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19 de mayo de 2016

18 TIPOS DE METÁFORAS, Y ALGUNAS CLASIFICACIONES MÁS.


Define el DRAE la metáfora como "traslación del sentido recto de una voz a otro figurado, en virtud de una comparación tácita, como en las perlas del rocío, la primavera de la vida o refrenar las pasiones.".

Esta es una definición retórica, pues se considera a la metáfora como una desviación del "sentido recto". En efecto, la metáfora viene considerándose, desde Aristóteles y la Retórica clásica, como una figura que consta de una palabra, y que se define como tropo por semejanza, consistente en el desplazamiento, que a través de una sustitución, logra una ampliación en el sentido de las palabra. Esta transferencia, es "como un condimento de la carne" (dice Aristóteles en su "Retórica"), o como remarcó Cicerón en su "De Oratore", tiene un efecto también estético.

Mas aunque hay quien llega a decir que

“Desde Aristóteles se tiene opinión formada y definitiva acerca de las metáforas: artilugios didácticos u ornamentos retóricos, pero peligrosos porque destruyen la exactitud del conocimiento científico, que es de conceptos (esencias) y de inferencias entre conceptos. Consecuencia práctica: desentenderse de ellas, aparcarlas para otro recinto extramuros de la Razón",
[Baliñas Fernández, Carlos (1997). "La vida cotidiana, plataforma de despegue de la filosofía", in Agís Villaverde, M. et Baliñas Fernández, C. (coord.). Actas de los Encuentros Internacionales de Filosofía en el Camino de Santiago (1997). III. Pensar en la vida cotidiana. Santiago de Compostela: Univ. Santiago de Compostela, 2001, pág. 94.]

lo cierto es que han sido varias las disciplinas que se han acercado al análisis de la metáfora, tanto desde la perspectiva literaria, como retórica o arte de la elocuencia, filosófica, religiosa o sobre el uso cotidiano del lenguaje metafórico, por señalar algunas. Todas ellas, a la postre, podemos resumirlas en tres tendencias:

una perspectiva lingüística-filosófica, que se corresponde con la estructuración y definición tradicional de metáfora;
un enfoque pragmático que estudia el "uso" de la metáfora en el lenguaje,
un análisis cognitivo, que analizará la metáfora conceptual.

Así, pues, vamos a ir describiéndolas todas ellas.

DESDE UNA PERSPECTIVA LINGÜÍSTICA, RETÓRICA O FILOSÓFICA..
Desde este punto de vista, la metáfora, en principio es contemplada como un tropo, esto es, como una figura que consiste en variaciones de sentido en el uso de la palabra o el lenguaje. De ahí que Aristóteles definiera la la metáfora como «transferencia de un nombre de una cosa a otra», la aplicación de un nombre impropio a un objeto, que puede darse de cuatro maneras, según establece en la "Poética":

de especie a especie,
de especie a género,
de género a especie,
por analogía.

Según la definición dada anteriormente podemos llegar a las siguientes conclusiones sobre la metáfora:

• es algo que llega al nombre (y no al discurso);
• se define en términos de movimiento: la palabra metáfora en Aristóteles se aplica a toda transposición de términos;
• es la transposición de un nombre “que designa otra cosa”, “que pertenece a otra cosa”.

Recordemos que inicialmente Aristóteles atribuyó dos funciones a la metáfora, según sea el tipo de discurso que se emplee:
     • función poética, que es la de engrandecer y ennoblecer el lenguaje; 

   • función retórica, cuando está al servicio de la elocuencia, cuya finalidad se circunscribe a la persuasión de un auditorio.

Planteamiento que recogió después Quintiliano así:

VIII. (...)In totum autem metaphora brevior est similitudo, eoque distat quod illa comparatur rei quam volumus exprimere, haec pro ipsa re dicitur.
IX. Comparatio est cum dico fecisse quid hominem "ut leonem", tralatio cum dico de homine "leo est". huius vis omnis quadruplex maxime videtur: cum in rebus animalibus aliud pro alio ponitur, ut de agitatore "gubernator magna contorsit equum vi", aut [ut Livius Scipionem a Catone "adlatrari" solitum refert] inanima pro aliis generis eiusdem sumuntur, ut "classique inmittit habenas", aut pro rebus animalibus inanima:
X. "ferron an fato moerus Argivom occidit"? aut contra: "sedet inscius alto accipiens sonitum saxi de vertice pastor".
XI. Praecipueque ex his oritur mira sublimitas quae audaci et proxime periculum tralatione tolluntur, cum rebus sensu carentibus actum quendam et animos damus, qualis est "pontem indignatus Araxes" et illa Ciceronis:
XII. "Quid enim tuus ille, tubero, destrictus in acie Pharsalica gladius agebat? cuius latus ille mucro petebat? Qui sensus erat armorum tuorum"? duplicatur interim haec virtus, ut apud Vergilium: "ferrumque armare veneno", nam et "veneno armare" et "ferrum armare" tralatio est.
[Quintiliano. Institutio Oratoria. VIII, 6, VIII-XII].

Con estas premisas se dirá que la metáfora es la forma más breve de comparación desde Cicerón (en "De Oratire, III, 38: “la metáfora es una forma abreviada de símil, condensada en una palabra”) a Quintiliano, puesto que se inicia con una comparación o símil, se da luego un proceso de identificación y finalmente se llega a la sustitución, según el esquema de la derecha, y bajo los parámetros de lo expuesto en la "Rheorica ad Herennium": "cuando una palabra es transferida de un objeto a otro porque la semejanza parece justificar esa transferencia. Se utiliza para poner una cosa ante los ojos". No obstante, debemos recordar que ya señaló Ricoeur que “la ausencia del término de comparación en la metáfora no implica que la metáfora sea una comparación abreviada, como se dirá a partir de Quintiliano, sino lo contrario, es decir, que la comparación es una metáfora desarrollada
[Ricoeur, Paul (1975). La metáfora viva. Madrid: Europa, 1980, pág. 43]
.

