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29 de abril de 2016

EJERCICIOS. Tipos de oraciones atendiendo a la actitud o finalidad expresiva del hablante, o por su significado: criterio semántico.

Una vez que hemos visto y estudiado la clasificación semántica de las oraciones, vamos realizar estos ejercicios que nos van a servir para afianzar nuestros conocimientos y ejercitarlos.


EJERCICIO 1.

13 de abril de 2016

VERSOS BISÍLABOS.


Los versos bisílabos [del lat. bisyllăbus: bis (dos), syllabus (sílabas)] son aquellos que constan de dos sílabas métricas.

Poco usados a lo largo de la historia de la literatura y casi siempre en compañía de otros versos de mayor medida, en juegos polimétricos o en quiebras de versos o en eco (solo lo hallaremos generando poemas exclusivamente bisílabos a partir del siglo XX).

Mas, antes de continuar, debemos dejar constancia de que no todos los tratadistas admiten el verso de dos y tres sílabas, toda vez que este verso “no tiene ritmo propio”.
[Baehr, Rudolf .- Manual de versificación española. Madrid, Gredos, 1.973, pág. 85].

Idea que parece haber permanecido al menos en las composiciones en que se mezcla con otros versos considerados de ritmo tradicional castellano, estimando a los versos bisílabos, más que como versos independientes, como estribillo. Así, por ejemplo, para Rengifo, Luzán y Velázquez, entre otros, el verso mínimo está en el tetrasílabo, que es el quebrado del octosílabo de una redondilla mayor:

Podemos decir que en castellano no hay versos de una, dos, ni tres sílabas.
En efecto, aunque hay palabras acentuadas de una sílaba en nuestra lengua, parece imposible hacerlas versos, y ningún poeta lo ha emprendido. Obsérvese, que aunque procurase formar con ellas una estanza, como esta:
Fe,
Paz

Das,
No serían estos versos de una sílaba, sino de dos; porque en nuestra versificación toda sílaba final de verso en palabra aguda equivale, como ya hemos dicho, a dos sílabas.
Los de dos sílabas apenas pudieran seguirse unos a otros sin que pareciesen de cuatro, como estos:
Penas
Graves
Sufres,
Hombre:
Penas
Graves
Sufro
Yo.

3 de abril de 2016

¿QUÉ ES EL GONGORISMO Y CUÁLES SON SUS CARACTERÍSTICAS? PARTE II.


TEMAS QUE VAMOS A DESARROLLAR EN ESTA ENTRADA
PARTE I.

1. ¿Quién fue su creador y en qué período histórico aconteció?
2. ¿Cuáles fueron sus antecedentes directos?
3. ¿Qué es el culteranismo?
4. ¿Cuáles son los rasgos definidores del cultismo o culteranismo?
5. ¿Quién o quiénes son los iniciadores del cultismo o culteranismo?
a. Fernando de Herrera.
b. La escuela sevillana herreriana.
c. El círculo antequerano.
d. El círculo granadino.
6. La falaz distinción entre "conceptismo" y "culteranismo".

PARTE II.

7. El cultismo o culteranismo en Góngora.
8. Definición de gongorismo.
9. Elementos característicos del gongorismo.
10. La discusión pro y anti-gongorina.
11. Difusión del gongorismo.
12. Bibliografía.



EL CULTISMO O CULTERANISMO EN GÓNGORA.

Por todo lo dicho, por más que Pfandl y Justo García Soriano, a principios del siglo XX, quisieran hacernos ver que el "Manifiesto" del culteranismo sublime que propiciará el gongorismo hay que localizarlo en el "Libro de la erudición poética, o lanzas de las Musas contra los indoctos" (escrito en 1607 y publicado en 1611), de Luis Carrillo Sotomayor [García Soriano, Justo. "Luis Carrillo y Sotomayor y los orígenes del culteranismo", in BRAE, 13 (1926), pp. 591-629], apoyándose en que Gracián lo llamó el "primer culto de España" [Gracián, Baltasar. Agudeza y arte de ingenio. Vol. II. Madrid: Castalia, 1969, pág. 580] y en que creyó demostrar que Góngora no fue más que un plagiario de la "Fábula de Acis y Galatea" de éste, al encontrar en un cartapacio existente en la Biblioteca Nacional de Madrid, que contiene tanto la obra de Carrillo como la de Góngora, el siguiente epígrafe encabezando el poema del baenense:
Fábula de Acis y Galatea, por don Luis Carrillo, dirigida al conde de Niebla, don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, la cual —según el juicio de algunos que lo tienen bueno— han juzgado que dio motivo a don Luis de Góngora para hacer en la mesma materia y en el mismo poema la obra que intituló Polifemo, por haber salido la de don Luis Carrillo primero o se llevaron poco tiempo. Pónese aquí por merecerlo la obra, que es buena y de buen autor;
[Navarro Durán, Rosa (ed.). Luis Carrillo y Sotomayor. Obras. Madrid: Castalia, 1990, pág. 199]
lo cierto es que en nuestro poeta cordobés, imbuido como estaba de las teorías de Ambrosio de Morales, amigo de la familia y vecino de Córdoba, del estilo de Fernando de Herrera y sus seguidores manieristas, de quienes recoge modelos, asimila, intensifica, recrea e inventa nuevas formas..., éstos serán a la postre eslabones que se van engarzando dentro de un ambiente literario de época, en el camino hacia la creación individual, personal y compleja de sus últimas obras, y que conformarán por sí mismas un estilo y escuela propia: el gongorismo.

Por tanto el estilo de Góngora no obedece a un elemento único, y no arranca con Carrillo y Sotomayor. De hecho, el estudio de Angelina Costa dejó muy a las claras que la estética de Carrillo era de aire culterano, sí, pero no con la profusión gongorina. Y que esto es así nos lo evidencia el hecho de que "uno de los más fervorosos admiradores de don Luis [Carrillo] fue Quevedo. Los versos de uno y otro coinciden a veces, en los conceptos y en las formas expresivas" [Pedraza Jiménez, F. B. et Rodríguez Cáceres, M. Manual de Literatura española. III. Barroco. Introducción, prosa y poesía. Estella: Cenlit, 1980, pag. 379]. Más aún, los trabajos de Dámaso Alonso [Alonso, Dámaso. "La supuesta imitación por Góngora de la Fábula de Acis y Lataea", in Revista de Filología Española, XIX-4 (1932), pp. 349-387], José María de Cossío después [Cossío, José María. Fábulas mitológicas en España. Madrid: Espasa, 1952] y Jesús Ponce, entre otros [Ponce Cárdenas, Jesús. "Góngora y el conde de Niebla. Las sutiles gestiones del mecenazgo", in Criticón, 106 (2009), pp. 99-146], precisaron claramente que la "Fábula de Acis y Galatea" del baenense no influyó directamente, en nada, sobre el "Polifemo" de Góngora, pues aquella sólo fue una "ajustada traducción del texto de Ovidio", siendo las coincidencias resultado de que el tema y las fuentes les son comunes, y siendo las diferencias muy grandes, entre las que descolla el que Carrillo se mueve en permanentes ecos garcilasianos, casi transcribiéndolo, de sus églogas y Góngora, en cambio, es muy personal.
[Cfr., además: Alonso, Dámaso. Poesías completas de Luis Carrillo de Sotomayor. Madrid: Signo, 1936.
Costa, A. La obra poética de Luis Carrillo y Sotomayor. Córdoba: Diputación Provincial, 1984, pp. 29-56 (fundamentalmente).
__________. Luis Carrillo y Sotomayor. Libro de la erudición poética. Sevilla: Alfar, 1987.]