“Por un momento, vamos a imaginar que salimos de un hotel y empezamos a caminar por una calle cualquiera de una ciudad cualquiera que nos es desconocida. Esta vez, nuestro objetivo no consiste en desplazarnos nerviosamente a un lugar determinado. Hemos salido para deambular, en busca de señales. Cruzamos las calles. En el centro, pisamos una línea larga, continua y blanca, pintada sobre el pavimento: los coches que circulen no pueden cambiar de carril. Subimos a la otra acera y alzamos la vista. En el chaflán, a unos tres metros de altura, pende un recuadro en el que se halla inscrita una cruz, dibujada en verde, con las aspas abiertas: hay una farmacia. En su fachada, la columna de mercurio de un inmenso termómetro marca treinta y cuatro grados centígrados: ya sabíamos que el calor era fuerte y nos sentimos, si no aliviados, al menos confirmados. Más allá, se despliega un toldo. En su lateral, sobre un círculo rojo, destacan unas letras blancas y sinuosas: tenemos un bar a nuestro alcance. Entramos y pedimos: «¡Dos cafés, por favor!». Al cabo de unos instantes, el camarero coloca dos cafés sobre la barra, delante de nosotros. A sus espaldas hay un panel con diversas figuras cónicas, de color marrón claro, que, en la parte superior, sostienen esferas de colores: en este bar sirven helados. Suena una música esquemática y mecánica: la máquina nos invita al juego. La miramos con desdén. Terminado el café, salimos. Hemos de cruzar la calle y, esta vez, decidimos hacerlo por el lugar oportuno. El semáforo está rojo: no debemos pasar y nos mantenemos en la acera con cierta impaciencia, pese a que nada nos apremia. Cuando se enciende la luz verde, nuestras piernas se disparan, casi al margen de la voluntad y, en pocos segundos, estamos en la otra acera. Hacia nosotros se dirige un hombre, amplios surcos en su cara y cabello blanco: es un anciano. Se detiene y nos ofrece la palma de su mano, hacia arriba, sin decir una palabrae dinero. Le damos unas monedas y continuamos nuestro camino (...)".
Tusón, Jesús. Lingüística. Una introducción al estudio del lenguaje, con textos comentados y ejercicios. Barcelona: Barcanova, 1984, pp. 7-8.
CUESTIONARIO.
1. Indique los signos o señales que aparecen en este texto y qué significan.
2. ¿Cuáles de los signos anteriores son verbales y cuáles no lo son?
3- ¿Atendiendo a lo sentidos, ¿cuáles de esos signos los consideraremos señales acústicas, cuáles táctiles y cuáles visuales?
4. De los anteriores signos, ¿cuáles son indicios, símbolos o iconos?
5. ¿Quién o quienes son el emisor y el receptor de estos mensajes?
Puede servirse de nuestra entrada en este mismo blog "Los 10 elementos de la comunicación"
6. ¿Qué canal y código se ha empleado en cada acto de comunicación?
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