Es por ello que nos indica Ullman que,

"siempre hay presentes dos términos: la cosa de la que estamos hablando y aquella con quien la comparamos. En la terminología del Dr. Richards, el primero es el tenor [o término real, es aquello de lo que en realidad se habla]; el segundo, el vehículo [o término imaginario, que es algo que se 'asemeja' al término real]; mientras que el rasgo o los rasgos que tienen en común constituyen su fundamento [la 'semejanza' entre el término real e imaginado]".
[Ullman, S. (1972). Semántica. Introducción a la ciencia del significado. Madrid: Aguilar, pág. 240].

Así, las retóricas de Donato y las "Etimologías" de san Isidoro, y toda la serie de retóricos medievales inspirados en ellos, como Mateo de Vendôme en su "Ars Versificatoria", Alexander de Villedieu en su "Doctrinale", Eberhard de Betmume en su "Graecismus", etc...), distinguieron cuatro tipos de metáforas, consideradas como traslación verbal de una cosa por otra ("metaphora est rerum uerborumque translatio") es decir,

"Transfertur ergo nomen aut verbum ex eo loco in quo proprium est in eum in quo aut proprium deest aut tralatum proprio melius est"
se traslada un nombre o un verbo de un lugar donde es empleado con su significado propio a otro donde o el propio falta o el trasladado es mejor que el propio"
[Quintiliano. Institutio Oratoria. VIII, 6, 5.]

Esas cuatro tipos de metáforas son:
Metaphora est rerum uerborumque translatio. Haec fit modis quattuor: ab animali ad animale, ab inanimali ad inanimale, ab animali ad inanimale, ab inanimali ad animale.

Véamoslas:

sustitución de cosa animada por cosa animada ("ab anímali ad animale"): cuando decimos que "Aquiles es un león;
Ab animali ad animale, ut Tiphyn aurigam celeris fecere carinae: nam et auriga et gubernator animam habent;
sustitución de cosa inanimada por cosa inanimada ("ab inanimali ad inanimale"): cuando decimos "riendas" por "timón de un barco";
ab inanimali ad inanimale, ut pelagus tenuere rates: nam et rates et naues animam non habent;

sustitución de cosa inanimada por cosa animada ("ab inanimali ad animale"): cuando decimos en una batalla "a impulso del acero", en vez de "a impulso de los soldados";
ab animali ad inanimale, ut Atlantis cinctum assidue cui nubibus atris piniferum caput et cetera: nam ut haec animalis sunt, ita mons animam non habet, cui membra hominis adscribuntur;

sustitución de cosa animada por inanimada ("ab animali ad inanimale"): haciendo sensibles, con actividad y sentimientos, objetos insensibles: "el corazón (por 'centro') de las tinieblas".
ab inanimali ad animale, ut si tantum pectore robur Concipis: nam ut robur animam non habet, sic utique Turnus, cui haec dicuntur, animam habet.
Scire autem debemus esse metaphoras alias reciprocas, alias partis unius.
[Donato, Elio. Ars Grammatica Maior, III, 6, CCCIXC].

De este modo, más adelante Nebrija en su "Gramática de la lengua castellana" repetirá que

"metáphora es cuando por alguna propiedad semejante hazemos mudança de una cosa a otra, como diziendo 'es un león', 'es un Alexandre', 'es un azero', por dezir fuerte τ rezio, τ llama se metáphora, que quiere dezir transformación de una cosa a otra".

Analizada la metáfora luego por Gracián en su "Agudeza y Arte de Ingenio" (1648) y desarrollada posteriormente por Emanuele Tesauro en "Il Cannochiale Aristotelico" (1669), éste planteará, en cambio, que hay 3 tipos de metáforas: metáfora simple, proposición metafórica y argumento metafórico. 

Por tanto, la metáfora no sólo es comparación inicial, es fundamentalmente traslación, desplazamiento conceptual (como indica su etimología), como lo es la metonimia ("dar o poner un nuevo nombre", significa etimológicamente) y la sinécdoque ("entendimiento simultáneo", al asignar una relación de inclusión).

Ello dio paso a distinguir tradicionalmente dos tipos de metáforas:

METÁFORAS IN PRAESENTIA, cuando hay presencia explícita del término comparado y, cuando éste está unido explícitamente al término comparante por una relación atributiva u oposicional. Es lo que se suele denominar "metáfora impura": “Juan es un burro”.

METÁFORAS IN ABSENTIA, cuando no aparezca explícitamente el término comparado, sólo el comparante. Es lo que se denomina "metáfora pura": “¡Qué asno!”
[Azaustre, A. et Casas, J.(1997). Manual de retórica española. Barcelona: Ariel,2004, pág. 84]

Finalmente, más cerca de nuestros días, Lázaro Carreter considerará la distinción entre:
METÁFORAS LINGÜÍSTICAS, LÉXICAS O FÓSILES, que son expresiones que originalmente fueron metáforas, pero que han dejado de serlo y se han incorporado a la lengua (hoja de papel, cabeza de ajo, cuello de botella);

METÁFORAS LITERARIAS, que son formas que individuales creadas por un escritor.
[Lázaro Carreter, Fernando (1953). Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos, 1984, pág. 275].

Así las cosas, tras este panorama histórico, Gustav Gerber, en su "El lenguaje como arte", argumentará que el lenguaje es esencialmente metafórico, siendo todas las palabras que lo configuran primitivamente metáforas. Esto vino a coincidir con lo explicado por Nietzsche, para quien el lenguaje, por ser retórico, es fundamentalmente trópico, y que, por tanto, las palabras surgen por procesos de traslación o transposición de impresiones anímicas que intercambian y pactan los interlocutores en los «actos de habla» de los diferentes «juegos de lenguaje» que realizan: "todo lenguaje es metafórico".

