo el obispo podía tocar la Santa Reliquia, mientras que el diácono, de pie, vigilaba atentamente que nadie lo hiciera, para evitar que alguien, entre los fíeles, la pudiera morder o robar, y por eso sólo se toleraba un contacto físico con ella a través de la frente"<.br/> [Morros, Bienvenido. "La liturgia en el 'Libro de buen amor': la 'Cruz cruzada'", in Revista de poética medieval, 10 (2003), pág. 74].

Y respecto a la historia del mensajero de amor que traiciona a su amigo en provecho propio, debemos recordar lo expuesto por Américo Castro, quien mostró que ya aparece en germen en Ibn Hazm, dando lugar a un poema intercalado en la maqamat.
[Castro, Américo. España en su historia: cristianos, moros y judios. Buenos Aires: Losada, 1948, pág. 490]

Así, Louise O. estableció este cuadro interpretativo de la copla:


[Vasvari, Louise O. "La semiología de la connotación. Lectura polisémica de 'Cruz cruzada panadera'", in Nueva Revista de Filología Hispánica, 32 (1983), pág. 320].

Por su parte, el profesor F. Rico halló semejanzas de esta composición con las comedias elegíacas seudo ovidianas "Ovidius puellarum vel De nuncio sagaci" y De tribus puelli.
[Cfr.: Rico, F. "Sobre el origen de la autobiografía en el 'Libro de buen amor'", in Anuario de estudios medievales, IV, (1.967), pág.311].




BIBLIOGRAFÍA.-

Allègre, Claude et Cotrait, René. "Frisonnement du sens et niveaux de lecture dans la trova cazurra de Juan Ruiz", in RLR, 80 (1973), pp. 57-94.

Aubrun, Charles. "'Mis ojos no verán Luz': parodie et poétique", in Estudios de historia, literatura v arte hispánicos ofrecidos a Rodrigo A. Molina. Madrid: Ínsula, 1977, 45-49.

Bueno, Julián L. "La "Troba Cazurra" de Juan Ruiz: Parodia Litúrgica." Romance Notes 21 (1981): 366-370.

Canet Vallés, José Luis. "Literatura ovidiana (Ars Amandi y Reprobatio amoris) en la educación medieval", in LEMIR, 8 (2004).

Castro, Américo. España en su historia: cristianos, moros y judios. Buenos Aires: Losada, 1948.

Combet, Louis. "Doña Cruz, la panadera del 'buen amor'". Ínsula 294 (1971), pp. 14-15.

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24 de junio de 2022

DISTINCIÓN ENTRE LENGUAJE, LENGUA, DIALECTO Y HABLA.


La distinción entre lenguaje, lengua y habla fue establecida por Ferdinand de Saussure en su "Curso de lingüística general".

Antonio Hernández resume esta cuestión de este modo:

«La distinción entre lengua (langue) y habla (parole) y su relación con el lenguaje (o, a veces, la faculté de langage), representa uno de los más enigmáticos componentes de la doctrina de Saussure. De hecho, la evolución y la modificación caso continua de la dicotomía langue/parole y la distinción tripartita (que incluye la facultad del habla) puede ser seguida a lo largo de un período de más de veinte años en la carrera de Saussure. Para él, el lenguaje es una institución social, independiente del individuo y donde las innovaciones del habla se mantienen como expresiones individuales, a menos que sean aceptadas por la colectividad y llegue a ser parte de la lengua. El habla es considerada como la realización individual del sistema lingüístico, el acto del habla. Lengua y habla, como nos dice Konrad, pueden ser consideradas en oposición mutua de la siguiente manera: Lengua representa el hecho social, es pasiva (depende de lo colectivo), constituye un código (aprobado por la comunidad hablante). Habla designa el acto (de habla) individual, es activa (depende de la voluntad del individuo), convierte en realidad el código (en el acto individual).
En el "Curso de Lingüística General", Saussure dice que el habla es un acto individual de voluntad y de inteligencia, en el que conviene distinguir:
1º. Las combianciones por las que el sujeto hablante utiliza el código de la lengua con el objeto de expresar su pensamiento personal.
2º. El mecanismo psico-físico que le permite exteriorizar esa combinaciones.
Las características de la lengua vendrían dadas por cuatro apartados:
A) La lengua es un objeto bien definido en el conjunto heteróclito de los hechos del lenguaje.
B) La lengua, distinta del habla, es un objeto que se puede estudiar separadamente.
C) Mientras que el lenguaje es heterogéneo, la lengua así delimitada es de naturaleza homogénea.
D) La lengua es un objeto de naturaleza concreta. En palabras del propio maestro: "la lengua puede compararse con una sinfonía cuya realidad es independiente de la forma en que se ejecute, los errores que puedan cometer los músicos que la tocan, en modo alguno comprometen esa realidad".»
[Hernández Fernández, Antonio. Los errores lingüísticos. Valencia: Nau Llibres, 2004, pp. 52-53].

Pasemos en virtud de ello a señalar las posibles definiciones.

① Aunque F. de Saussure estableció algunas de sus características del concepto "lenguaje": «el lenguaje es multiforme y heteróclito; a caballo en diferentes dominios, a la vez físico, fisiológico y psíquico, pertenece además al dominio individual y al dominio social», nosotros vamos a seguir la teoría innatista de Noam A. Chomsky, para la definición de lenguaje.
[Saussure, Ferdinand de. Curso de Lingüística General. Buenos Aires: Losada, 1945, pag. 37]

Así, diremos que el lenguaje es la capacidad innata que tienen todos los seres humanos para comunicarse a través de signos lingüísticos. Son pues tres los elementos que debemos sopesar en esta definicón: el ser una capacidad innata (no aprendida), exclusiva de los seres humanos, y que tiene una finalidad concreta: servir para que se comuniquen estos. De ahí que podamos señalar que es «una facultad universal que posee la especie humana para comunicarse. Y, atendiendo a su función comunicativa y, más concretamente, a la transmisión intencionada de información, se puede definir como el medio de comunciación específicamente humano».
[García-Macho, M. L. et al. Conocimientos basicos de Lengua española. Madrid: Ed. Centro de Estudios Ramón Areces, 2017, pág. 8].

5 de junio de 2022

20 de abril de 2022

EJERCICIOS. VOCES PATRIMONIALES (EVOLUCIÓN DEL LATÍN AL CASTELLANO)


Realice el siguiente ejercicio, una vez que ha comprendido las reglas evolutivas del latín al castellano.

Recuerde, llamamos VOZ PATRIMONIAL a aquella palabra que ha tenido una evolución importante fonética del latín al castellano.