En términos parecidos, y ahondadando en ello, Roman Jakobson expondrá que el principio de similitud o semejanza por analogía que rige la metáfora está en la base de la poesía, mientras que el principio de similitud o semejanza por contigüidad, que configura la esencia de la metonimia, está en los fundamentos mismos de la prosa literaria.

Por eso, López Eire considera que

"el lenguaje de la poesía aparece dominado por las traslaciones basadas en la analogía metafórica y la contigüidad metonímica, que, como es bien sabido, son dos procedimientos propios del lenguaje en general pero que están abundante y marcadamente presentes en los rituales mágicos («el vino es sangre» y «la cruz está indisolublemente adherida a Jesucristo») y en esos rituales poéticos que son los poemas, en los que –sobrenaturalmente– la lengua misma (¡tanta fuerza simbólica tiene el lenguaje!), al nombrar las cosas y las acciones y las situaciones, «decreta» y «pone en acto ante nuestros ojos» la naturaleza de las acciones y de los objetos y de las situaciones que nombra".
[López Eire, Antonio - "La naturaleza retórica del lenguaje", in Revista de Retórica y Teoría de la Comunicación, V, 8 y 9 (2005), pág. 85]

Así, pues, si nos detenemos un momento, podemos observar que se han dado dos planteamientos en la visión lingüística y retórica tradicional de la metáfora:

ser sustituta de un término,
• ser comparación breve de un término
.

Estos dos planteamientos han venido a definir la metáfora caracterizada por cinco rasgos, que resume Kövecses así:

① La metáfora es una propiedad de las palabras y es, por lo tanto, un fenómeno lingüístico.
② La metáfora es usada con un propósito artístico y retórico.
③ La metáfora está basada en una semejanza entre dos entidades que son comparadas e identificadas.
④ La metáfora surge a partir de un uso consciente y deliberado de las palabras de una manera determinada, y se supone que existe un talento especial para hacerlo bien. 
 ⑤ Es posible prescindir de la metáfora, en el sentido de que constituye una figura de habla que se usa sólo para lograr efectos especiales y, por lo tanto, es una parte evitable de la comunicación humana cotidiana.
[Kövecses, Zoltán.(2002). Metaphor. A practical introduction. Oxford: Oxford University Press.]

Ahora bien, a lo largo del siglo XX se añadirá otro componente: el carácter interactivo, definido por Black (Black, Max. (1966). Modelos y metáforas. Madrid: Tecnos, 2000), basándose en lo señalado por Richards (Richards, I.A. (1936). The philosophy of rethoric. New York: Oxford U.P.) treinta años antes del siguiente modo:  "cuando empleamos la metáfora, aun en la formulación más sencilla, tenemos dos ideas de cosas diferentes que actúan al mismo tiempo y que van contenidas en una sola palabra […] cuya significación es el resultado de una interacción", y diciendo que cuando se usa una metáfora se tiene una expresión con dos pensamientos simultáneamente. Así, el significado de la metáfora resulta de la interacción entre esos dos pensamientos. 

Este nuevo planteamiento, además, conlleva que el término literal de la metáfora (el tenor) y la idea cuyo signo es aprehendido (el vehículo) mantienen una relación de tensión, de manera tal que la metáfora no funciona a nivel de palabra (como decía la Retórica tradicional), sino a nivel de enunciado, pues la tensión no se produce entre los dos términos del enunciado, sino entre las dos interpretaciones del enunciado (la literal y la innovadora o impertinente). 

En virtud de ello, Black distingue entre “marco” y “foco”. El marco corresponde al componente literal de la expresión que contiene la metáfora, mientras que el foco se refiere al componente metafórico. En este sentido, para él, una emisión metafórica contiene al menos un elemento que hace de foco, siendo todo lo demás el marco.

Para Black la metáfora es un proceso semántico que pone en relación estos términos con la finalidad de expresar un sentido nuevo, distinto al de los otros dos, donde se sugiere otro concepto o una visión diferente de la realidad:

“el uso metafórico de una expresión consistiría en el uso de una expresión en un sentido distinto del suyo propio o normal, y ello en un contexto que permitiría destacar y transformar del modo apropiado aquel sentido impropio o anormal”.
[Black, Max. (2000). "Metáfora", in Valdés Villanueva, L. M. (comp.). La búsqueda del significado: Lecturas de filosofía del lenguaje (pp. 549-567). Madrid: Tecnos, pag. 554].

Finalmente, Paul Ricoeur, continuando con estos planteamientos consideró también que la metáfora no debe caracterizarse con los términos tradicionales aristotélicos que hemos expuesto al principio, sino por:

ser una frase (no una palabra). Siempre es una construcción nominal de NOMBRE + ADJETIVO, o NOMBRE + COMPLEMENTO, o una ORACIÓN.
Es decir, Ricoeur desplaza la metáfora desde una semántica de la palabra a una semántica de la frase, basándose en la definición de metáfora y en la interacción de la palabra metafórica y el enunciado en que aparece que estableció Max Black [Modelos y metáforas. Madrid: Tecnos, 1966].
La metáfora no es propiamente la desviación o sustitución del sentido literal de las palabras por otro figurado, sino la función misma de la predicación a nivel de frase o enunciado.
Su función no es denominadora, sino predicativa (no se limita a nombrar sino que predica, dice algo del objeto).
Crea una nueva pertinencia basándose en la semejanza.
• Es una creación instantánea, es una innovación semántica en el choque entre dos interpretaciones.
Es un hecho de discurso en cuanto se crea, es un evento comunicativo concreto, que puede llegar a convertirse en un hecho de lengua cuando se lexicaliza (recordemos que para Ricoeur, el texto posee un significado que está realizando una intención con sentido y referencia: sentido, en cuanto susceptible de ser comprendido; referencia, a un mundo real o ficticio producido por el texto mismo. Por eso el discurso se produce como “suceso”: algo que ocurre cuando alguien habla).
Se corresponde tanto con las relaciones sintagmáticas como con las paradigmáticas.
Nos informa sobre la realidad, es una información nueva, nos dice algo sobre la realidad.
La necesidad de la imaginación: "la imaginación desempeña el papel de un libre jugar con las posibilidades, en un estado de no compromiso con el mundo de la percepción y de la acción. En este estado ensayamos nuevas ideas, nuevos valores, nuevas maneras de ser en el mundo".
[Sobre todo lo expresado, cfr.:
Domingo Moratalla, Tomás (2003). "La hermenéutica de la metáfora: de Ortega a Ricoeur", in Espéculo, 24 (2003), in línea, https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero24/ortega.html
Ricoeur, Paul (1975). La metáfora viva. Madrid: Europa, 1980, pp. 13-40.
Rubio Ferreres, José María (2000). "De la interpretación del símbolo a la interpretación del texto. La metáfora en Paul Ricoeur", in Universitas Philoophica, 34-35, junio-diciembre, (2000), pp. 51-132]

Un resumen, pues, de los tipos de metáforas tradicionales que podemos encontrarnos sería el siguiente que vamos a mostrar.

Partimos del concepto de que la "metáfora es una figura retórica que consiste en identificar un término real (R) con otro término imaginario (I) existiendo entre ambos una relación de semejanza", tal y como hemos indicado anteriormente:

Tus cabellos son rubios
El color rubio es semejante al color del oro.
________________________________
Tus cabellos (son) de oro

Metáfora Simple o ImpuraR es I

o El tiempo (R) es oro (I) → se asemejan porque ambos son muy valiosos
o Tus dientes (R) son perlas (I) → se asemejan por su color blanco
o Tus ojos (R) son dos luceros (I) → se asemejan por su brillo
o Tus labios (R) son rubíes (I) → se asemejan por su color rojo

Metáfora Implícita o PuraEl término real (R) se omite

o Las perlas (I) de tu boca (el término real es "dientes")
o El blanco algodón (I) que surca el cielo (el término real es "nubes")
o El tambor de tu pecho (I) delata tus nervios (el término real es "corazón")
o Está en la flor de la vida (I) (el término real que se omite es "juventud")
Metáfora AposicionalR, I
o Tus dientes (R), perlas (I) de tu boca
o Tus labios (R), pétalos perfumados (I)
o Tus ojos (R), negra noche (I)
o La primavera (R), niña errática y desnuda (I)
Metáfora de Complemento Preposicional del NombreR de I o I de R
o Brazos (R) de acero (I)
o Dientes (R) de perlas (I)
o Voz (R) de terciopelo (I)
o El atardecer (I) de la vida (R)
o Ríos (I) de lágrimas (R)
Metáfora NegativaNo I, R o No R, I
o No es el infierno (I), es la calle (R)
o No es la calle (R), es el infierno (I)
Metáfora Impresionista o DescriptivaR, I(a), I(b), I(c)…
o Tus dientes (R), marfil (Ia), blancura (Ib), destellos de sol (Ic)...
o Tus ojos (R), luceros (Ia), gotas de mar (Ib), ventana del alma (Ic)...
Metáfora Continuada o SuperpuestaR es I1; I1 es I2; I2 es I3...
o Los dientes (R) son perlas (I1); las perlas (I1) son pétalos de margarita (I2): los pétalos de margarita (I2) son alas de mariposa (I3).
Sucesión de metáforas que evocan una idea compleja: alegoría
o "Pobre barquilla (alma) mía,/ entre peñascos (aprietos) rota,/ sin velas desvelada (indefensa),/ y entre las olas (peligros) sola", de Lope de Vega: se refiere a las dificultades de la vida.
Y en esquema, podemos verlo así:


DESDE UN PLANTEAMIENTO PRAGMÁTICO.
Desde esta perspectiva, entendiendo que hay una separación clara entre el "significado lingüístico", que compete a la semántica, y el "significado comunicativo", que compete a la pragmática; es decir, a diferencia de Black, la metáfora no es un asunto de significado o de semántica, sino de uso, J. Searle [Searle, J. (1969) Actos de Habla. Ensayo de filosofía del lenguaje. Barcelona, Planeta Agostini, 1994.] estableció que el significado metafórico “es siempre significado proferencial del hablante”, esto es, significado que adquieren sus palabras cuando se utilizan en circunstancias concretas, significado no convencional. Porque debemos distinguir entre una emisión literal, que sería cuando el hablante quiere decir lo que dice, y en este caso hay coincidencia entre el significado de la oración y el significado del hablante; y las emisiones metafóricas, en las que lo que el hablante quiere decir difiere de lo que realmente dice.

Por tanto, la pragmática debe indicar los principios mediante los cuales se efectúa esa adquisición: por un lado, los principios que permiten a la audiencia comprender que el hablante quiere decir, y dice, algo más, o algo diferente, de lo que sus palabras dicen. Esto vale tanto para las expresiones metafóricas, como para las irónicas, los actos de habla indirectos, etc. En general, forma parte de la explicación de por qué y cómo el significado de las proferencias del hablante difiere de su significado convencional o semántico. Por otra, ha de referirse a los medios o estrategias particulares que emplea el hablante/oyente para producir/interpretar las expresiones metafóricas.
[Cfr.: Bustos Guadaño, Eduardo de. La Metáfora: ensayos transdisciplinares. In linea https://www.academia.edu/8595236/LA_MET%C3%81FORA_ENSAYOS_TRANSDISCIPLINARES].

De acuerdo con esta distinción entre dos clases de significados, el del hablante y el del enunciado literal, para Grice [Grice Herbert P. "Lógica y conversación", in Valdés Villanueva, L. (ed.). La búsqueda del significado. Madrid: Tecnos, 1991] las metáforas constituyen una clase especial de equivocación o, más bien, una transgresión de una máxima conversacional, una violación ostentosa de una de las máximas de Cualidad, en el sentido que se presenta como una mentira evidente que se expresa con la finalidad de comunicar algo que se piensa como cierto; también se presenta como la violación a la máxima de Relación, en cuanto la pertinencia del enunciado ha de buscarse en relación con el contexto, todo lo cual lleva al oyente a buscar cuál es el rasgo del vehículo de la metáfora que se destaca más para aplicarlo al tenor.
[Cfr.: Ruiz de Mendoza Ibáñez, Francisco José. (2001). "Lingüística cognitiva: Semántica, pragmática y construcciones", in Círculo de lingüística aplicada a la comunicación, 8 (2001)].

Para Davidson, se presenta la metáfora como un enunciado absurdo o falso, volviéndose radicalmente defectivo para Searle.

En cualquier caso, lo esencial aquí es que siguiendo la teoría de Searle, la metáfora es un acto ilocutivo de enunciar. Sperber y Wilson [Sperber, D. y Wilson, D. La relevancia. Comunicación y procesos cognitivos. Madrid: Visor, 1994], con su Teoría de la Relevancia, señalaron que comunicar es transmitir una suposición de relevancia óptima, lo cual implica que el enunciado merece la atención del oyente y no requerirá ningún esfuerzo de procesamiento gratuito por parte del interlocutor; es decir, se deben cumplir dos condiciones restrictivas: que el comunicador intente potenciar al máximo el efecto cognitivo que sus enunciados puedan tener sobre el auditorio (debe modificar efectivamente un determinado conjunto de creencias que sus interlocutores poseen con anterioridad al enunciado); y, por otra, deberá emplear el mínimo coste de energía de procesamiento posible. Éstos estudiosos, pues, no priorizaron la verdad, ni la máxima de Calidad, sino más bien la máxima de “relación” griceana, que solicita que “sea relevante”. En efecto, el hablante tiende a la óptima relevancia, no a la verdad literal. La búsqueda de dicha relevancia conduce al hablante a presentar, de acuerdo a la situación, una interpretación más o menos fiel de sus pensamientos

Por poner en valor el papel de la metáfora dentro de la pragmática, queremos hacer mención a D. Soledad González, que nos propone que las funciones de la metáfora no son exclusivamente referenciales poéticas, sino además eufemísticas y disfémicas (como ya indicaron Díaz Pérez y Chamizo Domínguez). Así nos señala que:

"la función social primaria del eufemismo (es) poder nombrar un objeto desagradable o los efectos desagradables de un objeto.
Además de esta función principal, el eufemismo lleva a cabo otras funciones menores:
a) ser cortés o respetuoso,
b) elevar la dignidad de una profesión u oficio (v. gr. doctor por ‘médico’),
c) dignificar una persona que sufre alguna enfermedad, minusvalía o situación penosa (v. gr. invidente por ‘ciego’),
d) atenuar una evocación penosa (v. gr.: dormirse en el Señor por ‘morir’),
e) ser políticamente correcto (v. gr.: países del tercer mundo por ‘países pobres’),
f) la manipulación ideológica de los objetos (v. gr. interrupción voluntaria del embarazo por aborto),
g) evitar agravios étnicos o sexuales (v. gr.: subsahariano para ‘negro’)
h) nombrar un objeto o una acción tabú (v. gr. estar indispuesta por ‘menstruar’).

La función primaria del disfemismo es la de mantener e intensificar la asociación entre el símbolo y el referente de modo que quede patente su lado más incómodo. De esta manera, se interrumpe la interacción cotidiana, la normalidad comunicativa cortés. Díaz Pérez enumera una serie de funciones subsidiarias a esta función de explicitar lo molesto, que se enumeran a continuación:
a) rebelarse contra lo establecido, así como supone rebelarse contra las reglas del bien decir;
b) denunciar y protestar;
c) evitar la ambigüedad, ser más explícito;
d) atentar contra la sensibilidad del receptor;
e) atacarlo directamente o afirmar la filiación con él (caso del insulto afectivo);
f) desahogarse expresando la frustración y el enojo;
g) marcar jerarquía social, pues quien tiene más poder en el intercambio puede darse el lujo de ser disfemístico;
h) manipular ideológicamente;
i) divertir;
j) mostrar una imagen negativa del hablante.

Este desarrollo es simplificado por el mismo autor, que propone el siguiente resumen de las funciones del disfemismo:
a) deseo de ser agresivo (función hostil),
b) ruptura con las convenciones sociales (función neutralizadora del abuso del lenguaje políticamente correcto),
c) búsqueda creativa de la expresión ingeniosa e irónica (función estilística),
d) jocosidad (función lúdica),
e) desahogo (función catártica).
Añade una superfunción por encima de las enumeradas: la función estratégica o instrumental, por la que el emisor busca obtener algo más que un efecto inmediato de agresión o de burla. En los medios de comunicación, por ejemplo, esta meta es la obtención de una mayor repercusión social, que se traduce en un mayor nivel de audiencia".
[Chamizo Domínguez, Pedro J. (2004). La función social y cognitiva del eufemismo y del disfemismo. Panace@, V (15), pp. 45-51.
Díaz Pérez, Juan Carlos (2012). Pragmalingüística del disfemismo y la descortesía: Los actos de habla hostiles en los medios de comunicación virtual. Tesis doctoral. Universidad Carlos III de Madrid.
González, Daniela Soledad (2014). "Una revisión de la teorización sobre la metáfora en el tratado I de 'La metáfora viva' de Paul Ricoeur", in Lengua y Habla, 18, enero-diciembre (2014), pág. 37].

DESDE UN PLANTEAMIENTO COGNITIVO.

Bajo este punto de vista, los lingüistas

"rechazan la denominada teoría sustitutiva de la metáfora, según la cual una expresión metafórica reemplaza a una determinada expresión literal. En general, no resulta posible parafrasear de forma literal una metáfora (una 'verdadera' metáfora), dado que su índole difiere de la de cualquier expresión literal (...) El significado metafórico no es una clase especial de significado, al menos en lo que concierne a su modo de funcionamiento básico; la metáfora es, más bien, el resultado de un proceso especial de alcance o de conceptualización de un significado"
[Croft, William et Cruse, D. Alan (2004). Lingüística cognitiva. Madrid: Akal, 2008, pág. 254]
Los lingüistas cognitivos parten de la consideración de que los conceptos y sus manifestaciones lingüísticas se basan en la experiencia física y cultural de los seres humanos. Es por ello que la metáfora, más allá de ser un aspecto formal del lenguaje, nos permite estructurar conceptos a partir de otros. La forma en que realizamos este proceso depende de nuestra experiencia directa en el mundo, a través de nuestro cuerpo:
“…la metáfora impregna nuestra vida cotidiana, no sólo el lenguaje, sino también el pensamiento y la acción. Nuestro sistema conceptual es en gran medida metafórico, la manera en que pensamos y lo que hacemos cada día”
[Lakoff, G. et Jonhson, M. (1980). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra, 1986, pág. 39.]

Así, en "Metáforas de la vida cotidiana" (1986), considerando la metáfora como un método de conocer el mundo, como un proceso de pensamiento que impregna la vida cotidiana, el hablar y el hacer de las personas, Lakoff y Johnson presentarán tres tipos de metáforas conceptuales (aquellas que se fundamentan en utilizar nuestro conocimiento de un campo conceptual (dominio fuente), por lo general concreto y cercano a nuestra experiencia –por eso muchas son comunes a distintos idiomas-), para estructurar otro campo que suele ser abstracto (dominio fuente o destino): p. ej., a partir de “el tiempo es dinero” surgirán “malgastar el tiempo, ahorrar tiempo, robar tiempo, invertir el tiempo en…”).

El proceso metafórico sería en todos los casos el mismo: decir una cosa por otra, y el decir una cosa por otra implica “tener en mente” la otra cosa que se evoca –más o menos solapadamente– a través de la metáfora. Es decir, se establecen relaciones biunívocas entre dominios conceptuales. Dice Lakoff:

"lo que da lugar a la metáfora EL AMOR ES UN VIAJE no es ninguna palabra o expresión determinadas. La metáfora la constituyen las relaciones biunívocas de carácter ontológico que se establecen a través de dominios conceptuales; en particular, desde el dominio-fuente de los viajes hasta el dominio-meta del amor. La metáfora no es sólo una cuestión del lenguaje, sino de pensamiento y de raciocinio. El lenguaje es secundario (...) Las relaciones biunívocas tienen un carácter convencional, lo que significa que constituyen una parte prefijada de nuestro sistema conceptual, una de las maneras convencionales de las que disponemos para conceptualizar las relaciones amorosas".
[Lakoff (1993), pág. 208.]

Ya en el siglo XVIII, el gramático francés C. Durmais, en su "De los tropos o de los sentidos diferentes" afirmó que donde más tropops se utilizan (metáforas, metonimias y sinécdoques) era en el mercado: cabeza de ajos, etc.

Ahora bien, si analizamos las metáforas de la vida cotidiana observamos que no siempre existe un desvío del sentido literal, como nos decía la retórica tradicional, ni siempre se puede reponer el significado por paráfrasis. Por ello la teoría cognitiva prefiere no hablar de sustitución sino de superposición de dos dominios también llamados ¨campos semánticos¨. Es lo que describe Maillard, reinterpretando lo expuesto por Ortega y Gasset en "Ensayo de estética a manera de prólogo", diciendo:

en la metáfora no se reemplaza una imagen por otra, sino que, al ocupar ambas imágenes el mismo lugar, se efectúa la sincronicidad evitando así la exclusión de cualquiera de ellas [decía Ortega: “en toda metáfora hay una semejanza real entre sus elementos y por esto se ha creído que la metáfora consistía esencialmente en una asimilación, tal vez en una aproximación asimilatoria de cosas muy distantes. Esto es un error”, porque “donde la identificación real se verifica no hay metáfora”]. Y no solamente no se excluyen, sino que se compenetran. La transferencia de los términos de la metáfora es siempre mutua (...)
Ortega niega que pueda tratarse de una dimensión puramente intelectual, ya que ningún concepto puede compartir el lugar de otro a no ser que signifique lo mismo, en cuyo caso la transferencia resultaría vana. La metáfora se realizaría en una dimensión extraconceptual".

[Maillard, Chantal. (1992). La creación por la metáfora. Introducción a la razón-poética. Barcelona: Antropos, pp. 109-110, respectivamente]

Lakoff considera que la metáfora del lenguaje cotidiano tiene las siguientes características:

① tienen un origen histórico-cultural;
② surgidas en el lenguaje cotidiano impregnan al literario o poético, que las reelabora, expande y manipula, llegando a acumular varias metáforas en una misma frase;
③ están convencionalizadas, es decir, no ofrecen dificultad de entendimiento;
④ son sistemáticas, esto es, mantienen cierta regularidad en el conjunto del lenguaje, aunque haya diversos dominios-fuente para un mismo dominio-meta;
⑤ son proyecciones consistentes en superposiciones de dominios-fuente hacia dominios-meta;
⑥ permiten conocer un fenómeno, pero, además, estructurarlo;
⑦y, a su vez, permite ocultar aspectos de un fenómeno, mediante proyecciones parciales, originando equívocos que producirán sarcasmo, humor, etc.

Por tanto, de los tres tipos de metáforas que podemos hablar, son:

1) METÁFORAS DE ORIENTACIÓN ESPACIAL: Surgen de nuestra constitución física y nuestra interacción con el mundo físico. Son las relacionadas con la orientación espacial: arriba-abajo, dentro-fuera, profundo-superficial, etc. A partir de “el tiempo es dinero” surgirán: “los precios suben”, “la Bolsa de desploma”...
Hay que fijarse en que lo bueno se relaciona con arriba y lo malo con abajo: “personas de clase alta o baja…”, igual que la derecha con lo bueno y la izquierda con lo malo ("levantarse con el pie izquierdo")...

2) METÁFORAS ONTOLÓGICAS: A algo se le da una categoría peculiar considerándolo como algo diferente. Categorizan un fenómeno de forma peculiar mediante su consideración como entidad, sustancia, recipiente, individuo, etc. para volver sus rasgos constitutivos más concretos y tangibles. Sirven para dar mayor definición a los dominios abstractos. Por ejemplo, “las emociones son temperatura”, genera “enfriar los ánimos, ir caliente, dejar helado…” Por ejemplo, “la cabeza es una olla” genera “que echa humo, que está a punto de explotar...

3) METÁFORAS ESTRUCTURALES: Una actividad o experiencia se estructura en función de otra. Son metáforas de varias correspondencias. Así, vemos al “deporte” como una “guerra”: “los equipos se enfrentan y tienen un capitán”, “se prepara la estrategia”, “se ataca y se defiende”, “se tira o dispara a portería”...
[Lakoff, G. et Jonhson, M. (1980). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra, 1986.]

Bajo estas premisas, la metáfora no vincula dos elementos, sino dos modelos cognitivos; es decir, se establece una relación entre dos dominios que forman parte de la estructura conceptual. Además, el uso de la metáfora no es algo voluntario ni está reservado a personas con grandes talentos; se trata, en cambio, de un proceso involuntario e inevitable, puesto que es una estructura propia de la forma que tiene el razonamiento humano de estructurarse. Según esto, los conceptos que se utilizan en el pensamiento no se construyen por una simple correspondencia con las “cosas” del mundo, sino que surge de la experiencia corporal.

Mas el pensamiento también es “imaginativo”, capacidad que permite que se dé el pensamiento abstracto, y que el pensamiento se extienda más allá del aquí y el ahora concretos. Las expresiones lingüísticas metafóricas que, por su uso, aparecen como convencionalizadas y se dan con persistencia en el lenguaje cotidiano, generalmente no suelen ser reconocidas como metáforas entre sus usuarios. En la medida en que las metáforas son construidas de manera más inconsciente, quiere decir que esa construcción responde a un grado de convencionalización ya establecida en la lengua y, por lo tanto, adquiere mayor valor para la comprensión de la cognición en sí. [Acuña Robertson, Ximena (2016). La metáfora en la lengua se señas chilena. Una aproximación desde la psicolingüística cognitiva. Univ. de Valladolid. Tesis Doctoral].

Para Croft y Cruse, la teoría conceptual de Lakoff puede resumirse así:

* Es una teoría acerca de expresiones convencionalizadas de manera recurrente en el lenguaje cotidiano, en la cual los elementos literarles y los metafóricos se combinan íntimamente en términos gramaticales.
* Las expresiones metafóricas convencionales no constituyen un fenómeno puramente lingüístico, sino la manifestación de una relación biunívoca de tipo conceptual entre dos dominios semánticos; en consecuencia, dicha relación biunívoca es general y productiva (y se asume, asimismo, que son características de la mente humana).
* la relación biunívoca de carácter metafórico es asimétrica, por cuanto la expresión metafórica alude a una determinada situación dentro de uno de los dominios (el dominio-meta ), haciendo uso para ello de los correspondientes conceptos procedentes del otro dominio (el dominio-fuente).
* La relación biunívoca de carácter metafórico puede emplearse para razonar en términos metafóricos acerca de conceptos pertenecientes al dominio-meta.

[Croft, William et Cruse, D. Alan (2004). Lingüística cognitiva. Madrid: Akal, 2008, pág. 259]

Estas son algunas de las metáforas planteadas por Lakoff y Johnson [Lakoff, G. et Jonhson, M. (1980). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra, 1986]:

Amor.
• el amor es un viaje, • el amor es un paciente, • el amor es salud, • el amor es una fuerza física, • el amor es locura, • el amor es magia, • el amor es guerra, • el amor es fuego, • el amor es lujuria, calor, • el amor pasional es caliente, • el amor íntimo es cercanía.
Conocimiento y sentidos.
• entender es ver, • entender es luz, • conocer es ver, • ver es tocar, • entender es agarrar.
Emociones.
• los ojos son recipientes de emociones, • el efecto emocional es contacto físico, • los estados físicos y emocionales son entidades dentro de una persona, • lo desapasionado es frío, el cariño es calidez (temperatura).
Lenguaje y la comunicación.
• Los pensamientos / ideas son objetos físicos, • Los significados / palabras son objetos físicos, • Las palabras contienen las ideas, las expresiones son recipientes, • El discurso es un viaje, • El discurso es un hilo directriz, • El discurso es un contenedor, • El discurso es un producto, • El discurso es un objeto orientado en el espacio, • La discusión es una guerra, • La comunicación consiste en un envío, • La comunicación es un canal, • Las teorías y argumentos son edificios, • Las ideas son comida, • Las ideas son organismos: plantas, personas, • Las ideas son productos, • Las ideas son artículos de consumo, • Las ideas son recursos, • Las ideas son dinero, • Las ideas son instrumentos que cortan, • Las ideas son modas, • Las categorías son contenedores.
Mente.
• La mente es una máquina, • La mente es un objeto frágil, • La mente es un cuerpo que se mueve en el espacio, • La metáfora del ojo de la mente.
Muerte.
• la muerte es una devoradora, • la muerte es un adversario, • la muerte es una cosechadora (guadaña), • la muerte es oscuridad, • la muerte es la noche, • la muerte es liberación, • la muerte es una partida, • la muerte es ir a un destino final, • la muerte es la noche, • la muerte es descansar, • la muerte es dormir, • la muerte es el fin del viaje de la vida, • la muerte es el invierno.
Orientacionales: Arriba-Abajo.
• Feliz es arriba; triste es abajo, • Lo consciente es arriba, lo inconsciente es abajo, • Salud y vida son arriba; la enfermedad y muerte son abajo, • Tener control o fuerza es arriba ; estar sujeto a control o fuerza es abajo, • La libertad es arriba, • Más es arriba; menos es abajo, • Los acontecimientos futuros previsibles están arriba y adelante, • Estatus elevado es arriba, status bajo es abajo, • Lo bueno es arriba; lo malo es abajo, • La virtud es arriba; el vicio es abajo, • lo racional es arriba, lo emocional es abajo, • lo desconocido es arriba; lo conocido abajo, • la divinidad es arriba; lo demoníaco es abajo, • lo mortal es abajo.
Pensar es moverse.
• pensar es moverse, • la mente es un cuerpo, • las ideas son una ubicación, • la razón es una fuerza, • pensamiento racional es un movimiento directo, deliberado, paso a paso, y en acuerdo con la fuerza de la razón, • poder pensar es poder moverse, • una línea de pensamiento es un sendero, • pensar sobre x es moverse en el área alrededor de x, • comunicar es guiar, • comprender es seguir, • repensar es volver sobre el mismo sendero.
Pensar es percibir.
• la mente es un cuerpo, • pensar es percibir, • las ideas son cosas percibidas, • saber es ver, • comunicar es mostrar, • tratar de ganar conocimiento es buscar, • ser consciente de algo es notar algo, • una ayuda para saber es una fuente luminosa, • poder saber es poder ver, • ser ignorante es no poder ver, • impedimentos para saber son impedimentos para ver, • un engaño es un impedimento a propósito para ver, • saber desde una “perspectiva” es ver desde un punto de vista, • explicar es dibujar detalladamente un dibujo, • dirigir la atención es señalar, • prestar atención es mirar hacia, • ser receptivo es escuchar, • tomar algo seriamente es oír, • sentir es oler, • reacción emocional es sentir, • preferencia personal es un gusto.
Recipiente.
• proyectamos nuestra propia orientación territorial sobre los objetos y acontencimientos, • El campo visual es un recipiente, • Los estados son recipientes, • Cabeza es un recipiente.
Tiempo.
• El tiempo es dinero, • El tiempo es un recurso limitado, • El tiempo es un objeto valioso, • El tiempo es espacio, • El tiempo es agente causal del cambio, • El tiempo es un destructor, • El tiempo es un devorador, • El tiempo es un curador, • El tiempo es un evaluador, • El tiempo es un perseguidor, • El tiempo es un cosechador, • El tiempo es un corredor, • El tiempo es un ladrón, • El tiempo es un objeto que se mueve, • El tiempo está quieto y nos movemos a través de él, • El tiempo es movimiento.
Vida.
• la vitalidad es una substancia, • la vida es un fluido, río, • la vida es un recipiente, • la vida es un viaje, • la vida es un camino, • la vida es las estaciones del año, • la vida es un juego de azar, • la vida es una obra de teatro, • la vida es un cuento, • la vida es una historia, • la vida es una carga, • Nacer es arribar, • Las dificultades en la vida son impedimentos para viajar, • Las personas son plantas, • La vida es el ciclo de crecimiento, • La vida es una rueda, • La vida es luz que se enciende y apaga, • La vida es un día, • La vida es una llama, • La vida es fuego, calor, • La vida es una posesión valiosa, • La vida es estar presente aquí, • La vida es esclavitud, • La vida es un año.
Otras...
• la riqueza es un objeto escondido, • lo significativo es grande, • un instrumento es un compañero, • lo malo es negro y lo bueno es blanco, • las dificultades son cargas, • la esencia es central, • lo importante es central, • lo importante es grande, • lo genérico es específico, • lo perfecto es regular, lo imperfecto es irregular, • las máquinas son personas, las personas son máquinas, • la noche es una manta, • lo malo es apestoso , • la similitud es cercanía.
Estructura de las metáforas por acciones o eventos.
• los acontecimientos son objetos, • los eventos son acciones, • las acciones son objetos, • las actividades son objetos-substancias, • los estados son recipientes, • los estados son locaciones, • cambio de estado es un cambio de localización, • el cambio es movimiento, • las causas son fuerzas físicas, • la causalidad es un movimiento forzado, • los medios son senderos, • las dificultades son impedimentos para moverse, • libertad de acción es falta de impedimentos para moverse, • los eventos externos son largos objetos en movimiento que ejercen fuerza, • actividades largas y con propósitos son viajes, • mantenerse en un estado es seguir el mismo camino, • cambiar es doblar.


Finalmente vamos a reseñar en un un cuadro las distintas tipologías que han venido definiéndose en los últimos tiempos:





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